Protestas en Irán: temores e internas en la selección de fútbol

11/Nov/2022

Ynet Español- por Zeev Abrahami (adaptado por Tom Wichter) 

Ynet Español- por Zeev Abrahami (adaptado por Tom Wichter) 

Así como la sociedad iraní está dividida, también existen divisiones políticas en el equipo nacional que jugará la Copa del Mundo. ¿Habrá manifestaciones de jugadores iraníes en Qatar? ¿Los iraníes podrán aprovechar la plataforma mundialista para revelar las atrocidades del régimen? Crédito foto: Reuters

La injusticia y desigualdad contra las mujeres iraníes en los estadios de fútbol del país, contrarias a las reglas de la FIFA, no fueron suficientes para suspender a la selección de Irán de la Copa del Mundo que se va a disputar en Qatar: los iraníes estarán en la cita mundialista, y tal vez su presencia se corresponda con la de un país anfitrión con antecedentes similares en cuanto a derechos humanos y respetos por las minorías.

Mucho más que en los resultados o sus logros deportivos, los ojos del mundo estarán puestos en cómo los jugadores iraníes, si es que lo hacen, aprovechan la plataforma de la Copa del Mundo para apoyar al régimen o a sus opositores, en el contexto de las recientes manifestaciones que derivaron en una represión brutal y el asesinato de decenas de iraníes.

Cientos o miles de agentes de seguridad e inteligencia acompañarán al equipo a Qatar para espiar a los jugadores y evitar protestas vergonzosas sobre los disturbios que se viven en el país. Pero hay señales que demuestran que algunos no se van a quedar callados y piensan representar a su país con respeto hacia los manifestantes, y no hacia las autoridades.

El miércoles pasado el Esteghlal, uno de los equipos más populares del país, ganó la Supercopa de Irán. Sus jugadores se negaron a celebrar la victoria e incluso uno de ellos rompió en llanto. El director de cámaras se apresuró a terminar la transmisión televisiva cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Un mes antes casi todos los jugadores del Persépolis exhibieron una señal de luto en protesta por los manifestantes muertos. Hubo una excepción: Mehdi Torabi, conocido por celebrar un gol en 2019, en medio de otra ronda de protestas contra el régimen, mostrando una camiseta con la inscripción: “La única manera de salvar al país es obedeciendo al líder”.

El pueblo iraní y quienes se manifiestan en las calles desde la muerte de Mehsa Amini, la iraní detenida en septiembre por la Policía Moral y que perdió la vida bajo su custodia, esperan que el equipo nacional aproveche el escenario internacional para apoyar la lucha y revelar lo que ocurre en el país. En un amistoso ante Uruguay disputado en septiembre el delantero Mehdi Taremi convirtió el gol de la victoria e intentó celebrar el triunfo frente a la afición, pero recibió a cambio una lluvia de críticas: “¿Cientos de niños y mujeres están siendo asesinados y ustedes festejan un triunfo funcional al régimen?”, cuestionó un iraní en las redes.

Mucho más que en los resultados o sus logros deportivos, los ojos del mundo estarán puestos en cómo los jugadores iraníes, si es que lo hacen, aprovechan la plataforma de la Copa del Mundo para apoyar al régimen o a sus opositores.

El liderazgo del régimen iraní advirtió que no dejará sin consecuencias las manifestaciones críticas de parte de jugadores, y que cualquier incidente de este tipo se traducirá en fuertes castigos para ellos y sus familias. Sardar Azmoun, futbolista del Bayern Leverkusen alemán, ya lo padeció: se atrevió a subir en Instagram una publicación opositora al régimen y a favor de las mujeres iraníes que se manifiestan. Allí escribió que sería un gran honor ser expulsado de la selección nacional por su denuncia. Al poco tiempo lo borró y se disculpó con las autoridades, la asociación de fútbol y sus compañeros.

Se estima que Azmoun finalmente será incluido en el equipo que disputará la Copa del Mundo, pero el hecho reveló los desacuerdos internos del plantel: recientemente Taremi y Azmoun se enfrentaron durante un entrenamiento de la selección por sus diferencias respecto al régimen iraní.

A diferencia del mundial de 1998, cuando la selección de Irán derrotó a Estados Unidos en la Copa del Mundo y el equipo fue un motivo de unidad y orgullo nacional, este plantel simboliza la profunda fractura de la sociedad iraní. Las manifestaciones de los últimos meses provocaron que el equipo forme parte del juego político, y dejen de ser una fuente de unificación, felicidad y escapismo de la realidad.

Las esquirlas de este debate también llegaron a la afición iraní. Muchos fanáticos decidieron cancelar su viaje a Qatar y el músico Mohammed Motamedi, elegido como el cantante oficial de la selección nacional, anunció que renunciaba a ese honor. “Con la situación actual, apenas tengo ganas de hablar”, dijo. Muchos respondieron que no abandonarán su interés por el torneo de fútbol, una de las pocas fuentes de alegría que quedan en Irán.

¿Qué se supone que debe hacer un futbolista iraní? Su instinto es jugar, luchar por ganar, avanzar a la siguiente ronda. Pero al menos la mitad de los jugadores de la selección saben que cada gol o victoria favorece al régimen. ¿Cómo se juega al fútbol en el torneo más importante del mundo sabiendo que el patriotismo, esta vez, juega a favor del diablo?