Los primeros judíos llegaron a Uruguay a fines del siglo XIX provenientes de países vecinos. A partir del siglo XX comenzaron a llegar desde ultramar empujados por la crisis del Imperio Otomano y por las persecuciones del Imperio Zarista. Más tarde llegaron los judíos provenientes de Hungría y finalmente los germanos-parlantes con la asunción de Hitler al poder en enero de 1933 en Alemania.
El grado de religiosidad fue un rasgo especialmente diferenciante ya que entre estos inmigrantes habían ortodoxos estrictos, creyentes que mantenían solamente las tradiciones más importantes, librepensadores y agnósticos. Pese a estas divergencias construyeron un profundo sentido solidario. Poco a poco sinagogas, escuelas, bibliotecas, periódicos en idisch, ladino y castellano, y un cementerio judío fueron construidos.
Estos inmigrantes provenían en su gran mayoría de hogares modestos y al llegar a Uruguay trabajaron en las más diversas actividades: en la industria frigorífica, en la compañía de tranvías, en la venta ambulante, en el comercio y en pequeños talleres de confección y en carpintería. Asimismo, quienes se afincaron en el interior del país formaron algunas cooperativas agrícolas. Uruguay era un país que había abierto sus puertas a los inmigrantes de todas las procedencias y donde la Iglesia estaba separada del estado.
Las posibilidades económicas que brindaba el país ayudaron a un ascenso social. Con un claro sentido de la identidad los judíos se fueron integrando graduablemente a la sociedad. Sus hijos empezaban a nacer en este nuevo país latinoamericano en el que habían decido echar raíces.
La inquietante situación europea con el crecimiento del nazismo y del fascismo, y las consecuencias sociales en nuestro país, hizo que la colectividad judeo-uruguaya se organizara y librara una intensa lucha, en colaboración con los sectores democráticos de la sociedad uruguaya.
El Comité Central Israelita del Uruguay desempeñó desde 1940 un importante papel en esos años difíciles y, hasta nuestros días, es la entidad representativa de los judíos uruguayos y de las instituciones judías sionistas.
Asimismo el Comité contribuyó en forma activa a la tarea que posibilitó la creación del Estado de Israel.
Hoy en día la mayoría de la población judía vive en Montevideo. Sin embargo existen núcleos de poblaciones en Paysandú en forma organizada. La población judía del Uruguay es de un 1 % de la población total uruguaya.