Uruguay “no puede ser indiferente” y debe “tomar partido” en el combate al terrorismo porque el problema “no conoce fronteras”

19/Nov/2015

Búsqueda

Uruguay “no puede ser indiferente” y debe “tomar partido” en el combate al terrorismo porque el problema “no conoce fronteras”

Las relaciones bilaterales “son excelentes” después de atravesar por su peor momento en la historia durante el gobierno de Mujica, dice la embajadora de Israel, Nina Ben-Ami.
El comienzo de la misión diplomática de Nina Ben-Ami no pudo ser peor. En su primer día en la Embajada de Israel en Uruguay, el 4 de agosto del 2014, el entonces presidente José Mujica hizo unas declaraciones que, casi de modo automático, llevaron las relaciones bilaterales al peor momento de su historia. Consultado por la prensa acerca de la ofensiva militar que Israel desarrollaba en la Franja de Gaza. Mujica respondió: “Cuando se bombardean hospitales, niños y viejos me parece que es un genocidio”.
Como embajadora, su plan era mantener un perfil bajo, pero las afirmaciones del entonces mandatario echaron por tierra esa estrategia en menos de 24 horas. Ben-Ami salió a los medios y, según dijo en entrevista con Búsqueda, junto con la comunidad judía local lograron que el gobierno dejara de lado su postura “casi antisemita” y “peligrosa para Uruguay” de acusar a Israel de genocidio.
Ese comienzo difícil es solo un recuerdo ahora que Tabaré Vázquez ocupa la Presidencia de la República. La embajadora nota el cambio y, a modo de ejemplo, señaló que Uruguay fue uno de los primeros países en condenar los ataques contra civiles israelíes que los palestinos comenzaron hace pocas semanas.
Una vez que Uruguay integra el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Israel espera que el país ayude a que los palestinos vuelvan a sentarse a negociar la paz en la región y que respalde “el derecho” israelí de defenderse.
-¿Cuál es la situación de las relaciones entre Israel y Uruguay?
-Las relaciones son excelentes. Cuando llegué en agosto del año pasado sabía que tradicionalmente la relación entre Israel y Uruguay era de amistad. Ahora, con este presidente y con la Cancillería tenemos excelente vínculo.
-Usted llegó a Uruguay sobre el final del período de José Mujica, cuyo gobierno no tuvo las mejores relaciones con Israel. ¿Nota un cambio desde la llegada de Vázquez?
-Hubo cambios, no se puede decir que no. Pero también con el gobierno anterior tuvimos diálogo desde el primer día, en una relación muy franca y abierta. Cuando no teníamos la misma posición siempre pudimos dialogar con el ministro Almagro de modo sincero. El año pasado, cuando la Embajada enfrentó momentos complicados, la Cancillería dio ayuda. Cuando hubo votos importantes también en la ONU, Uruguay ayudaba la posición israelí.
-Hubo episodios mediáticos fuertes, como las declaraciones de Mujica de que Israel estaba cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza. ¿Piensa que los roces a nivel público fueron muy fuertes pero que a nivel diplomático el trabajo fue más fluido?
-El momento más bajo fue mi primer día en la Embajada. Llegué el primero de agosto, un viernes, y mi primer día en la Embajada fue el lunes 4, y ese día fueron las declaraciones famosas de Mujica sobre el genocidio. Fue un momento bajo históricamente, no en el buen sentido. Y por eso salí a hablar con la prensa, con la Cancillería, para mostrar que esta es una línea que no se puede dejar pasar. Pienso que con nuestro trabajo junto con el de la comunidad judía, de decir que esta es una línea que no es verdad, que estaba al límite del antisemitismo y que es peligroso para Uruguay, ayudamos a cambiar este postulado. Me acuerdo que después Almagro decía que no fue genocidio, que no cumplía con la definición internacional. Y Mujica nunca más lo repitió.
-El embajador de Palestina dijo en una entrevista con Búsqueda que espera que Uruguay apoye la “causa palestina” una vez que ingrese al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. ¿Qué espera Israel?
