La frase clásica dice: “La primera víctima de un conflicto es la información”. Aunque la sentencia se refiere a los conflictos armados, donde la información es otro misil cruzado que las partes se tiran por la cabeza, vale para cualquier situación de conflicto, incluyendo, por ejemplo, una campaña electoral. Es decir, allí donde la derrota o la victoria se juegan en un arduo campo de batalla, la información perece en manos de la consigna y la propaganda. Por supuesto nada tiene que ver un conflicto violento, donde los periodistas son manipulados, amordazados y a veces asesinados, con los pequeños conflictos de las cuitas políticas, donde lo máximo que ocurre es que te hinchan a llamadas telefónicas.
