Mejorar nuestro judaísmo en casa

06/Sep/2010

Noam Zion

Mejorar nuestro judaísmo en casa

Noam Zion se especializa en la enseñanza innovadora de festividades judías, Biblia y arte, y en temas de Familia y liderazgo. El arte y la poesía juegan un rol central en su moderno, enfoque multidisciplinario. Es renombrado a nivel internacional y asiduo conferencista en las principales, comunidades judías estadounidenses. Es el Coordinador del programa Tichon del Instituto Shalom, Hartman de Jerusalén,  donde capacita profesores de escuelas judías de Norteamérica.A menudo la luz de las velas – o hacer ladkes- deja una marca mayor en la identidad personal que aprender  sobre los grandes hechos históricos de los Macabeos, del Gheto de Varsovia o la guerra de los seis días. Es cierto el enseñar a tus hijos el Shmá tiene una efectividad inigualable. Los rituales de las sinagogas más efectivos están a menudo vinculados a lo personal, los eventos del ciclo de la vida. Si el judaísmo tiene que vivir un renacimiento, tiene que ser celebrado con vivacidad en cada casa.Sin embargo, no son sólo los judíos y su forma de vida que requiere una renovación en cuanto al judaísmo en casa. Los rituales anuales y semanales contribuyen  a nuestras necesidades para nuestra identidad como personas y como parte de una comunidad.  En esta época de individualismo radical, nuestro sentido de aislamiento y profunda soledad existencial, amenazan nuestro bien estar. Como Dios declaró cuando por primera vez vio a Adam, el primer hombre, “No es bueno para el primer ser humano estar solo” (Génesis 2:18). La vida humana necesita – por razones pragmáticas, emocionales, y espirituales- alguien a quien amar y alguien que nos ame. Díos, con toda la creación  y con otro ser humano, es lo que da sentido a la vida. Esta interdependencia, no el hombre sólo, es una visión que vale la pena. Díos construye para crear “otras personas significantes” y para propósitos que tengan significancia  para compartir con la familia, los amigos y la comunidad.Muchos de nosotros somos exitosos profesionalmente, permitiéndonos contribuir con el bienestar del mundo y ganar un nombre respetable para nosotros mismos. Los “seis días laborables” crecen a medida que alcanzamos metas laborales. Sin embargo, nuestro tiempo de ocio, que de hecho ha crecido en términos de días y horas en relación con nuestros ancestros, requiere más trabajo. Paradojalmente  necesitamos invertir en nuestro día de descanso horas en “trabajo pesado” para transformar las horas en casa en tiempo de calidad – sagrado, nutritivo y reponedor.“Las días santos” han dejado de ser santos días de celebración de valores comunes y de todas las relaciones importantes. Se han convertido más en simples vacaciones – tiempo vacío y para planear diversas actividades.  No sólo necesitamos unas vacaciones que nos sirvan de vía de escape para dejar nuestros problemas diarios atrás, para escapar de todos y de todo, pero también los días santos pueden renovar nuestra conexión a nuestra alma, a nuestros seres queridos, a nuestra comunidad, nuestra historia, a nuestras esperanzas, y a Dios y a las bellezas que Dios creó. Darle forma a nuestras celebraciones en casa requiere trabajo en cuanto a la prepación, así como requiere de una estructura  y rutinas creadas en cada casa.  El significado no es un regalo de la graciosa Divina pero sino que una recompensa por invertir en nosotros mismos – de tiempo y energía, de estéticas, delicias, gustos, fragancias y sonidos.