La Policía detuvo a 16 jóvenes “cabezas rapadas” de orientación neonazi en diferentes localidades del departamento del Bajo Rin, en el noreste de Francia, por la presunta profanación de tumbas judías y musulmanas. Las investigaciones se refieren a profanaciones ocurridas en tres cementerios cercanos a Estrasburgo en el año 2010.
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Facebook elimina la página que pide por una “Tercer Intifada Palestina”
La página de Facebook que pide una tercera intifada palestina se bajó hoy, luego de que se esparcieran los pedidos de removerla.En la página original, se les pide a los palestinos que tomen las calles luego de los rezos del viernes el 15 de mayo y comiencen los levantamientos en nombre de las dos primeras revueltas populares. “El Día del Juicio se levantará ante nosotros solo una vez que los musulmanes hayan asesinado a todos los judíos”, lee el llamado de la página que tiene más de 340.000 fans.
En el nombre del padre
La élite política que viene gobernando Francia desde que Georges Pompidou matrimonió con Europa y el existencialismo fumaba Gitanes en el Flore no había visto nada igual. Una mujer “desgraciadamente inteligente”, según los más respetados articulistas liberales y de izquierdas. “Populista, combativa y muy eficaz en la radio y la televisión”. “La siguen los obreros y los más jóvenes”. “Su índice de popularidad es más elevado que el de Sarkozy”. “Asesina de Europa”. Así presentan a Marine Le Pen, que el pasado domingo, en las elecciones municipales y cantonales, consolidó su carrera ascendente. Una mujer que no viste estampados. Austera pero justamente ataviada. El maquillaje, que no se note. El pelo rubio, a menudo recogido, de monja seglar. Entró en el activismo político a los ocho años, cuando una bomba voló su casa. Y se crió a la sombra del padre hasta que Jean-Marie Le Pen, líder del Frente Nacional, le transfirió el poder como en la tribu.
El regulador de la violencia regional
A juzgar por su valor de balance, Siria es un país escasamente relevante: ni grande ni pequeño (22 millones de habitantes), con una industria anticuada y una renta per cápita inferior a las de Egipto o Túnez, con unas magras reservas de petróleo que se agotarán en unas décadas y un ejército que sólo da la talla cuando se trata de intervenir en el diminuto Líbano.