Los Chuetas: Un pueblo arraigado a su esencia

15/Sep/2017

Diario Judío, México- por José Muñiz Gómez

Los Chuetas: Un pueblo arraigado a su esencia

Un estudio realizado por la Universidad de Islas Baleares hace unos años indicaba que un 30% de los entrevistados nunca se casaría con un chueta mientras que un 5% respondió que nunca tendría un amigo chueta. Ante esta información, ¿quiénes son los chuetas? Los chuetas son un grupo de conversos descendientes de los judíos catalanes que escaparon del Pogromo de Barcelona en 1391 y aquellos expulsados de la península ibérica en 1492 los cuales se establecieron posteriormente en las Islas Baleares. Sin embargo, los prejuicios sociales y la presión a los que estos judíos sufrieron los llevó a convertirse al cristianismo y a practicar el judaísmo en secreto. De hecho, esta comunidad seguía realizando prácticas judías como el Shabbat y consumían comida kosher. Aunque la realidad es que la mayoría de los descendientes de estos conversos terminaría siendo católicos devotos y ya para el siglo 19 casi todos en su totalidad, según estimaciones, solo practicaban el cristianismo.
A pesar de esto lo que realmente sorprende de los chuetas no es que en 1435 hubo una conversión masiva en Mallorca la cual dejó dicha isla “sin judíos”, sino su aislamiento del resto de la sociedad balear. A pesar de que ya en el siglo XV la gran mayoría de los judíos en Islas Baleares se habían convertido al cristianismo, predominantemente lo hacían para poder lograr entrar en la sociedad. Un razonamiento lógico para validar el argumento previamente expuesto lo es el hecho de que estos nuevos cristianos se mantuvieron viviendo en el mismo “call”-bloque judío en catalán-donde la comunidad judía estaba localizada. Ya que esto no fue muy bien visto y las acusaciones sobre la “judaización” por parte de los chuetas se fueron incrementando, los chuetas siguieron siendo perseguidos. Es por esto que en 1691 se produjeron 86 actos de fe en contra de conversos chuetas. De estos acusados, 46 eran mujeres. Muchos de los acusados fueron torturados antes de ser cremados públicamente. Indudablemente, esto fue un golpe fuertísimo para los chuetas dando paso al incremento de su aislamiento y los condenó a la endogamia permanente.
Esta aseveración ha sido confirmada en otro proyecto de investigación realizado también por la propia Universidad de las Islas Baleares en la que se demuestra que hay tres grupos distintos autóctonos en las Islas Baleares: un grupo en Mallorca y Menorca claramente parecido al resto de los ciudadanos de la península, otro grupo de origen cabal proveniente de las islas pitiusas y un último grupo con un trazado genético más parecido a las poblaciones de Oriente Medio. Este último son los chuetas de los cuales se entienden aún hay entre 18,000 y 20,000 de ellos viviendo en las Islas Baleares. Uno de los legados más interesante de los chuetas son los 15 apellidos que les separó del resto de la población dentro de su marco social: Aguiló, Bonnín, Cortés, Forteza, Fuster, Martí, Miró, Picó, Piña, Pomar, Segura, Valls, Valentí, Valleriola y Tarongí. Aunque aún falta que el Estado de Israel les reconozca como judíos de plenamente, algo que veo muy complicado ya que la mayoría de ellos practica el cristianismo, el mundialmente reconocido rabino ultraortodoxo Nissim Karelitz dió este primer paso en 2011. En fin, los chuetas son un ejemplo viviente de porqué el pueblo judío aún existe aunque ya no practican el judaísmo en su mayoría. Son una muestra de la resiliencia judía en la diáspora.