Para tener presente, antes de sentarse a negociar

27/Ago/2010

Para tener presente, antes de sentarse a negociar

Para tener presente, antes de sentarse a negociar
(Ana Jerozolimski)
Gran escepticismo envuelve a israelíes y palestinos de cara a la cita del 2 de setiembre en Washington, en la que-respondiendo a la invitación del Presidente Barack Obama-lanzarán la reanudación de las negociaciones bilaterales.
Habría que creer en magia para considerar que de este encuentro saldrá algo concreto que conduzca rápidamente a un acuerdo de paz, pero las dudas sobre su potencial en general, no minimizan la importancia de volver a dialogar. Pasó ya demasiado tiempo sin que lo hagan. En realidad, hasta el hecho que se van a Estados Unidos para hacerlo, simboliza lo ridículo de la situación.Entre la oficina del Premier israelí Benjamin Netanyahu en Jerusalem y la del Presidente palestino Mahmud Abbas en Ramallah, hay no más de 20 minutos de viaje en coche (tomando en cuenta que no se estancarán por cierto en ningún embotellamiento de tránsito). Pero ellos, se van a Washington…
Será éste el enésimo intento de lograr algo, de avanzar en forma seria, de llegar a resultados concretos. La mutua desconfianza es grande, el escepticismo ha ido en aumento y se oye cada vez más la pregunta retórica-tanto entre israelíes como entre palestinos- de si acaso es posible realmente hallar una solución que ponga fin a tantos años de conflicto. La esperanza es lo último que se pierde, lo saben todos, pero nadie parece creer que algo palpable esté a la vuelta de la esquina.
Para resolver el mar de temas a tratar, claro está que las dos partes involucradas deberán hacer concesiones. No hay acuerdos en los que sólo un lado transe en algo ..al menos, no acuerdos duraderos. No habrá paz sin retiradas israelíes, pero dado que las retiradas-tal cual la historia reciente lo ha demostrado-no son suficientes para garantizar la paz, el Estado palestino deberá aceptar la desmilitarización. Mientras la Autoridad Palestina no pueda garantizar que del territorio que controla no saldrán ataques contra Israel, no podrá esperar tener ejército como otros estados.
Suena extraño e injusto quizás, dado que eso parece, de entrada, socavar seriamente los atributos de soberanía. Pero para aclarar las cosas aparece oportunamente la organización integrista islámica Hamas, recordando categóricamente por qué los israelíes son tan aprensivos, por qué siguen  destacando tanto el tema de la seguridad.
Pues hace pocos días, apenas se confirmó que se reanudan pronto las negociaciones directas entre Israel y la ANP, Hamas reaccionó rápidamente. Primero, canceló  un encuentro pactado para el sábado último con representantes de Al Fatah de cara a un nuevo intento de reconciliación interna palestina, diciendo uno de sus jefes, Salah Bardawil, que “la aceptación por parte de la ANP de la invitación a Washington, hace difícil nuestra reunión”. Acto seguido, el jefe de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, declaró abiertamente que “los palestinos no tienen nada para ganar de las conversaciones directas”.
Oímos al Premier de Hamas en Gaza y nos preguntamos qué es lo que sí han tenido que ganar de la política que su organización impuso en la Franja palestina. “Gracias” a esa política, a los atentados de Hamas contra tropas que cuidan la frontera, a los cohetes y a la perpetuación y agravamiento del conflicto- que son un hecho, a pesar de la retirada israelí de esa zona hace ya cinco años- ya no pueden trabajar en Israel las muchas decenas de miles de palestinos que salian diariamente de Gaza para mantener a sus familias.Fue el terrorismo lo que puso fin a esa apertura israelí, perjudicando así a los propios palestinos.La responsabilidad, es de Hamas.
Mientras en el correr del 2009 y lo que va del 2010, según informó recientemente el gabinete palestino encabezado por el Dr.Salam Fayyad, la Autoridad Palestina construyó en Cisjordania 34 nuevas escuelas, expandió 23, abrió 11 nuevas clínicas y amplió 30, inició 44 nuevos proyectos de viviendas, construyó 16 nuevas carreteras y lanzó proyectos de mejoramiento de otras 40, Hamas no hizo más que quitar cada vez más esperanza a la población de Gaza.
Por un lado, la situación dentro de Gaza no es tal cual se la pinta hacia afuera.La reciente inauguración de un gran centro comercial con abundante mercadería, fue una oportunidad para mostrar imágenes de normalidad que contradicen claramente las culpas que se atribuyen a Israel por la supuesta “crisis humanitaria” en la Franja de Gaza. Pero por otro lado la política de Hamas no ha cambiado. Continúan disparándose cohetes desde Gaza hacia Israel, continúan atacándose patrullas que controlan el lado israelí de la frontera, continúa optándose por el conflicto y no por la posibilidad de una nueva vida.Es que, recordemos: el único soldado israelí que está hoy en Gaza, es Gilad Shalit, secuestrado hace ya más de cuatro años. No tienen allí excusa para  seguir atacando.
Otro punto que vale la pena recordar, va dirigido a la Autoridad Nacional Palestina. Sin olvidar ni por un momento lo que antes mencionamos sobre lo inevitable que será una retirada israelí a fin de crear un Estado palestino independiente, consideramos imperioso poner algunos puntos sobre las íes en el tema territorial.
Al exigir una retirada total de Israel a las fronteras de 1967-o sea las previas a la Guerra de los Seis Dias y a la conquista de territorios por parte de Israel- , los palestinos suelen decir que de todos modos eso dejaría en sus manos sólo el 22% de la Palestina histórica. Quieren dar a entender que ellos ya perdieron el 78% del territorio “palestino” que supuestamente les correspondería y que por ende, no pueden transar más en el 22% restante.
Pero la Palestina histórica, de la que supuestamente quedaría para  los palestinos sólo el 22%, no era de quienes  hoy conocemos como los palestinos. Fue el nombre dado por el imperio romano al territorio en el que vivían tanto judíos como otros grupos, entre ellos árabes llegados a partir del siglo VII de la península arábiga, con la expansión del Islam.  La Palestina de la que se tomó el territorio para crear el reino de Transjordania y en la que se creó el estado de Israel, no era sinónimo de “tierra de los palestinos”, como a menudo se pretende alegar. Palestinos eran los árabes residentes en la Palestina del mandato británico y palestinos eran los judíos que también vivían en ella. Con el tiempo, el uso político  del término fue cambiando, creando las serias confusiones que cambiaron la verdad histórica.
Pero el tema no es sólo el origen semántico de la palabra sino que es también esencial comprender la situación política. Cuando se creó Israel, no se quitó con ello independencia a ningún estado palestino, ya que no existía . Es más: de no haber sido por la postura rechacista del mundo árabe (incluyendo la del líder que hoy llamaríamos palestino, el Mufti Hajj Amin elHusseini), al crearse Israel se habría creado, por primera vez, un Estado árabe que hoy llamaríamos palestino. Pero quien conoce la historia sabe que fue el rechazo árabe en noviembre de 1947 de la resolución de la ONU que lo determinaba, lo que impidió la creación de ese Estado.
Consideramos clave que se pueda crear ahora, con la esperanza de que sea un eslabón en una cadena conducente a la paz en la zona. Israel deberá tomar las decisiones al respecto combinando la memoria con la visión. Y los palestinos deberán hacerlo procurando no repetir errores pasados, precisamente para tener un mejor futuro.