8-3-2012
Por Lic. Rafael Winter (Rufo)
Según el calendario hebreo, hoy es Purim. Una de las festividades más alegres del año judío.
Festividad de carácter histórico por sobre todo.
Un libro bíblico completo, el libro de Ester, nos narra la conocida historia cuyo eje es, sin duda alguna el antisemitismo (pagano en este caso).
Los acontecimientos tuvieron lugar en Persia – actual Irán aproximadamente- con toda probabilidad durante el siglo V AEC. En dicho país reinaba una monarquía. El rey, al cual conocemos como Ajashverosh (Asuero) es identificado por algunos como el rey persa Jerjes. La reina Ester era judía; por un buen tiempo su condición de tal no había sido revelada ni siquiera a su esposo.
Un importante e influyente funcionario real llamado Haman será uno de los ejes de esta historia. Difama a los judíos ante el rey, inventa contra ellos todo tipo de calumnias y falsedades, los considera “distintos” a todos y llega a la conclusión – sumamente llamativa para la época- que a los judíos del reino hay que exterminarlos (Cap. 3 del libro de Ester). El pretexto previo –siempre se utiliza un pretexto o varios- era que Mordejai, judío, integrante de la corte y primo de la reina (según otros, tío), no se quiso arrodillar ante él. Sin duda que el prejuicio, Haman ya lo tenía más que arraigado y su “entredicho” con Mordejai, una excusa. Haman cuenta con el visto bueno del monarca para efectuar una conspiración contra los judíos del reino. Elige por “sorteo” (vaya sorteo) un día para eliminarlos. Por eso el nombre que se le dará a la festividad: “Purim”, de la raíz “Pur”, “sorteo o echar suertes”.
Se pone en campaña, la conspiración avanza pero de alguna forma Mordejai se entera y se lo comunica a la reina Ester.
Esta comienza a actuar rápidamente, con inteligencia, sagacidad y valentía. Revela su origen judío al rey. Logra que el decreto de exterminio sea revocado. Finalmente –resumiendo la historia- la conspiración es desbaratada, la comunidad judía se salva y Haman y sus cómplices reciben el merecido castigo.
Pero no es el castigo de Haman lo que celebramos sino que lo que festejamos –no es lo mismo- es la salvación de una comunidad judía al borde del exterminio.
Llama poderosamente la atención que, 2500 años después, vuelve a aparecer, aproximadamente en el mismo entorno geográfico un “nuevo Haman”, cuyas intenciones son similares a las de aquel. ¿La historia vuelve a repetirse?
Quiso la casualidad que este año Purim coincida con el Día Internacional de la Mujer.
Como dijimos, el personaje central del relato –calificarla de heroína sería lo más apropiado- es femenino, la reina Ester. Ella es una de las tantas mujeres bíblicas célebres. A lo largo de la historia y hasta el día de hoy, vaya si las han habido: conocidas y anónimas.
Pero la figura de Ester nos debe llevar a reflexionar acerca del status de la mujer al día de hoy. Me refiero en general. Sin necesariamente especificar.
Mucho se ha avanzado durante el último siglo. En muchas países y sociedades. Mujeres han alcanzado posiciones prominentes; trabajan a la par del hombre; se les ha otorgado el derecho a votar y ser elegidas. Su destaque público es cada vez más notorio.
Pero no en todas partes.
En muchos lugares sigue habiendo discriminación. Abierta o encubierta. A veces muy grosera.
La emancipación de la mujer no ha llegado a todo el orbe.
Ya sea por razones –entre otras- sociales, culturales, o religiosas.
Incluso en sociedades aparentemente avanzadas, democráticas, la mujer es discriminada en lo laboral. Su status no es el que debiera de ser y el que merece. Aún sigue imperando la desigualdad.
De todos modos se ha recorrido mucho camino.
Todavía queda mucho camino por recorrer.
Bienvenido sea el Día Internacional de la Mujer, por sobre todo para reflexionar y tomar más conciencia sobre este tema.
Purim y el Día Internacional de la Mujer
08/Mar/2012
Lic. Rafael Winter (Rufo)