La línea que une a Beirut, París y Jerusalem

19/Nov/2015

Semanario Hebreo, por Ana Jerozolimski

La línea que une a Beirut, París y Jerusalem

“Ahora quizás nos entienden”, decían algunas voces estos días, horrorizadas por la barbarie cometida en París y preguntándose si acaso en Francia alguien sentía el mismo espanto cuando se cometen atentados contra civiles en ciudades de Israel.
También surgía la pregunta de por qué no se embanderan con los colores de Israel los perfiles en Facebook de quienes realmente repudian los horrores todos, cuando son los israelíes los asesinados.
No es políticamente correcto plantear el análisis en esos términos, porque lo central, lo primero, es condenar la matanza de inocentes en París, sin comparaciones de ningún tipo con nadie ni con nada.
Al mismo tiempo, entendemos la lógica, aunque en cierta medida chocante, del pensamiento. Chocante decimos, ya que claro está que detrás de ello no hay alegría ni regocijo de ningún tipo. No lo puede haber. Sería también un horror.
Pero entendemos la lógica, decíamos, ya que a menudo, cuando son los israelíes los atacados, no pocos tratan de “entender” a los atacantes. Claro que están siempre los hombres de buena voluntad que tienen clarísimo que el terrorismo es condenable venga de donde venga y que salen a hacerlo independientemente de la identidad de las víctimas. Pero también están aquellos, en los medios y en la opinión pública en general, en diferentes partes del mundo, para los que los que acuchillaron son “supuestos” terroristas y los que detonaron un cinturón explosivo “se inmolaron” por su desesperación.
Y nosotros creemos que no… que no lo hacen por desesperación , porque son aquellos que arruinan toda esperanza de paz y progreso cuando matan. Y tampoco consideramos que ellos mismos crean estar ayudando a su pueblo o sus correligionarios. Es que su meta es otra, no construir.
Un mismo hilo conductor pasa por los atentados en Israel, en Paris y poco antes de la capital gala, también en Beirut, donde-recordemos-los asesinos del Estado islámico cobraron la vida de más de 40 personas en una zona chiita. Claro está que cada lugar tiene sus circunstancias especiales, que cambian rostros y realidades específicas, pero creemos que la lógica de fondo, es la misma.
Es que por más conflicto que haya entre Israel y los palestinos, uno de cuyos elementos (no el único, ni por lejos) es el territorial, por más rivalidad que haya entre Hizbala y el Estado Islámico , ambos musulmanes, por el control en Siria, entre otras cosas, por más que en el caso de Francia se haya atacado al corazón de Europa, lo que hay de fondo es lo mismo: es la mentalidad del absolutismo ideológico que odia la libertad , que no acepta al otro ni quiere derrotarlo en un intercambio de ideas sino de sangre.
No olvidamos tampoco que el caso de Beirut tuvo sus particularidades, ya que el Estado Islámico atacó la zona considerada bastión de Hizbala, la Dahyya, por el papel que juega Hizbala en Siria. Claro está que ni Hizbala ni el Estado Islámico defienden en Siria nada loable. Ambos han matado civiles y ambos representan al oscurantismo. Pero eso no quita incluir a los civiles asesinados en Beirut, en la misma bolsa de víctimas de un terrorismo asesino, independientemente de su identidad religiosa.
El razonamiento de quienes actúan de esta forma, es el mismo, más allá de métodos propios de cada uno e inclusive de la cantidad de muertos. Es el mismo en Israel y Francia. Cuando es uno el muerto, el israelí herido fatalmente por un hachazo y disparos de un terrorista en un ómnibus en Jerusalem, y cuando son 129 los muertos en París.
En la capital gala, buscaron varios escenarios simultáneos para multiplicar el espanto.  La grandeza de París y lo que representa, habrán dicho, vale la pena el esfuerzo.
Cuando atacan Francia hablan de los Cruzados, cuando atacaron Madrid años atrás otros extremistas musulmanes hablaron de Al Andalus y el Califato perdido, y cuando atacan en Jerusalem hablan de los palestinos y de Al Aksa.
Pero todos, de hecho, hablan de lo mismo.
Por eso, cuando vuelan civiles en Jerusalem, el terrorismo está atacando también en París. Cuando hay disparos y bombas en París, están atacando a Occidente todo. Es que en París, nos han querido matar a todos los que no pensamos como ellos. Lo que falta que se entienda cabalmente en el mundo, es que también cuando atacan en Israel, están atacando al mundo libre todo… e intentando matarlo, aunque se llenen la boca de otros argumentos.