Pilar Rahola, periodista y expolítica catalana: “Uruguay tiene un antisemitismo ambiental que no se nota, pero ahí está”

10/Abr/2025

El Observador

¿Cómo ser más responsables a la hora de comunicar? ¿Hasta dónde queda comprometida la veracidad con el manejo de la información en los tiempos que corren? ¿Qué sucedió con el periodismo y la cobertura de la guerra entre Israel y Palestina luego del 7 de octubre? Esas preguntas, entre otras, fueron parte de los ejes de la charla que trajo a la periodista y escritora catalana Pilar Rahola a Uruguay en una presentación especial que tuvo lugar este martes. Crédito foto: Leonardo Carreño

Durante una hora, la expolítica presentó un encuentro que se celebró bajo el título de Veracidad y responsabilidad en la información, y dejó varias claves para encarar algunos de los desafíos que el periodismo tiene hoy en día por delante, sobre todo en lo que concierne a la forma en la que se abordó el conflicto en Medio Oriente.

Rahola, que fue diputada en el Parlamento de España y se destaca por su análisis crítico sobre conflictos internacionales, entre otras cosas, aseguró en el comienzo de su disertación que “el buen periodismo son los raíles del tren que te permiten caminar por el buen camino e ir contemplando los diferentes aspectos de la vida y entendiéndolo”, pero que “hace bastante tiempo que dio un vuelco” y que “estamos en una crisis muy importante de lo que significa ser periodista o lo que significa la información”.

La periodista española agregó, además, que esa crisis llega también a los valores humanos, que “han sido pervertidos por algunas ideologías, usados y abusados”, y a las instituciones globales como la ONU.

Rahola marcó que ese declive se agudizó a partir del 7 de octubre de 2023, día en que las tropas de la organización terrorista Hamás invadieron territorio israelí en uno de los atentados más grandes de la historia de la guerra en la Franja de Gaza.

“El 7 de octubre ha sido un termómetro de muchas cosas. Lo que ocurrió el 7 de octubre fue una masacre terrible, la matanza más importante del pueblo judío desde la Shoah, un auténtico e inimaginable pogromo en nuestro tiempo. Sin embargo han sido más cosas”, expresó Rahola.

“El problema más grave, aparte de la matanza del 7 de octubre y el hecho de que el terrorismo haya llegado a esos niveles de impunidad y de locura, es que lo que ha ocurrido después también ha sido una tragedia. Es decir, hemos vivido dos tragedias. La tragedia en sí misma de la matanza y la tragedia posterior de un mundo que se ha equivocado prácticamente en todo.”

Según ella, quienes a partir de ese día decidieron defender a Israel se encontraron “desnudos, solos y abandonados”, así como también “las víctimas israelíes han sido abandonadas a su suerte, los secuestrados han sido abandonados a su suerte”.

“Ningún movimiento de los que se manifiestan en las calles de cualquier ciudad europea ha estado a la altura, no lo ha estado el feminismo, no lo han estado los movimientos de izquierdas, no lo han estado tantos y tantos movimientos que teóricamente defendían libertades y derechos humanos, que sin embargo se olvidan de ello cuando hablamos de Israel. Como si Israel no tuviera derecho ni a la Carta de Derechos Humanos, ni a la existencia, ni a ser lo que ha sido al final: un país brutalizado y violentado hasta la locura”, agregó.

Para Rahola, esto marcó además un “fallo sistémico del periodismo”, que cambió información por propaganda.

“Hablar solo de Gaza es mentir. Es quizá la primera mentira del periodismo. ¿Por qué la BBC compra la información falaz de la manera en que la ha comprado? El 8 de octubre vaticiné desgraciadamente lo que ocurriría en un mensaje de Twitter. Entre otras cosas, dije que el periodismo iba a decir que Israel es culpable y que las víctimas son los palestinos. ¿Y por qué lo imaginé? Porque los síntomas estaban ahí. También tenía muy claro que el antisemitismo crecería de manera exponencial y que la izquierda haría un papel de triste figura como el que ha hecho. Y también vaticiné que la institución más grande del mundo, que es la ONU, sería otra vez una organización patética, triste y absolutamente perversa. Lo que no me esperaba fue que la BBC me comprara la propaganda. Y digo la BBC como metáfora, como referente mundial de lo que es la información veraz.”

