La verdad sobre los palestinos y el mundo árabe

27/Ago/2010

La verdad sobre los palestinos y el mundo árabe

La verdad sobre los palestinos y el mundo árabe
Por Ana Jerozolimski – Periodista
El 20 de julio último, la Liga Arabe dio su visto bueno al retorno de la Autoridad Nacional Palestina a las negociaciones de paz con Israel. Fue un elemento positivo que no podía menos que aportar a una atmósfera propicia para reanudar las conversaciones.
Lo preocupante al respecto fue lo que antecedió a esa autorización: el pedido de luz verde por parte de la Autoridad Palestina a los países árabes o sea la supeditación del proceso al consentimiento de la Liga Arabe. Preocupante, decimos, por dos razones. En primer término, porque parecía una autolimitación impuesta por los palestinos a su margen de maniobra en temas que le atañen, que podría también equivaler a un bloqueo de todo proceso negociador. Recordemos que la enorme mayoría de los miembros de la Liga Arabe son sumamente hostiles a Israel y ni le reconocen, por lo cual no se puede dar por sentado que su tendencia natural sea aportar a una paz justa en la zona. Las grandes excepciones son Egipto y Jordania, que suscribieron tratados de paz formales con Israel.
Pero además, nos resultó preocupante aquel pedido palestino a la Liga Arabe, porque la historia no ha demostrado demasiada generosidad, por decirlo delicadamente, de parte del mundo árabe respecto a los palestinos . Claro que con el tema palestino y la defensa de “la justa lucha por los legítimos derechos palestinos”, se han llenado la boca numerosos gobernantes árabes y musulmanes en las últimas décadas. Pero en la práctica, han estado lejos de ser sus verdaderos protectores.
La decisión de la Liga Arabe en noviembre de 1947 de rechazar la Partición de Palestina en un estado judío y otro árabe como había recomendado la resolución 181 de la Asamblea General de la ONU, tuvo un efecto nefasto sobre los árabes que vivían en la tierra en la que ello debía concretarse, creándose así el problema de los refugiados palestinos. El interés de los palestinos no era lo que tuvieron ante sus ojos los estados árabes jamás. Pero no mencionamos este punto como mero recuerdo histórico, ya que en ese caso uno podría preguntarse para qué plantearlo si de todos modos, al final, la Liga Arabe aprobó hace un mes el regreso de los palestinos a la negociación con Israel.
Lo planteamos porque se trata también de una cuestión de presente, muy clara, que incide en la vida de los palestinos. Y dado que uno de los temas que la Autoridad palestina colocará por supuesto sobre la mesa al sentarse con Israel, será el de los refugiados palestinos, hay información que resulta clave tener bien presente respecto al rol que los países árabes han jugado y siguen jugando en ese punto. Los palestinos instalados,como refugiados, en distintas partes del mundo árabe, viven con serias limitaciones. En la mayor parte de esos países-como por ejemplo Líbano, Siria, Egipto y en menor medida en Jordania- no tienen derecho a propiedad, no tienen seguro de salud y ven vedado su acceso a gran cantidad de empleos.
El 17 de agosto, se informó que el Parlamento libanés aprobó por primera vez en 62 años una ley que otorga a los refugiados palestinos algunos derechos civiles, como la participación en actividades empresariales , un seguro de salud y la posibilidad de organizarse para crear fondos que paguen por accidentes laborales.Sin embargo, numerosas profesiones continúan fuera de su alcance y siguen teniendo grandes limitaciones, además del problema de fondo de la continua reticencia de los empresarios en lo relacionado a dar empleo a palestinos.
La nueva votación, aunque fue calificada por algunas fuentes como “un paso en la dirección correcta”, no es suficiente. Los palestinos siguen sin poder beneficiarse de servicios públicos diversos, tienen restringido el acceso a universidades y continuarán teniendo vedado el derecho a la propiedad privada. Todo ésto es especialmente grave, considerando cuán a menudo figuras libanesas invocan “los derechos palestinos” para criticar o atacar a Israel.
Rami Khouri, destacado periodista libanés, escribió en The Daily Star que “todos los países árabes maltratan a millones de trabajadores extranjeros árabes, asiáticos y africanos, que siempre son considerados un poco mejor que los esclavos o los trabajadores contratados… El maltrato, las pésimas condiciones de vida y el trabajo limitado, la seguridad social y los derechos a la propiedad de los palestinos (en Líbano) son una persistente mancha negra moral”.
Recientemente, el periódico ABC de España publicó una nota de Daniel Iriarte sobre la situación de los palestinos en Líbano, centrándose en una visita que realizó al campamento de refugiados Burj el Barajne. Analizando lo que sucede en Líbano en general respecto a los refugiados palestinos y afirmando que la situación de ese grupo es la peor en todo el mundo árabe, Iriarte escribió: “No tienen libertad de movimientos, ni derecho a la propiedad o al trabajo: existe una lista de más de 70 profesiones de alto rango que no pueden ser ejercidas por palestinos, entre ellas la de ingeniero, médico o abogado”.
Según el periodista árabe del “The Jerusalem Post” Khaled Abu Toameh, ha habido cierta “mejora”: ahora serían “sólo” 50 las profesiones prohibidas a los palestinos… Siguen sin poder desempeñarse como médicos, periodistas, farmacéuticos y abogados.
Las críticas más feroces que hemos oído en el transcurso de los años contra países árabes, vinieron siempre de boca de palestinos. Siempre, fueron testimonios que nos pidieron guardar, citar sin nombre, transmitir sin que se oiga una voz, por razones obvias. “Dicen que lo que los mueve es el deseo de ayudarnos, pero nada más lejos de la verdad”, nos dijo años atrás un funcionario de la Autoridad Palestina en Gaza, que poco antes había llegado de Túnez a dicho territorio, en los comienzos del proceso de paz. “Nos usan porque queda bien, pero no les interesan ni nuestros derechos, ni nuestro bienestar….ni nuestra propia vida”. Otro dato significativo: mientras tantos en el mundo árabe acusan a Israel de ser “el bastión del imperialismo norteamericano en Oriente Medio” , sería ilustrativo recordar que de las donaciones a la Autoridad Palestina llegadas del exterior, por ejemplo en el 2010, sólo el 22% viene de los países árabes. El resto es todo de Estados Unidos y la Unión Europea.
Claro que si realmente la Liga Arabe apoya la opción dialoguista y la negociación con Israel, como alternativa a la posición rechacista y radical de Hamas, su postura es bienvenida. Pero sería conveniente que el Presidente Abbas tenga presentes todos los demás datos aquí mencionados, antes de pedir otra vez permiso a la Liga Arabe para negociar. Al fin y al cabo, serán los palestinos y los israelíes los que paguen el precio de un conflicto no resuelto…digan lo que digan los árabes de afuera.