Otro episodio que “arde” en medio oriente.

12/May/2011

Voces, Cecilia Custodio

Otro episodio que “arde” en medio oriente.

12-5-2011Acuerdo político entre Hamas y Fatah Por Cecilia Custodio
Sin demasiada cobertura mediática se realizó en Egipto un acuerdo que traerá cola: los movimientos rivales palestinos Fatah, en el poder en Cisjordania, y Hamas, que controla la Franja de Gaza, se reconciliaron.
El pacto prevé la preparación de elecciones presidenciales y legislativas en el plazo de un año. Será la primera etapa hacia el objetivo final: terminar con la división que existe desde hace cuatro años en los territorios palestinos, en los que el grupo Hamás gobierna la franja de Gaza y el grupo Al Fatah el territorio de Cisjordania. A simple vista parece algo sencillo, pero en esta zona del mundo nada lo es, por eso hay que poner en contexto qué significa este acuerdo para los palestinos y para los demás actores de la zona (Israel y Egipto), y para occidente (Unión Europea y Estados Unidos).
Hamás y Fatah son rivales desde 2006, cuando el primero logró una victoria aplastante en las elecciones legislativas palestinas. Hamas ha gobernado Gaza, mientras que la ANP, liderada por Fatah, tiene jurisdicción en Cisjordania. La ANP tiene respaldo de Estados Unidos y mantiene estrechos vínculos con Israel en materia de seguridad e inteligencia; es con quien Israel encaminó un proceso de paz, que se vio interrumpido en el 2010. Se suma el problema de la frontera entre Gaza y Egipto, que hace cuatro años está cerrada (con la aprobación de la ANP) lo que aísla a Gaza e impide el ingreso de alimentos, combustible y todo tipo de suministros a sus habitantes, que son casi 2 millones.
LA PRONUNCIACIÓN DE ISRAEL
Para el Primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “el acuerdo entre Abu Mazen (o Mahmud Abbas, líder de Fatah) y Hamas asesta un golpe muy duro al proceso de paz”. Abbas aseguró que el pacto no afectaría el diálogo (hoy congelado) con Israel. Sin embargo, Hamas ha reiterado su negativa a reconocer al Estado de Israel, y se reserva el derecho de ejercer la resistencia armada contra la ocupación israelí. “La ANP debe elegir si quiere la paz con Israel o la paz con Hamás, no es posible la paz con ambos”, dijo Netanyahu dejando clara su postura al respecto de la negociación.
El ministro de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman fue más contundente, hablando de “un amplio arsenal de medidas” contra la Autoridad palestina.
LA OPINIÓN DEL NUEVO EGIPTO
Analistas políticos coinciden en que este acuerdo que se firmó ahora, en Egipto, es consecuencia directa de los nuevos lineamientos políticos luego de la caída de Mubarak, que era el principal aliado de la región de Fatah, y a su vez de Israel y occidente.
A la nueva posición egipcia con respecto a los conflictos entre Israel y Palestina, se suma la orden de comenzar con los preparativos para abrir de manera permanente el paso de Rafah, frontera con la Franja de Gaza, lo que permitirá la libre circulación de bienes y personas sin la supervisión israelí.
LA UNIÓN EUROPEA Y ESTADOS UNIDOS
La diplomacia europea, junto con Estados Unidos, Rusia y la ONU, manifestaron su posición favorable con respecto al acuerdo en lo que definen como “contexto necesario”, esto es el reconocimiento del Estado de Israel y las otras condiciones como el fin de la violencia y el reconocimiento de los acuerdos firmados por Israel y la OLP.
“EE.UU. apoya la reconciliación palestina sobre la base de términos que promuevan la causa de la paz. Hamás, sin embargo, es una organización terrorista que ataca a civiles,” declaró el portavoz de la Casa Blanca, Tommy Vietor.
SE ABREN MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS
Luego de entender lo que sucedió y ver los puntos de vista de los diferentes actores que intervienen en este conflicto se abren muchas preguntas. Habría que ver cómo puede llevarse a cabo un gobierno conjunto entre las dos fuerzas cuando Israel tiene una relativa buena relación con uno y es enemigo del otro. También surge la interrogante de si la ANP seguirá obteniendo la ayuda financiera de occidente en caso de formar una unidad que no es aceptada ni por Israel ni por los otros socios (por lo menos en las condiciones que se están pactando). El problema de fondo, de todas maneras, sigue existiendo, los palestinos no reconocen a Israel, por lo que negociar es casi imposible; a su vez Israel no negocia si no se lo reconoce. La nueva unidad entre las dos fuerzas, ¿será capaz de solucionar esta situación? A primera vista parece que la unión no debería ser entre dos facciones sino entre todo el pueblo palestino, con objetivos y métodos comunes.