Nadador Salomón Levy: como pez en el agua

25/Mar/2012

CCIU, Martín Kalenberg

Nadador Salomón Levy: como pez en el agua

Según el Talmud uno de los deberes de los padres con
sus hijos consiste en enseñarles a nadar. Salomón Levy, de 69 años de edad, practica la natación desde que tenía seis años de edad cuando comenzó a chapotear
en el agua de la piscina del histórico Club Neptuno. Hoy, defiende los colores
del club Biguá. El deportista, quien además es vicepresidente del Comité
Central Israelita del Uruguay, dijo que está viviendo “su segunda juventud” y
que el esfuerzo de competir en la actualidad es distinto al de hace algunos
años. “Lo que mantengo inalterable es mi espíritu competitivo. Además de
divertirme, nado para ganar”, afirmó al portal web del CCIU.

– ¿Cuándo comenzó a competir en natación?

– Desde muy niño,
cuando apenas tenía seis años y concurría a la escuela No. 67 “Francisco
Espínola” situada en aquel momento en la calle Sarandí y Maciel (plena
Ciudad Vieja), barrio en el que nací y me críe. El Club Neptuno, que estaba en
Juan Lindolfo Cuestas y la rambla portuaria, otorgó becas para los niños de mi
escuela. Fue así como comencé a concurrir a dicho club en el cual los profesores
de educación física se ocupaban de reparar en aquellos niños que tenían
condiciones para ser nadadores. Fui seleccionado y comencé a competir en la
categoría “niños” de la época. A partir de ese momento, seguí
avanzando y compitiendo hasta llegar a lo que por entonces se denominaba “primera
categoría”. En el transcurso de los pasajes de categorías comencé a
destacar ganando y bajando récords, tanto en pruebas individuales como en
postas cuatro estilos.

Fui formado por
mis entrenadores en el estilo mariposa y estuve entre los primeros nadadores en
Uruguay que comenzaron a emplear lo que se denomina “patada de
delfín”, que sustituyó a la “patada de pecho” utilizada por los
“mariposistas” en Uruguay hasta  mediados
de la década de 1950.

– ¿Por qué optó por este deporte?

– No fue una
opción. Se dio normalmente ya que me inicié siendo niño.  En aquel entonces, El Club Neptuno era líder
uruguayo en natación. Tenía una excelente piscina abierta de 50 metros, considerada un
lujo para Montevideo, y disponía además de una piscina de invierno de 25 metros que permitía la
continuidad en la práctica de la natación. Quienes competimos en la piscina de
Trouville, en torneos nocturnos, tuvimos que sufrir la escasa iluminación y el
hecho que el agua de la bahía seguía turbia y los nadadores no teníamos las
guías que existen en las piscinas de la actualidad. Seguramente las marcas que
se hacían en aquellos tiempos hubieran sido notoriamente mejores si hubiéramos
tenido una piscina de Trouville en condiciones óptimas para competencias.

– ¿Qué siente al seguir compitiendo hoy en
representación del Club Biguá?

– Estar viviendo
mi “segunda juventud”. En abril de 2011 comencé a competir en la Liga Master, que forma
parte de la
Federación Uruguaya de Natación, defendiendo al Club Biguá
del cual soy socio. La
Liga Master divide a sus competidores por franjas etarias,
por cual por mis 69 años de edad me encuentro en la categoría “I” (de
los 65 a
los 70 años).

En mi primera
competencia como master en la piscina del Club Olimpia de Colón gané con tiempo
récord nacional la prueba de 50
metros estilo mariposa.

Fue particularmente
emocionante para mí, después de 50 años de haber dejado la competición, ganarle
a alguien 5 años menor en edad y con tiempo récord nacional para mi categoría. En
otra competencia en julio de 2011, en la piscina del Biguá, integré una “posta
cuatro estilos mixta” que también bajó el récord nacional de su categoría. Este
año 2012 seguiré compitiendo.

– ¿Le requiere más esfuerzo nadar que hace 20 años o
sigue siendo igual?

– El esfuerzo es
distinto. Yo sigo una rutina de entrenamiento, tanto en el gimnasio como en la
piscina, adecuada a mi edad. Además, estoy retomando los reflejos que tenía en
mi juventud aunque teniendo cuidado con las limitaciones que inexorablemente
impone la edad.

Lo que mantengo
inalterable es mi espíritu competitivo. Además de divertirme, nado para ganar.

–  ¿A qué edad
se involucró en lo relativo a la dirigencia comunitaria?

– Desde muy joven
y siempre en el marco de la Comunidad Israelita Sefaradí.

 – Cada año la Comunidad Israelita
Sefaradí realiza un acto en conmemoración del decreto de expulsión de los
judíos de España en 1492. ¿Cómo están hoy las relaciones con la Iglesia Católica?

– Las relaciones
están mejorando gracias a un esfuerzo mancomunado de ambas partes.

En Uruguay existe
desde hace ya muchos años la Confraternidad Judeo Cristiana, en cuyo ámbito
representantes de ambos credos se reúnen para generar círculos de
esclarecimiento y de divulgación. Cuando la Comunidad Israelita
Sefaradí del Uruguay conmemora todos los 31 de marzo el decreto de expulsión de
los judíos de España, no hace más que realizar un ejercicio de memoria para no
olvidar y seguir divulgando la verdad histórica a las nuevas generaciones.

– ¿Tiene relación con alguna comunidad judía española?

– A través de la Comunidad Israelita
Sefaradí y de Fesela (Comité Uruguayo de la Federación Sefaradí
Latinoamericana) estamos en contacto con Casa Sefarad-Israel, cuya sede está en
Madrid, además de mantener una buena relación de colaboración con la Embajada de España en
Montevideo.

– ¿De dónde vinieron sus padres? ¿Y sus abuelos?

– Mis abuelos y mis
padres procedían de Esmirna (Turquía) y Salónica (Grecia).

Primeros títulos y participaciones en torneos

En primera
categoría, a fines de la década de 1950, me convertí en campeón y recordman nacional en 100 metros mariposa,
tanto en piscina de 50 metros
como en piscina de 25
metros. Esas conquistas se produjeron en un torneo de
verano en la desaparecida piscina de Trouville así como en un torneo de
invierno en la piscina cerrada del Club Neptuno.

Pese a tratarse de
un “deporte menor” como se le consideraba en la época, los
principales diarios de Montevideo como El País, El Plata, El Día, El Diario, la
revista deportiva Cátedra, entre otras dieron cuenta periodística de mis
actuaciones.

Quiero recordar y
destacar que cuando aparecían esas notas en la prensa miembros de la
colectividad judía me saludaban con orgullo, ya que en aquel entonces ningún
judío sobresalía a nivel nacional en la actividad deportiva.

Tuve ocasión de
participar en torneos internacionales: en enero de 1959 en el Torneo Rioplatense
para inaugurar la piscina del Country Club de Punta del Este; en enero de 1960
en el Torneo internacional en el Club de Leones en Santiago de Chile; en
febrero de 1962 en el Torneo Sudamericano de Natación en Buenos Aires; en octubre
de 1964 en la Primera
Macabeada Latinoamericana y en la quinta panamericana
realizadas en Buenos Aires. Siempre competí por el Club Neptuno.