Uruguay acusó a Siria de cometer “crímenes contra la humanidad” en Naciones Unidas y se alejó del “eje bolivariano”, China y Rusia.

01/Mar/2012

Búsqueda, Edison Lanza

Uruguay acusó a Siria de cometer “crímenes contra la humanidad” en Naciones Unidas y se alejó del “eje bolivariano”, China y Rusia.

1-3-2012
En 15 días, el Consejo de Derechos Humanos de ONU, que preside Uruguay, volverá a revisar la situación de Irán.
Escribe Edison Lanza
Uruguay y varios países occidentales encabezaron esta semana en Naciones Unidas una ofensiva contra el gobierno de Siria por crímenes contra la humanidad, una posición que en asuntos vinculados a los derechos humanos vuelve a mostrar al gobierno de José Mujica alejado de las posiciones de los países pertenecientes al “eje bolivariano”, China y Rusia.
El hecho de ejercer la Presidencia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas determina que Uruguay deba adoptar un alto perfil en asuntos vinculados a los derechos humanos. En dos semanas el gobierno deberá definir una nueva posición trascendente sobre la situación de los derechos humanos en Irán, un régimen cuestionado y al borde del conflicto con Israel, pero que Uruguay no condenó el año pasado cuando el tema se consideró en esa misma instancia.
El martes 28, durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para tratar el tema de las violaciones a los derechos humanos en Siria, el canciller Luis Almagro condenó duramente al régimen de Damasco y lo hizo responsable de hechos “susceptibles de constituir crímenes contra la humanidad”. El jefe de la diplomacia uruguaya llamó a las Naciones Unidas a buscar la forma de detener esa situación, sin caer en la intervención armada, como ocurrió en el caso de Libia.
“Uruguay ha apoyado y copatrocinado la celebración de este debate urgente y desea expresar su gran preocupación por la grave crisis política en Siria que ha determinado una continua violación de los derechos humanos y libertades fundamentales de la población civil de ese país”, dijo Almagro durante su intervención.
“No hay nada más repudiable que cobrar víctimas inocentes entre sus propios gobernados”, acusó el canciller uruguayo. “Siria debe poner fin a las ejecuciones arbitrarias, al uso excesivo de la fuerza, al asesinato y a la persecución de manifestantes, de defensores de los derechos humanos y de periodistas. Deben cesar de inmediato las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzosas”, subrayó.
Almagro explicó que Uruguay “no puede permanecer callado frente a los asesinatos de niños durante manifestaciones y las prácticas generalizadas de detención arbitraria, tortura y malos tratos”.
En la vereda opuesta, Rusia, China, Cuba, Venezuela y Ecuador intervinieron en el debate con posiciones que buscaron conciliar con el gobierno de Bashar al-Assad. Estos países denunciaron “la politización” del organismo de la ONU y rechazaron categóricamente cualquier intervención extranjera, argumentando que es responsabilidad única de los sirios –tanto del gobierno como de los grupos de la oposición- ponerle fin al conflicto.
El embajador sirio Faisal al-Hamwi protestó y respondió a las acusaciones de la mayoría de países que condenaban el régimen de su país. “El único objetivo de este período de sesiones es atizar las llamas del terrorismo y potenciar la crisis en mi país con medidas de apoyo a los grupos armados”, manifestó, tras lo cual abandonó la sala del Consejo.
Al-Hamwi consideró que detrás de la presión de la comunidad internacional para que Damasco permita la entrada en el país de organizaciones de asistencia humanitaria está la intención de injerir militarmente en Siria y propiciar un cambio de régimen.
En el otro extremo, la secretaria adjunta del Departamento de Estado de Estados Unidos, Esther Brimmer, afirmó que el presidente “debe irse” para que pueda “formarse un nuevo gobierno democrático que colme las aspiraciones del pueblo sirio”.
En una nueva intervención, Almagro dijo que lamentaba “la negativa del gobierno sirio a aplicar plenamente las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos, así como su persistente falta de cooperación con la Comisión de Investigación independiente al seguir impidiendo que la Comisión tenga acceso al país”.
Valoró la labor desempeñada por la Liga Árabe en la búsqueda de una solución pacifica para esta situación y en particular con el Plan de Acción presentado el 2 de noviembre de 2011 destinado a poner fin a todas las violaciones de los derechos humanos y a todos los actos de violencia. No obstante, Almagro recordó que “después de tres sesiones especiales del Consejo de Derechos Humanos, resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas y la labor de la Comisión de Investigación continúan verificándose en el país persistentes violaciones generalizadas, sistemáticas y graves de los derechos humanos, que son susceptibles de constituir crímenes contra la humanidad”.
“El Consejo debe actuar y tomar las medidas necesarias que faciliten una solución pacífica y conforme al derecho internacional, anteponiendo el interés de las víctimas y la salvaguardia humana como objetivos principales”, agregó.
Por último, Almagro llamó la atención sobre el modo de buscar un cambio de situación en Siria. “Uruguay desea dejar en claro que también es inadmisible llevar adelante la denominada protección humanitaria de civiles como la efectuada en Libia”, terminó diciendo.
Libia e Irán. A continuación de la sesión especial sobre Siria, se ingresó al estudio de la agenda de temas que tiene a resolución el Consejo de Derechos Humanos. Uruguay planteó entonces su “preocupación” ante la situación en Libia. Almagro dijo que es partidario de que ese país siga bajo un monitoreo especial, y no pase –como finalmente se votó- al régimen común de monitoreo periódico. “A pesar de los cambios políticos que tuvieron lugar en ese país, la vigencia de los derechos humanos sigue siendo una asignatura pendiente”, afirmó el canciller.
La posición de defensa de los derechos humanos que adoptó el gobierno uruguayo y su rol en el Consejo de Derechos Humanos lo pondrá sin embargo, frente a otros dilemas. En el marco del mecanismo de revisión permanente, en dos semanas se volverá a discutir sobre la situación de los derechos humanos en Irán.
El 24 de marzo de 2011, ese mismo Consejo puso a votación un relator especial para el estado de los derechos humanos en Irán. En aquella oportunidad la delegación uruguaya se abstuvo en la votación, indicando que la situación de Irán en materia de derechos humanos era vulnerable, pero similar a la de muchos países que no estaban sometidos a una vigilancia especial, por lo que no acompañaba que se aplicara un “doble estándar”.
La posición del gobierno de José Mujica provocó duras críticas de la colectividad judía, la Embajada de Israel en Uruguay y de la oposición, que hicieron notar que en esa ocasión Uruguay no votó junto con la mayoría de los países democráticos.
Consultado por Búsqueda, Almagro dijo que la Cancillería todavía no definió la posición que adoptará para la actual votación sobre Irán. “Basamos nuestras posiciones en la cooperación que los países demuestran con el sistema internacional de derechos humanos. Vamos a estudiar cómo actuó Irán muy detenidamente antes de adoptar nuestro voto”, adelantó.