Aunque puede verse en forma crítica por parte de algunos sectores, la decisión adoptada el jueves por la mayoría de los países integrantes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de intervenir militarmente en el conflicto de Libia disponiendo de una zona de exclusión, ha colaborado para hacer reflexionar al gobernante de ese país, Moamar Gadafi, quien se sospechaba podía desatar una verdadera carnicería contra quienes se le enfrentaron.