La conmemoración de los Iamim Noraim es una circunstancia
propicia para reflexionar, hacer un balance de nuestra vida y proyectarnos al
futuro.
Todo ello en un marco de sentimiento familiar y comunitario,
que se cimienta en la tradición, la cultura y la religión que por siglos
nuestro pueblo ha ido desarrollando.
Estos sentimientos no son ajenos ni siquiera para aquellos
para quienes la religión no ocupa un lugar preponderante de su vida.
Esos lazos, los familiares y los comunitarios, se ven
reforzados. Los recuerdos de nuestros ancestros se instalan con mayor fuerza de
lo que habitualmente sucede.
Todos nos sentimos como continuadores de un milenario legado
pleno de valores que debe perdurar en un mundo congestionado y violento.
Por supuesto que los peligros y los enemigos acechan por
doquier. Nada ha sido fácil en nuestra longeva vida como pueblo. Pero basados
en nuestra cultura, como principal herramienta de supervivencia hemos sabido
sobrevivir a tantas adversidades y constituirnos en un orgullo para toda la
humanidad.
Día a día nos preocupamos por el bienestar de nuestras
familias, de nuestras comunidades, del pueblo judío y del Estado de Israel.
Militamos por cada uno de estos componentes con entusiasmo y convencidos que lo
hacemos por causas justas. No por ello es fácil. Pero somos conscientes que
dificultades aún más complejas y dramáticas debieron afrontar nuestros padres y
abuelos y supieron salir triunfantes.
En la víspera del inicio de este nuevo año 5779, nos convocó
a redoblar esfuerzos en procura de mantener nuestra identidad, de mantener el
orgullo de un pueblo que supo ser pionero de la defensa de valores como la
justicia social y la igualdad, de bregar por el fortalecimiento del sistema
comunitario que con sabiduría construyeron nuestros abuelos en una demostración
sin parangón de iniciativa, voluntariado y emprendedurismo.
Comparto en estos días tan solemnes un extracto de Pirkei
Avot:
“¿Quién es rico? Aquel que es feliz con lo que tiene.
¿Quién es sabio?
Aquel que aprende de todo hombre.
¿Quién es el valiente? Aquel que controla sus instintos.
¿Quién es el honrado? Aquel que honra a sus semejantes”
Deseando que cada vez seamos más ricos, más sabios, más
valientes y más honrados, le deseo a toda la Colectividad, a todo el pueblo
judío en el mundo y al Estado de Israel
SHANA TOVA UMETUKA
GMAR JATIMA TOVA
Presidente de la Comunidad Israelita del Uruguay
Cr. Max Sapolinski
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