Si yo fuera una mujer palestina

09/May/2024

Enlace Judío México- por Nadia Cattan

Enlace Judío México- por Nadia Cattan 

No cabe duda de ello, en el futuro los judíos en el mundo y en el Estado de Israel conmemorarán el 7 de octubre de mil maneras distintas: habrá un profundo dolor, los rostros de las víctimas serán impresos en fotografías y seguramente habrán cientos de velas encendidas. Pero si hay alguien más que debería de conmemorar también este trágico día, es el pueblo palestino, pues el 7 de octubre con el ataque perpetrado por la organización terrorista Hamás, afectaron de manera trágica su propio destino.

 Si yo fuera una mujer palestina y me encontrara en el caos y la destrucción que hoy es la Franja de Gaza, odiaría con todas mis fuerzas a mi gobierno Hamás, me preguntaría ¿en qué estaban pensando cuando realizaron el ataque del 7 de octubre? Era obvio que la respuesta de Israel iba a ser letal.

Y es que no es un tema tan complejo, a la vista de todos está claro cuál es el camino más conveniente y más correcto. Para tener paz solo había que repetir lo que hicieron Egipto y Jordania: reconocer la existencia del estado de Israel. No es una ecuación tan complicada.

Hoy, tanto Egipto como Jordania son países que lo único que tuvieron que hacer para vivir con tranquilidad fue renunciar a la guerra, tan simple como aceptar una coexistencia, ¿por qué los palestinos en tantos años no han podido hacer lo mismo?

Si yo fuera una mujer palestina me daría cuenta que los millones de dólares que llegan para la Franja de Gaza cada año, son incautados por el gobierno para destinarlos al terrorismo, dejando al pueblo palestino hundido en una pobreza que ya parece eterna.

Si yo fuera una mujer palestina me daría cuenta de que nuestra amenaza de acabar con el país judío, solo ha empeorado nuestras propias condiciones de vida, pues el estado de Israel ha tenido que controlar nuestras fronteras porque saben que al mínimo descuido serían víctimas del terrorismo palestino, tal como sucedió el 7 octubre, tal como tantas veces ya ha ocurrido.

Y es que las diferentes organizaciones terroristas de Palestina han cometido una infinidad de atentados en el pasado:

Tan solo durante la segunda intifada, el 12 de octubre del año 2000 en Ramala, 2 soldados israelíes fueron asesinados, sus cuerpos desmembrados y arrojados por la ventana.

El 1 de junio del 2001 un terrorista suicida de la Yihad Islamica se explotó afuera de la discoteca Dolfinaruim en Tel Aviv, 21 adolescentes israelíes murieron.

El 9 de agosto del 2001 un terrorista se inmoló en una pizzería en Jerusalem asesinando a 15 personas y dejando 130 heridos.

Los atentados que las organizaciones terroristas palestinas han cometido contra población israelí ya son incontables. Si yo fuera una mujer palestina, me daría cuenta que cada atentado terrorista ha aumentado las medidas de seguridad que Israel aplica, y por lo tanto, cada medida de seguridad ha afectado a la población palestina un poco más, tanto a la economía, como a su dignidad y su libertad.

Si yo fuera una mujer palestina también aceptaría que las medidas de seguridad del estado de Israel son bastante razonables, sobre todo tomando en cuenta que el objetivo de Hamás, el gobierno que el pueblo palestino eligió en el 2006, es destruir al país vecino. Ese odio ha perjudicado en gran medida a la misma Franja de Gaza

¿Cómo se cuidarían otros países si tuvieran que vivir bajo esa misma amenaza?

Si yo fuera una mujer palestina me daría cuenta que el peor error de mi pueblo ha sido elegir el terrorismo como estrategia. Porque es ese terrorismo, el que hoy tiene al pueblo palestino sobreviviendo en un sitio destruido.

Si yo fuera una mujer palestina le pediría perdón a tantos niños inocentes en la Franja de Gaza, le pediría perdón a mis propios hijos, que merecían tener una infancia normal, pero que sus padres y abuelos prefirieron apoyar, de un modo u otro, a la organización terrorista Hamás, lo que sólo los ha llevado a una vida de sufrimiento, de muerte y de soledad.

Si yo fuera una mujer Palestina, lamentaría el 7 de octubre como nadie más.