“El periodismo creíble es el que ha fallado. No solo han fallado las redes, han fallado los grandes medios de comunicación. Hemos estado meses con un proceso de demonización y criminalización de Israel y de sus verdades, convertidas todas ellas en falsedades, y en cambio se han enaltecido permanentemente las fuentes que venían, en este caso, fundamentalmente de Hamás. Al tercer día ya era genocida Israel. Al cuarto día, quien defendía a Israel ya era genocida también. Yo llevo meses siendo genocida. Eso evidentemente impide el debate”, aseguró.

La expolítica catalana recordó que en otras épocas la cobertura de la información internacional tenía varios filtros, y los periodistas encargados de ese tipo de secciones eran “los más serios de una redacción, gente leída, que había viajado y estado en conflictos”. Según Rahola, hoy en las redacciones ese trabajo queda en manos de “becarios con Wikipedia”, lo que termina reproduciendo discursos equivocados o poco fiables.

“Hoy estamos más informados que nunca y nunca habíamos estado tan mal informados. Es decir, la información masiva no es mejor información, es comida basura. Es decir, estamos en un gran McDonald’s de la información”, dijo, y agregó que en ese esquema se instaló la idea de Israel como país “muy malo, muy perverso, que mata niños”.

“La complejidad es muy antipática. El simplismo es fantástico. Si tú puedes decir que estos son malos y estos son buenos, ¿para qué complicarte la vida? Yo para explicar el conflicto de Oriente Medio necesito una hora, pero un tipo para cargarse Israel necesita un minuto. Es el momento de un periodismo que apunta a la rapidez y a la simplicidad. La gente no tiene ganas de leer temas complicados, porque los grandes conflictos son muy difíciles de entender, demasiados matices, demasiadas aristas.”

Además, Rahola aseguró que la situación termina por tener de víctimas también al pueblo palestino, que queda bajo la violencia de Hamás o como “instrumentos” de los intereses de Irán.

“Los palestinos son víctimas de las organizaciones terroristas que dicen defenderlos, que los han puesto en un ciclo permanente de violencia y de muerte. Es decir, si alguien odia a los palestinos es Hamás, si alguien odia a los palestinos es Irán, que los ha utilizado de la peor manera para hacer caer los acuerdos de Abraham e impulsar una matanza.”

“Si algo ha pasado en el periodismo global, en la inmensa mayoría de los casos, es se ha convertido en un altavoz de la propaganda, del prejuicio y de la demonización.”

El feminismo y el antisemitismo

Rahola, que se declaró en la charla como feminista y parte de colectivos que defienden los derechos de la mujer, opinó que el silencio de los movimientos feministas luego de los atentados del 7 de octubre en Israel ha sido “criminal” y “cómplice”. Agregó que el feminismo se ha convertido en un “movimiento que decide quién es víctima en función de la ideología” y que se ha abandonado a “decenas de mujeres brutalmente violentadas”.

Rahola llamó la atención por el crecimiento del antisemitismo en el mundo y en el país, algo que calificó como un indicador del resquebrajamiento de la democracia.

“El antisemitismo ha sido a lo largo de la historia el indicador de la destrucción de la democracia. La alimentación del discurso antisemita ha crecido de manera exponencial. Cuidado con Uruguay. En Uruguay nunca pasa nada, todo es muy tranquilo, pero por el sustrato de abajo, los indicadores del antisemitismo en Uruguay son de los más altos de Latinoamérica. Es un antisemitismo ambiental que parece que no se nota, pero ahí está”, expresó.