Palestina y la cumbre de Lima

08/Feb/2011

La Nación

Palestina y la cumbre de Lima

Editorial La declaración del futuro Estado será debatida en el foro entre el convulsionado mundo árabe y América del Sur
Martes 08 de febrero de 2011
Hacia fines de marzo o comienzos de abril se realizará la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro América del Sur-Países Arabes (ASPA), inicialmente prevista para mediados de este mes en Lima. Decidió postergarla el presidente anfitrión, Alan García, a raíz de la convulsión desatada en Egipto.
Se espera que a la cumbre concurran 34 jefes de Estado y de gobierno de los países miembros de ASPA, así como los cancilleres de los países que la conforman, incluyendo la Argentina.
Es probable que las protestas populares que están sucediéndose en las calles y plazas de algunos países árabes deparen ausencias. Zine el-Abidine Ben Alí, ciertamente, ya no concurrirá como presidente de Túnez. Difícilmente pueda asistir el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, así como sus pares del Líbano y Siria, afectados también por muy delicadas cuestiones internas.
No sería sorpresivo que los concurrentes incluyeran en la acostumbrada declaración final alguna nueva manifestación conjunta de reconocimiento al Estado Palestino. Esto podría ir en línea con las posiciones que han adoptado algunas naciones sudamericanas, aunque con modalidades diferentes, desde que Chile y Perú se abstuvieron de hacer referencia a las “fronteras de 1967”. Entendieron con una gran cuota de realismo que se trata de una posición retórica.
La oportunidad es propicia para hacer algunas precisiones importantes. Por ejemplo, incluir en la declaración que debe asimismo reconocerse la existencia del Estado de Israel como la nación del pueblo judío y que debe asegurarse y comprenderse la necesidad de que el gobierno de Israel asegure en todo momento la seguridad de su propio pueblo contra la violencia terrorista, cuyas manifestaciones son siempre condenables.
Deben tomarse en cuenta los acuerdos transitorios entre las dos partes del conflicto, que contienen una cláusula (XXXI, 7) que dispone que ninguna de ellas iniciará o tomará ninguna medida que modifique el status de Cisjordania y de la Franja de Gaza mientras las negociaciones de paz estén en marcha.
Esto será importante para obtener el apoyo del mundo árabe en el hasta ahora no atendido pedido de cooperación a las autoridades de Irán respecto de la investigación judicial argentina sobre el atentado terrorista perpetrado contra la AMIA.
Cabe recordar que es necesario comprender que algunas manifestaciones conjuntas, en lugar de facilitar las cosas, pueden complicarlas, en un mundo sometido a tensiones profundas que están conmoviendo a algunas de sus naciones.