-Esperamos que Uruguay, que tiene valores democráticos comunes con Israel, va a seguir en la posición de apoyar las negociaciones como la vía para llegar a la paz. Para ser más concreta, espero que Uruguay pueda ayudar a lograr que los palestinos vuelvan a la mesa de negociaciones, en la que ya hace más de un año que no están. Cada vez que estamos a punto de avanzar en acuerdos concretos, los palestinos se van de la mesa de negociaciones. Otra cosa que es importante para nosotros es que Uruguay apoye el derecho de Israel de defendernos. Julio y agosto del año pasado fueron meses de cohetes diarios al pueblo israelí lanzados desde la Franja de Gaza. Nosotros salimos de la Franja de Gaza hace diez años, no hay israelíes, colonos, gente del Ejército. Pensábamos en Israel que Gaza podía ser un modelo para llegar a la paz. Cuando salimos, que fue un costo para nuestra sociedad civil porque tuvimos que sacar gente de sus casas con nuestro Ejército y hasta retirar los muertos de los cementerios, pensamos que era para un futuro mejor. Y fue al revés: recibimos más violencia y cohetes al sur de Israel. Entonces, hay que ver la realidad como está y no cómo queremos que esté. Y la realidad es que hay en el lado palestino una negativa muy fuerte a la existencia del Estado de Israel.
-Según el embajador de Palestina, la propuesta electoral que llevó a Mahmud Abbas a la Presidencia incluyó el apoyo a la existencia de dos Estados en la zona y que esa es la política que defiende su gobierno.
-Y su partener en el gobierno es Hamas, que no es una ONG pequeña que milita en la noche para cambiar la vida, sino que tiene una posición muy feroz contra la paz y contra el derecho a existir de Israel. La Autoridad Palestina no hace nada para confrontar ese elemento no pacífico en su gobierno. Que no solo tiene ideas y palabras, sino también cohetes y misiles y los utilizan contra Israel. En la entrevista, el embajador palestino dice “Olvídate de Hamas”. Es emblemático del problema con la autoridad palestina. No podemos olvidarlo. No es un grupo minúsculo, es un partido de gobierno y son responsables de parte de la violencia contra Israel. Si los palestinos quieren un país, deben ser responsables de su territorio.
-En 1994, cuando Isaac Rabin y Yasser Arafat firmaron los acuerdos de paz, decidieron avanzar aun cuando se producían atentados terroristas por parte de personas que no querían que las negociaciones prosperaran. ¿No puede haber, otra vez, un esfuerzo y dar señales de avances aunque haya atentados?
-Hay que hablar de todo, pero no podemos siempre estar esperando que una precondición se cumpla para negociar. El tiempo se va. Y en ese tiempo una joven generación de palestinos está creciendo en un sistema educativo y de gobierno con odio. Tengo miedo que la futura generación de palestinos ya esté perdida y no quero eso, no solo por ellos sino por mí.
-Desde el gobierno palestino se dice que uno de los mayores problemas para alcanzar la paz son los territorios ocupados. Incluso, el embajador dijo que los palestinos no ven ciudadano israelí sino colonos, a quienes calificó de ladrones y objetivos justificados de ataques. ¿Qué opina al respecto?
-Leí eso y fue un poco triste. Asesinando a los judíos en la calle porque los consideras unos ladrones, no me parece un camino que va a llegar a nada.
-Los palestinos dicen que mantener un territorio ocupado tampoco ayuda al proceso de paz.
-Si estamos hablando de territorios que están disputados, de Gaza salimos ya. La idea de hacer concesiones territoriales para llegar a la paz la adoptamos en Gaza, pero no llegamos a la paz. Por eso ahora, en Cisjordania, tenemos que tener cuidado. Si salimos unilateralmente de ese territorio, que está al lado de nuestra zona metropolitana más grande, y empiezan cohetes a salir de Ramala y llegan a Tel Aviv o al aeropuerto de Ben Gurión, millones y millones de personas estarían en riesgo. Entonces, no podemos sacar de la ecuación la seguridad para intentar llegar a la paz. Son dos temas vinculados.
