6.3.2011 La polémica volvió a enturbiar la posición oficial del Ejecutivo alemán sobre la relación de este país con el islam, afectada por el atentado terrorista en Fráncfort en el que fueron asesinados dos soldados estadounidenses.
El portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, reiteró en su habitual encuentro de los viernes con los medios que el islam y los musulmanes son “una parte del presente y de la sociedad” actual alemana.
No obstante, Seibert señaló en nombre de la canciller federal, Angela Merkel, que es innegable la influencia del cristianismo y el judaísmo en la cultura alemana.
Así intentó zanjar la controversia iniciada por el nuevo ministro de Interior, el socialcristiano Hans-Peter Friedrich, que un día después de jurar su cargo, negó que esta religión formase parte del país, dándole vuelta a una frase de carácter integrador lanzada el año pasado por el presidente de Alemania, Christian Wulff.
Su afirmación fue rápidamente contestada por la ministra de Justicia, la liberal Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, quien aseguró que “por supuesto, el islam es parte Alemania”.
El pasado miércoles, un joven albano-kosovar de 21 años disparó en el aeropuerto internacional de Fráncfort contra un grupo de militares estadounidense, matando a dos en el acto y dejando a otros dos gravemente heridos.
En la actualidad, alrededor de cuatro millones de personas en Alemania se declaran musulmanes, de los que casi la mitad poseen la nacionalidad germana. EFE
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