La integración social.
Vista en perspectiva histórica, no cabe duda que la inmigración judía en el Uruguay tuvo una integración exitosa, no obstante su persistente preocupación por mantener sus características étnicas particulares.
La primer mitad del siglo XX ofreció a los habitantes de este suelo, oportunidades de crecimiento material y humano que los judíos, en líneas generales, aprovecharon en buena forma, amparados también en una solidaridad comunitaria muy bien desarrollada, en el marco de una sociedad uruguaya abierta, liberal e integradora.
La colectividad judía comenzó a llegar a nuestro país con los primeros años del siglo XX (sobre 1904 habría llegado el primer judío), en una mezcla de aquellos que, ya llegados al continente, cruzaban la frontera desde Brasil o Argentina en busca de un lugar de asentamiento definitivo, y los que venían directamente de sus países de origen, sean estos de Europa Central, Oriental, el norte Africano o el Oriente Medio.