-Parte de la comunidad internacional cuestiona que Israel está consolidando los asentamientos en territorios ocupados. ¿Es correcto fortalecer la presencia de los colonos en esos territorios?
-Esos colonos, esas personas, están viviendo en un territorio que controlamos como consecuencia de una guerra que nosotros no empezamos. No estamos construyendo más asentamientos, pero la gente que está viviendo tiene derecho a seguir allí hasta que lleguemos a una solución. Quizás un día tengamos que sacarlos. Nosotros ya sacamos gente de territorios. Sacamos gente del Sinaí para llegar a la paz con Egipto, con Jordania también. Lo hicimos con los palestinos en Gaza. No se puede decir siempre que los israelíes son culpables de todo, necesitamos ver la responsabilidad del lado palestino también. Creo que los palestinos tienen que hace también trabajo en su sociedad para sacar el odio. No podemos sacar la realidad israelí-palestina de su contexto regional. Israel es un pequeño país de 22.000 kilómetros cuadrados en un Medio Oriente en el que ahora hay mucha violencia. Hezbollá, en el norte, tiene 100.000 misiles con su cabeza apuntando a Israel. Con Egipto tenemos la paz, pero en Sinaí hay grupos radicales, uno más radical que el otro –hasta el Estado Islámico está ahí- y es una amenaza también. Está Irán en el este, que está en camino para conseguir un arma nuclear. Somos un pequeño país, necesitamos cuidar, proteger nuestro país y alcanzar la paz.
-¿Esperaba más condenas de gobiernos occidentales a los ataques que en los últimos días hubo de palestinos a civiles israelíes?
-Las hubo. Uruguay condenó la violencia contra civiles israelíes. Fue uno de los primeros en el mundo en sacar una declaración sobre la violencia contra civiles israelíes.
-¿Es un ejemplo práctico del cambio que ve en las relaciones bilaterales tras la llegada del nuevo gobierno?
-Sí. Se pronunció la ONU, el Departamento de Estado norteamericano, la Cancillería de Canadá y después Uruguay. Esos creo que fueron los primeros.
-Después de los atentados en Francia el viernes 13, el presidente Vázquez dijo que nadie está libre del terrorismo. ¿Cree que Uruguay debería tomarse más en serio estas cuestiones ahora que va a integrar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas?
-La experiencia israelí es que estas cosas no conocen fronteras. Hay Embajadas israelíes en todo el mundo que reciben amenazas o ataques. No está muy lejos lo que pasó en Buenos Aires en 1992 y 1994. El año pasado, un agente vinculado con Hezbollá fue detenido en Perú. Ojalá que Uruguay quede afuera de todo eso, pero creo que no es la situación. Hay que tomar partido en este mundo, no se puede ser indiferente a lo que pasa afuera.
-El ex presidente Sanguinetti dijo que el ingreso de Uruguay al Consejo de Seguridad puede causarle problemas.
-Creo que la cuestión del Consejo de Seguridad no es el problema. El problema es que el mundo es global. El mundo cambió, las amenazas son mundiales y también tienen que serlo las responsabilidades para enfrentarlas.
-¿Piensa que lo ocurrido en Francia fortalece la posición de Israel en su reclamo de comprensión por parte de la comunidad internacional?
-Israel es solidario con Francia. Comprendemos, sabemos lo que es recibir ataques a civiles en su capital, en sus ciudades. Puede ser un llamado a despertarse al mundo. Cuando pasa en Israel es como que se trata de algo que puede suceder, pero cuando pasa en Francia, es otra cosa, la gente queda más shockeada. Es triste pero hay algo de verdad. Es por eso que puede ser un llamado de atención al mundo. Ojalá que no llegue a Francia, ni a Israel ni a nada, pero necesitamos tener determinación y ver la realidad como es. Ignorar la realidad no ayuda, no protege contra nada. Hay que ver que hay gente en este mundo que no quiere nuestros valores de libertad.