¿Por qué no defienden también el Derecho del pueblo Israelí?

06/Abr/2011

Semanario Hebreo, Verónica Alonso

¿Por qué no defienden también el Derecho del pueblo Israelí?

31-3-2011 (Por la Diputada Verónica Alonso-Partido Nacional)
En la tarde del lunes (28 de Marzo) fui convocada como integrante del Grupo de Amistad Parlamentario entre Uruguay – Israel, a recibir junto a los integrantes de las Comisiones de Asuntos Internacionales de ambas Cámaras, a una delegación del Comité por los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino de Naciones Unidas.
Por ser un Comité proveniente de Naciones Unidas, generalmente uno siempre tiene la predisposición positiva acerca de las garantías, el respaldo y la ecuanimidad en su acción.
Sin embargo les confieso que si bien he sido una gran defensora de las acciones llevadas adelante por ONU en múltiples instancias en pos de la paz mundial, en esta oportunidad no lo siento así. Naciones Unidas como Organización Internacional acreditada que es, debería bregar por acciones que vayan en ese sentido, y que las mismas la sigan prestigiando.
En ese sentido, con el mayor respeto que esta Organización Internacional me merece, quisiera transmitir mi sentir con relación a algunas acciones que creo van en sentido contrario al encuentro de una paz verdadera y legítima en el conflicto palestino-israelí.
El Comité por los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino, en la voz del observador de Palestina ante Naciones Unidas, el Embajador Riyad Manssur, realizó en su exposición un agradecimiento al gobierno uruguayo por el reciente reconocimiento al Estado Palestino y bregó por un acercamiento entre los distintos actores involucrados a trabajar por los derechos del Pueblo Palestino.
Por supuesto que en el recinto democrático en el que nos encontrábamos y desde mi lugar como legisladora defensora de la libertad y del respeto por los pueblos, estuvimos de acuerdo en colaborar en todas las instancias que ayuden a defender el objetivo de un territorio, dos Estados, dentro de fronteras seguras y reconocidas. En un pie de igualdad, buscando las garantías necesarias para sus pueblos. Tanto de uno como del otro.
Pero, ayudamos a solucionar el conflicto defendiendo los derechos de una sola parte?
Porque eso es lo que parece defender el Comité por los Derechos del Pueblo Palestino. Así lo dice su nombre, y así lo reafirmaron sus integrantes.
Si realmente busca colaborar en la creación de un entorno favorable para el avance de las negociaciones de paz, que en principio no dudamos que así sea, me hubiera gustado, y con mucha sinceridad y respeto lo transmito, que el Comité fuera por los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino y del Pueblo Israelí. Y no quedar simplemente acotado a una de sus partes. Porque de esa manera, entiendo que se hubiera logrado un dialogo constructivo mucho mayor.
Junto con estas interrogantes acerca de los cometidos y los verdaderos fines del Comité allí presente, se me fueron agregando otras como la de las intenciones de sus miembros.
Entre sus 24 miembros se encuentra Venezuela. No tenemos duda que Venezuela va a trabajar por los derechos inalienables del Pueblo Palestino, pero ¿¿estará comprometida a generar un entorno favorable para que ambos pueblos tengan los mismos derechos??
Así mismo, entre los países observadores se encuentra Siria. Este país, donde hace apenas unos días murieron y fueron heridos cientos de ciudadanos, puede ser observador y garante de una paz verdadera?
Por todas esas razones, creo que el Comité de Naciones Unidas no está acompañando positivamente al proceso de paz, proceso basado en una solución negociada y consensuada entre las partes.
Está muy bien que se bregue por los derechos del pueblo palestino. Pero creo que hay una visión parcial del tema. Porque en ningún momento escuché decir si los miembros del Comité trabajan con aquellos palestinos para que reconozcan el derecho de Israel a existir como Estado judío.
Yo quiero un Comité que defienda los derechos del pueblo Palestino. Al mismo tiempo que defienda los derechos del pueblo judío. Con el mismo sentimiento. Con las mismas ganas y con igual fuerza.
Porque siento que es por la paz que ambos pueblos se merecen.
¿Por qué parece siempre que la libertad y los derechos del pueblo palestino, tienen que ir contra la libertad y los derechos del pueblo judío?
Esa fue uno de las interrogantes que nos planteamos cuando en nuestro Parlamento se cuestionó al gobierno por el apurado reconocimiento a un todavía inexistente Estado Palestino.
Como legisladores debemos buscar reafirmar las bases para el reconocimiento de valores que permitan que dos pueblos puedan definitivamente encontrar el camino del entendimiento. Buscando no tomar partido por uno u otro, con lo cual sólo se fortalece a los violentos que instigan al fanatismo.
La historia de nuestro país, libre y tolerante, ha demostrado que la convivencia entre judíos y árabes es posible. Por eso debemos simplemente ser gestores de buena voluntad para que se pueda llegar a la paz.
A decir de un gran negociador de la paz mundial, Edy Kauffmann,¨debemos ser exportadores de la paz y no importadores de conflictos¨. Ese será nuestro compromiso. Esperemos que también sea el compromiso de nuestro gobierno.