¿Por qué ser amigo de Israel?

13/May/2011

Semanario Hebreo, Verónica Alonso

¿Por qué ser amigo de Israel?

12-5-2011 Son varios los motivos que me llevaron a preferir integrar el Grupo de amistad entre Uruguay e Israel cuando al inicio de la Legislatura tuve la oportunidad de hacerlo por una gran cantidad de Países con los que Uruguay mantiene relaciones de amistad interparlamentaria desde hace ya muchos años.
“Quizás no sea políticamente correcto ser amigo de Israel, cuando hay tantos otros países para profundizar los lazos de amistad” – me habían dicho algunos intentando aconsejarme.
Porque seguramente como bien dice Pilar Rahola: “hoy ser amigo de Israel te crea problemas; ir en contra sale gratis”.
Sin embargo mi convencimiento de integrar este grupo implicaba más que ser políticamente correcta.
Ser “amigo parlamentario”  implica desde mi punto de vista, ver que cosas podemos aprender del otro, buscar acercarnos en aquellos temas que nos unen y que nos permitan fortalecernos a ambos a través de la cooperación y el intercambio mutuo. De esta manera estaremos colaborando en el fortalecimiento en temas como agricultura, medio ambiente, telecomunicaciones, cultura, ciencia y tecnología, entre otros.
Uruguay e Israel a través de los años han compartido relaciones fraternas y amigables. Hemos construido durante años una relación constante y duradera, más allá de los distintos gobiernos que han transitado por uno y otro país. Pero lo más importante que compartimos y que ha permanecido son los valores democráticos que tenemos en común y que hoy más que nunca debemos defender.
Estoy convencida que nosotros los legisladores, debemos cumplir un papel significativo en la “mundialización” de los valores democráticos. En este sentido, la diplomacia parlamentaria debe ser uno de los instrumentos más importantes del Poder Legislativo para fortalecer la integración de la comunidad internacional bajo los principios de la cooperación mutua y equitativa y el respeto a la soberanía de los Estados.
Por eso siento que tenemos mucho para cuidar, defender, intercambiar y profundizar en nuestra relación con Israel.
En primer lugar porque Israel es una democracia como nosotros y comparte los mismos valores, a pesar que muchas veces resulte más fácil mostrar sus defectos que sus virtudes. Esto no significa que estemos de acuerdo, ni defendiendo ni justificando las acciones del gobierno de turno  que puede cometer errores e irregularidades.
En segundo lugar porque Israel es un país que vive en Libertad en su sentido más profundo. Desde su fundación, en Israel se ha respetado la libertad política, la libertad económica, la libertad religiosa, la libertad de pensamiento, la libertad de expresión y de decisión.
En tercer lugar porque Israel es tierra de oportunidades que mira al futuro. Porque si bien siempre ha resultado más sencillo ver una de las caras de Israel, la de la guerra y la insensibilidad; Israel es un país admirable y ejemplar que a pesar de su tamaño y su falta de recursos naturales, ha sido capaz de construir una sociedad próspera, moderna y de primer mundo.
En cuarto lugar porque debemos profundizar valores en los que Israel ha puesto el acento que ha sido en la cultura y el conocimiento. En Israel se han desarrollado prestigiosas universidades y centros de investigaciones científicos de reconocidos méritos de los cuales deberíamos aprender a través del intercambio académico y la cooperación.
Tenemos mucho que aprender de un país que pese a su situación compleja de conflictos, siempre ha mostrado una gran pujanza y un espíritu emprendedor, con un potencial tecnológico y de investigación, que ha permitido que desarrollen el mayor número de patentes, así como también ha generado la mayor cantidad de Premios Nobel del mundo.
La perseverancia, la constancia, el sentido de pertenencia, la defensa por los valores del pueblo y las ganas de vivir son algunas cosas que también podemos aprender del pueblo Israelí.
Por todos estos motivos es que reafirmo en cada oportunidad, que ser “amigo parlamentario” de la única democracia en Medio Oriente donde predominan regímenes totalitarios es vital para seguir desarrollando lazos culturales y políticos intentando que nuestro país logre aportar al bienestar de los pueblos de la región, siempre vigilante para condenar toda agresión o amenaza que atente contra la existencia de Israel.
Ser amiga de Israel, quizá me traiga más problemas en estos tiempos, tal como me advertían, pero estoy convencida como demócrata que soy, que profundizando las relaciones interparlamentarias vamos a contribuir a mejorar los valores democráticos y humanos de ambos pueblos.