La presencia de los Príncipes de Asturias en Israel, en el marco de su primera gira por Oriente Medio, que les llevará además a los territorios palestinos y a Jordania, reúne un gran valor institucional y una importante carga simbólica, no sólo porque se cumple un cuarto de siglo de normalización de las relaciones diplomáticas entre ambos países, sino por el evidente reconocimiento y sintonía con la única democracia en una región de autocracias y teocracias. A lo largo de estos 25 años, las relaciones entre Madrid y Tel Aviv han sido netamente positivas, aunque han pasado por etapas turbulentas, especialmente protagonizadas por la política exterior socialista de estos últimos años, cuyo sectarismo ideológico perturbó la interlocución entre ambos países.
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