Documental recoge la historia de los joyeros judíos en Cuba

15/Feb/2018

Cubanet

Documental recoge la historia de los joyeros judíos en Cuba

La poco conocida historia de los judíos
europeos que llegaron a Cuba durante la Segunda Guerra Mundial es la base de un
documental firmado por Judy Kreith y Robin Truesdale, con el que esperan que
aquel espíritu de acogida “resurja en el mundo actual”.
El filme “Cuba’s Forgotten Jewels, a Haven in
Havana” (Las joyas olvidadas de Cuba, un refugio en La Habana), reconstruye en
concreto el caso de los desplazados judíos que llegaron a la isla caribeña y
desarrollaron allí su oficio de pulidores de diamantes.
Judy, profesora de danza, y Robin, productora
de cine, se interesaron hace casi una década en la historia personal de Marion
Finkels Kreith, madre de Judy, quien, cuando tenía 14 años, escapó de Europa
hacia Cuba, una de las pocas opciones existentes para los refugiados en aquel
momento.
“De niña yo escuchaba algunas historias de la
infancia de mi madre, pero solo mucho tiempo después entendí la historia
completa”, afirmó a Efe Judy, que como Robin, reside en Denver, Colorado.
Al comenzar el proceso de investigación del
documental, no solo se encontraron en
La Habana, Cuba, con numerosas historias
similares a la madre de Judy, sino que muchas tenían una avanzada edad y por
ende había que empezar a registrar inmediatamente esas memorias.
“El día que decidí hacer el documental mi vida
cambió”, confesó la bailarina, que se embarcó en el proyecto con Robin, una
compatriota “sin experiencias de inmigración” y que aportaría la visión técnica
y cinematográfica al proyecto.
Tras arrancar en 2010 con unas primeras
entrevistas hechas principalmente en Estados Unidos, cinco años después comenzó
formalmente la producción del documental cuyo metraje es de 46 minutos y se
estrenó en 2017, tras lo cual ha iniciado un peregrinaje por festivales como en
el reciente Miami Jewish Film Festival.
Robin hace hincapié en que desde el inicio
tomaron la decisión de producir un documental con una duración que consideraran
“apropiada” y que nunca se planteó como largometraje, “aunque no por falta de
material”.
“Nuestro foco son las historias personales. Y
esas historias son esperanzadoras y positivas”, comentó Robin, tras aludir a
otra de las premisas: que el tema no se desviara hacia cuestiones políticas.
Tal como se refleja en el documental, a su
llegada a La Habana, Marion y otros jóvenes refugiados comenzaron a trabajar en
lo que en los primeros años de la década de 1930 era una nueva industria en
Cuba: la de los diamantes.
Había sido creada por expertos en pulido de
joyas que habían escapado del nazismo a Cuba y que, debido a sus conexiones
internacionales, lograron transferir a La Habana los negocios que antes tenían
en Europa. Los maestros contrataban a jóvenes refugiados para enseñarles cómo
cortar y pulir las gemas.
Pero el documental no se enfoca sólo en lo
sucedido entre 1933 y 1944, años en los que se calcula llegaron a Cuba unos
12.000 refugiados judíos, sino también en el presente.
“Los traumas y desafíos del pasado y la
energía y actitud positiva del presente, son muy relevantes”, puntualizó Robin,
lamentando que en la actualidad se cuestione en EE.UU. a los inmigrantes y se
desconozcan su talento y sus aportes.
El filme ha recuperado el valor de aquellas
experiencias, vistas ahora desde una nueva perspectiva. La cinta, dicen las
directoras, ha servido para ubicar esas historias en el contexto actual y ha
propiciado un diálogo.
“Mis padres fueron refugiados. Mi esposo es
extranjero y esta semana obtuvo su residencia permanente en Estados Unidos.
Ahora entiendo lo que es ser inmigrante y refugiado. Ahora entiendo lo que
ellos sintieron. Y a pesar de sus muchos años aquí, aún se sienten como
extranjeros”, afirmó Judy.
A pesar de evitar temas políticos, pasados o
presentes, el documental ha generado algo de controversia y Robin pide que se
vea su trabajo como “una obra educativa” que comparte historias de “compasión
hacia los extranjeros”.
El documental ha sido traducido al español y
al hebreo, y en las próximas semanas se presentará en Minneapolis, Nueva York,
Denver, Chicago, Seattle y Los Ángeles, entre otras ciudades estadounidenses.
Las realizadoras esperan presentarlo también
en ciudades latinoamericanas, por la relevancia del tema para las comunidades
judías.
“Sé compasivo. Uno nunca sabe lo que un
inmigrante o un refugiado va a traer. Si cierras tu corazón, nunca lo verás”,
apunta Judy a modo de cierre.