Medio Oriente puede ser una pesada carga para Obama

23/Ago/2010

AFP

Medio Oriente puede ser una pesada carga para Obama

EN CONTEXTO
Medio Oriente puede ser una pesada carga para Obama
Las presiones internas son los enemigos de Netanyahu y Abbas
TANGI QUEMENER PERIODISTA DE LA AFP
La anunciada reanudación de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos permite a Barack Obama cosechar un bienvenido éxito, pese a que aún es prematuro sacar conclusiones en un asunto que ha desgastado a generaciones de diplomáticos, estimaron expertos.
La concreción de la reunión entre israelíes y palestinos es un evidente éxito diplomático para Obama, que tiene a la resolución del conflicto israelo-palestino como una de las metas de su presidencia. El balance de Obama en política exterior, al acercarse a la mitad de su mandato, no es menor: el voto de nuevas sanciones de la ONU contra Irán, mejoramiento de relaciones con Moscú, compromiso reforzado en Asia, iniciativas hacia el mundo musulmán y contra la proliferación nuclear, entre otros.
Este activismo diplomático recibió sus frutos a fines de 2009 con un Nobel de la Paz para Obama, quien dijo tener la impresión de no haber hecho méritos para el galardón, pero que lo aceptó como “un llamado a la acción”.
Lograr una resolución del conflicto israelo-palestino concedería a Obama prestigio y un peso más que considerable en ese balance de política exterior.
Pero el simple hecho de que Obama haya necesitado presionar durante un año y medio a las partes para que regresaran al mismo punto alcanzado en Oslo hace 17 años da una idea de la tarea hercúlea que le espera. El primer tema es que fijar objetivos también conlleva peligros. La hoja de ruta, el plan de paz de 2003 impulsado por el predecesor de Obama, George W. Bush, preveía la creación de un Estado palestino… en 2005.
Los acontecimientos pasados revelan que las conversaciones de paz están a merced de la violencia: el consejero sobre antiterrorismo del presidente estadounidense, John Brennan, dijo que espera que las partes permanezcan en la mesa de negociaciones “más allá de las palabra e incluso de los actos de organizaciones extremistas o grupos de activistas”.
Pero los fracasos del pasado avivan el escepticismo. Stephen Walt, profesor de la Universidad de Harvard, afirmó en la revista Foreign Policy que las conversaciones directas no son más que una ilusión, dadas las posiciones divergentes de israelíes y palestinos, y la falta de voluntad de Obama, según él, de presionar realmente al gobierno de Israel para obtener concesiones. “Lo único que convencerá a los observadores de que la política estadounidense ha cambiado, son resultados tangibles. Una nueva serie de conversaciones sin resultados no hará más que reforzar la percepción de la impotencia de Estados Unidos” para resolver este asunto, afirmó Walt.