Muere el fiscal que acusó a Cristina Fernández de encubrir a Irán

19/Ene/2015

El País, España, Francisco Perogil

Muere el fiscal que acusó a Cristina Fernández de encubrir a Irán

El fiscal
argentino Alberto Nisman fue encontrado muerto en la noche del domingo en su
departamento, en el barrio porteño de Puerto Madero. La puerta se encontraba
cerrada por dentro con llave. Su madre y un escolta tuvieron que llamar a un
cerrajero para abrirla. Lo encontraron en el baño. Su cuerpo inerte bloqueaba
la puerta. A su lado se halló un arma y un casquillo de bala. Nisman, de 51
años, tenía previsto comparecer este lunes ante la Comisión de Legislación
Penal en la Cámara de Diputados, a petición de varios grupos opositores, para
exponer los términos de su denuncia contra la presidenta de Argentina y otros
colaboradores. El fiscal había denunciado el miércoles a Cristina Fernández por
“fabricar la inocencia” de los terroristas que causaron la muerte de 85
personas en el atentado con coche bomba contra la sede porteña de la Asociación
Mutual Israelita Argentina (AMIA) el 18 de julio de 1994.

Alberto
Nisman había solicitado el sábado a sus escoltas que lo recogieran en su
domicilio a las 11:30 de la mañana. Los guardaespaldas llegaron pero se
encontraron la puerta cerrada. Llamaron a su teléfono y nadie contestó.
Localizaron entonces a su madre y la llevaron al edificio de la torre Le Parc,
donde se encuentra el departamento de Nisman. A partir de ahí, toda la escena
fue presenciada por los escoltas y la madre al mismo tiempo. El cuerpo de Nisman
se encontraba en el baño.

A las
cuatro de la madrugada, la fiscal encargada de investigar su muerte, Viviana
Fein, confirmó que se había encontrado un arma del calibre 22 en su domicilio.
Pero pedía cautela antes de aventurar ninguna hipótesis: “Encontramos un
arma. “Ahora tenemos que encontrar los detalles de la causa de muerte. No
puedo observar si fue suicidio o no. Les pido prudencia”.

Una hora
después, el ministerio de Seguridad difundió un comunicado cuyo contenido
reproducimos casi en su totalidad:

Los
efectivos de la custodia de Nisman, pertenecientes a la Policía Federal
Argentina, habían alertado a su secretaria en horas de la tarde de su falta de
respuesta a los insistentes llamados telefónicos. Al constatar que el hombre
tampoco respondía al timbre de la casa y que el periódico del domingo aún se
encontraba en el palier, decidieron notificar a los familiares.

El fiscal disponía de 10 efectivos de la
Policía Federal Argentina para su custodia personal.

La
custodia entonces recogió a la madre de Nisman en su domicilio y la llevó a la
torre Le Parc. Al intentar ingresar, la mujer constató que la puerta se
encontraba cerrada con la llave colocada en la cerradura por dentro.

Los
familiares solicitaron entonces al personal de mantenimiento del edificio que
convocaran a un cerrajero para ingresar al departamento.

A primera
hora de la noche, la madre ingresó a la vivienda acompañada por uno de los
custodios, hallando el cuerpo de Nisman en el interior del baño de su
habitación, bloqueando la puerta ingreso al mismo.

Inmediatamente
se notificó a la justicia de turno. Ante la presencia del juez De Campos y de
la fiscal Fein, personal policial logró ingresar al baño. Junto al cuerpo de
Nisman, que se hallaba en el suelo, se encontró un arma de fuego calibre 22,
además de un casquillo de bala.

Alberto
Nisman, divorciado y con dos hijas, fue designado por el presidente Néstor
Kirchner (2003-2007) para investigar de forma exclusiva el atentado contra la
AMIA. Y ésa fue su función exclusiva desde 2004. Era el fiscal especial de la
causa Amia. Y gozaba de excelente
relación con el Gobierno. Hasta que Cristina Fernández firmó en enero de
2013 un acuerdo con Irán para aclarar el
atentado de 1994. El acuerdo se hizo sin el conocimiento de Nisman. Y una vez
hecho público, el fiscal siempre manifestó su oposición.

La
diputada opositora Patricia Bullrich declaró al canal TN que este sábado habló
con Nisman por teléfono en tres ocasiones. Y en el transcurso de esas charlas,
según Bullrich, el fiscal le dijo que había recibido varias amenazas. También
le dijo que era consciente de que se exponía a muchas críticas ante la gravedad
de sus acusaciones, pero él aseguraba sentirse tranquilo y así decía habérselo
explicado a su hija de 15 años.

El fiscal
solicitaba que su comparecencia, a petición de la oposición, fuese reservada. Y
los parlamentarios oficialistas habían solicitado que fuese televisada. Ese fue
el principal tema que trató Bullrich con el fiscal el sábado. Y, según la
diputada opositora, el fiscal le dijo: “Yo para ir al Congreso y decir lo que
ya dije en medios públicos no tiene sentido. Necesito que la comparecencia sea
reservada para dar más información”.

Además de
la presidenta, el fiscal acusaba en su denuncia al ministro de Exteriores,
Héctor Timerman, al diputado oficialista Andrés Larroque, los dirigentes
sociales kirchneristas Luis D’Elia y Fernando Esteche, al exjuez de instrucción
Héctor Yrimia y el referente comunitario iraní Jorge Yussuf Khalil.

Nisman
basó su denuncia, sobre todo, en escuchas telefónicas. Disponía de un informe
de 300 páginas que no había hecho público porque ofrecía nombres de los
servicios de inteligencia que debían mantenerse secretos. No obstante, en el
resumen de su denuncia acusaba a la presidenta de crear una trama diplomática
paralela para negociar con Irán impunidad a cambio de petróleo. Esa supuesta
negociación se materializó, según Nisman, en el principio de acuerdo que
firmaron Irán y Argentina en enero de 2013 y que aún no ha sido ratificado por
Irán.

La clave
de esa negociación, siempre según la denuncia del fiscal, es que mediante el
acuerdo, o Memorándum de Entendimiento, Irán conseguiría paralizar la orden de
busca y captura que desde 2007 pesaba contra siete exaltos cargos iraníes y que
les impedían salir del país. Esa condición no constaba en ninguno de los nueve
puntos del Memorándum, aunque el fiscal sostenía que la promesa de la
exoneración estaba ya negociada de antemano. Y se basaba para ello en las
escuchas de las que iba a dar cuenta este lunes en la Cámara de Diputados.

Sin
embargo, el ministro de Exteriores, Héctor Timerman, presentó una carta del
exsecretario general de Interpol, Ronald Noble, a cargo del organismo en la
fecha del acuerdo, en la que éste desmentía la acusación de Nisman. “Mientras
era secretario general de Interpol”, escribió Ronal Noble a Timerman la semana
pasada, “en cada ocasión que usted y yo hablamos y nos vimos en relación con
las notificaciones rojas de Interpol [órdenes de busca y captura] emitidas con
relación al caso Amia, usted indicó que Interpol debía mantener las
notificaciones rojas en vigor. Su posición y la del Gobierno argentino fueron
consistentes y firmes”.

Desde el
miércoles hasta este lunes, Cristina Fernández no quiso pronunciarse sobre las
acusaciones de Nisman. Pero desde el Gobierno se atacó con dureza al fiscal. El
jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, declaró la semana pasada que su denuncia
era “disparatada, absurda, ilógica, irracional, ridícula y violatoria de
artículos esenciales de la Constitución Nacional”.