Simon Schama: Odiar a los judíos es un trastorno psicopático de los demás

26/Sep/2018

Diario Vasco

Simon Schama: Odiar a los judíos es un trastorno psicopático de los demás

Simon Schama es historiador, catedrático en
la universidad de Columbia y “absolutamente sionista”, y mantiene que
“odiar a los judíos es un trastorno psicopático” del resto de
pueblos, aunque su constante exilio huyendo de la persecución no les ha hecho
victimistas sino “cosmopolitas y resistentes”.
El británico (Marylebone, 1945) ha
compilado en “Pertenencia”, que acaba de editar en España Debate, la
historia del pueblo judío desde su expulsión en 1492, con la Inquisición como
“policía” de “la fe verdadera”, hasta finales del XIX, un
texto que concluye con una “profecía”: “Los judíos aún tendrán
que caer más bajo para ser tenidos en cuenta”.
Es una historia, detalla Schama en una
entrevista con Efe a propósito de la publicación de este segundo tomo de su
“Historia de los Judíos, que refleja cómo los judíos nunca pudieron ser,
“nunca les permitieron”, ser a la vez españoles, rusos o polacos.
“La vida es muy difícil cuando no
puedes tener un hogar o llamarlo así a pesar de vivir allí desde cientos de
años antes. Tener algo a lo que puedes llamar casa nunca debería ser un
problema para nadie”, sostiene.
Antes de España ya los habían expulsado
ingleses y franceses, pero lo sucedido en 1492, precisa en su libro, fue
“traumático” porque vivían allí desde antes de los visigodos:
“Es imposible no pensar en ellos cuando hablas de inmigración. Su historia
es la de la humanidad”.
“Los judíos no mantienen un romance
con la tragedia; no son víctimas en una profecía autocumplida, quieren vivir
una vida normal y corriente en cualquier lugar”, afirma el historiador,
cuyo trabajo no le sumerge en los archivos, algo que critican sus colegas, sino
en los libros de historia, en la literatura universal o los textos sagrados.
Se define como “absolutamente
sionista” -movimiento creado por Theodor Herzl que mantiene que la patria
de los judíos es Israel-, pero también subraya que es “un crítico
feroz” del gobierno de Benjamin Netanyahu: “No me queda otro remedio
que serlo si quiero ser un buen sionista”, sostiene.
Para Schama, es “indispensable”
que haya “dos estados, el israelí y el palestino”, el primero en el
territorio que ocupa actualmente, y el segundo en la franja de Gaza, y que
compartan como capital Jerusalén.
“La región es igualmente importante
para ambos. Deben tener espacio por igual. Hace diez años, cuando Mahmud Abbas
-presidente de Palestina- estaba negociando las fronteras se podía haber
resuelto el problema de las fronteras. Era un problema salvable, el problema
eran los asentamientos y sigue siéndolo”.
En la historia, dice, el antisemitismo no
ha tenido siempre la misma intensidad y ahora es uno de los momentos, afirma,
en los que tiene un nuevo impulso.
El antisemitismo, apunta, es un problema de
los no judíos, no de ellos. “Se les culpó de la muerte de Jesucristo y a
partir de ahí se ha seguido. La explicación de tanta animadversión sostenida
1900 años es quizá la que está debajo de un asunto como el odio a los negros.
Es un trastorno psicopático del resto”, recalca.
La dispersión de los judíos, dice, es una
condena pero también una bendición porque les ha permitido tener una
experiencia global como ningún otro pueblo: “El más cosmopolita y
resistente que existe”.
Cree que este segundo volumen -992 páginas
a las que ha dedicado cinco años- no se entiende sin haber leído el primero,
“En busca de las palabras” (2015), porque es “muy bueno” y
“justamente” la parte que habla de los españoles y España “y su
sombra es muy larga”, aunque sea una historia que literariamente se
sostiene por sí sola.
El tercer libro, promete, lo hará dentro de
unos años pero ahora está con otras cosas como sus columnas de arte para New
Yorker, sus documentales para la BBC o sus artículos sobre temas diversos para
el Financial Times.