Sequía, hambruna y terrorismo detrás de la tragedia de Somalia

21/Jul/2011

El Observador

Sequía, hambruna y terrorismo detrás de la tragedia de Somalia

21-7-2011 Emergencia humanitaria. La ONU alertó ayer de la situación en el sur del país
Somalia sufre hoy la peor sequía de los últimos 60 años, que está dejando a millones de niños y ancianos famélicos y a madres con pechos estériles, en una situación que se ve agravada por la presencia del grupo terrorista Al Shabab, vinculado a Al Qaeda. Como culminación de la gravedad de esta realidad, la ONU declaró ayer la hambruna en el país africano, tras verificar que la malnutrición aguda afecta a más del 30 % de niños en dos zonas del sur del país: Bakool y Baja Shabelle.
A pesar de las lluvias torrenciales, que han acabado en los últimos días con la vida de al menos 15 personas en Mogadiscio, la sequía del Cuerno de África ha colocado a cerca de 12 millones de personas en situación de emergencia humanitaria, según han advertido numerosas organizaciones no gubernamentales.
“Esto es más que una sequía. No ha llovido en los últimos tres años. Somos granjeros y dependemos de la lluvia, así que estamos pasando la peor hambruna”, dijo a Efe Haji Ali Osman, un anciano que guió recientemente a 74 familias desde la zona rural de Gurban hasta Mogadiscio en una travesía de cientos de kilómetros para huir de la miseria y buscar alimento en la capital somalí.
El desplazamiento forzado es una realidad cotidiana en Somalia, desde donde 3.000 personas llegan a diario a Etiopía, Kenia y Yibuti escapando de la hambruna. Sólo en la primera mitad de julio, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha registrado a 36 mil somalíes en los tres países vecinos, que este año han recibido a más de 166 mil: cerca de 86 mil en Kenia y de 80 mil en Etiopía y más de 2.000 en Yibuti. La ONU anticipa que al menos 100 mil somalíes más llegarán a Etiopía este año.
El principal mal
Pero “Al Shabab nos está afectando más que el hambre y las sequías. Han secuestrado a todos los hombres para que combatan para ellos. Y no dejan que la población hambrienta se acerque a las zonas controladas por el gobierno para obtener ayuda”, asegura Osman.
Por el momento, la ayuda que la ONU puede aportar dentro de Somalia es limitada debido a que el sur está controlado por esta milicia integrista islámica.
Pero el grupo armado pidió recientemente a los organismos humanitarios que regresaran a Somalia, con lo que UNICEF pudo hacer llegar un primer cargamento de ayuda recién la semana pasada. Este será solo el principio de un muy necesario auxilio, en un país donde los problemas derivados de la sequía se multiplican con los días.
Según el anciano Osman, los 18 días de marcha con las familias hasta Mogadiscio causaron estragos en el numeroso grupo de desplazados, que se tenía que alimentar de las hojas de los árboles.
Saredo Hilowle, de 39 años, apenas puede contar los sufrimientos del camino, en el que perdió a sus cuatro hijos: “No pude enterrar a ninguno. Los dejé bajo un árbol”. Si la sequía acabó con sus hijos, Al Shabab hizo lo propio con su marido, a quien mató bajo la acusación de espiar para el gobierno Federal de Transición de Somalia.
Esta conjunción de factores ha forzado a desplazarse a cientos de miles de personas, bien a Mogadiscio, bien a la vecina Kenia, mientras que la ayuda humanitaria tarda en llegar.
Hacia una solución
El Ejecutivo somalí trató la semana pasada esa situación con cuatro organismos de la ONU: el Fondo para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el ACNUR y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Tras las discusiones, la ONU anunció ayer la revisión de sus necesidades financieras con fines humanitarios para 2011, que aumentó en US$ 500 millones hasta los US$ 7.900 millones, debido sobre todo a la sequía en Somalia y otros países africanos, pero también a situaciones de conflicto, como la de Libia.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), por su parte, pidió a la comunidad internacional US$ 120 millones para proporcionar ayudas a la agricultura ante la grave sequía que vive el Cuerno de África.
Para abordar la crisis en la región, la FAO solicitó US$ 70 millones para Somalia y US$ 50 millones para Etiopía, Kenia, Yibuti y Uganda, y añadió que no hay que olvidar la crisis humana en Sudán y en la República de Sudán del Sur, para las que ya solicitó US$ 37 millones.
En una nota, la FAO advirtió que el hambre ha causado la muerte de decenas de miles de personas en Somalia “y la situación podría empeorar a no ser que se tomen medidas urgentes”.
“Hemos distribuido algunos alimentos, lonas para tiendas y otros bienes básicos, pero no son suficientes para cubrir las necesidades de la gente. Esperemos que la ONU pueda ayudar más”, subrayó el ministro somalí de Defensa, Abdi Hakim Hji Fighi.
Entre tanto, Al Shabab pretende derrocar al Gobierno Federal de Transición somalí, respaldado por la comunidad internacional, e instaurar un Estado radical musulmán de corte wahabí.
Así, Somalia vive sin gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, y pasaron a controlar su territorio señores de la guerra tribales, milicias islámicas y bandidos. (Con base en EFE)