Marcos Israel explica por qué el Comité Central, como instancia representativa de la colectividad judía , ha resuelto no participar: “no hay chance para el diálogo”.

28/Mar/2011

Semanario Hebreo, Ana Jerozolimski

Marcos Israel explica por qué el Comité Central, como instancia representativa de la colectividad judía , ha resuelto no participar: “no hay chance para el diálogo”.

24-3-2011
“EL COMITÉ PRO PALESTINO QUE SE REÚNE PRÓXIMAMENTE EN MONTEVIDEO, NO TIENE LEGITIMIDAD MORAL”, ACUSA EL PRESIDENTE DEL COMITÉ CENTRAL ISRAELITA DEL URUGUAY. (Ana Jerozolimski)
El 29 y 30 de este mes, tendrá lugar en Montevideo una reunión de la “Comisión por los Inalienables Derechos del Pueblo Palestino”, de las Naciones Unidas, con debates de representantes gubernamentales. Al día siguiente, hay una jornada con participación de la sociedad civil. El marco no es nuevo pero es la primera vez que se da cita en nuestra capital.
El Comité Central Israelita del Uruguay han resuelto no participar. En esta entrevista especial, su Presidente el Cr. Marcos Israel explica las razones. Y entra en detalles acerca de por qué ve con preocupación la política del actual gobierno respecto al conflicto israelo-palestino.
P: Marcos, el Comité Central Israelita, como representante oficial de la colectividad judía del Uruguay, ha decidido no participar en las reuniones que tendrán lugar la semana próxima en Montevideo de la Comisión por los Inalienables Derechos del Pueblo Palestino, un marco ya conocido que opera desde hace tiempo  desde la propia ONU. Dicho sea de paso, tampoco Israel participará. ¿Por qué el CCIU tomó esta decisión?
R: No participar es una decisión de común acuerdo de todas las instituciones judías afiliadas al CCIU. ¿Cuál es la razón? Por la conformación del Comité palestino –casi totalmente con países hostiles a Israel- por el contenido de sus discursos y por todo su accionar desde su creación hasta el día de hoy, es evidente que el mismo no fue creado para el logro de la paz, sino que es un instrumento de la guerra diplomática que los árabes, con la colaboración de otros países, desarrollan contra Israel. En los eventos anteriores que se desarrollaron en América Latina no encontramos un solo discurso con algún destello de cordura, que implicara un paso adelante en el levantamiento del conflicto. No hay una sola mención al derecho de autodeterminación del pueblo judío en la tierra de Israel, el cual los árabes se han negado consistentemente a reconocer. Sí aparece, una y otra vez, la pretensión de permitir que los descendientes de los refugiados árabes de la guerra de 1948 vayan a vivir a Israel, en una demostración flagrante de la falta de respeto a la soberanía del Estado de Israel y del deseo implícito de destruirlo demográficamente como Estado judío. Por otra parte, todos los discursos dejan la sensación de que el conflicto nace con la ocupación de territorios árabes por parte de Israel, cuando esta es una consecuencia del conflicto y no la causa. Los discursos y las resoluciones están envueltos en una tan hábil como engañosa retórica, dedicada a ocultar la verdad del conflicto y de las intenciones árabes. Para los árabes, la única forma de sostener el conflicto es mintiendo. Mintiendo sobre el conflicto mismo y sobre la historia de ambos pueblos. El día que haya una dirigencia árabe capaz de decir la verdad, el conflicto se cae.
P: O sea que no consideran legítimos los planteamientos del Comité que se reúne en Montevideo…
R: Para nosotros este Comité no tiene legitimidad moral al igual que no la tienen otras comisiones de Naciones Unidas, como la de derechos humanos que fue presidida por la Libia de Kadafi –y que ha tenido un desempeño vergonzoso dedicándose fundamentalmente a hostigar a Israel-, y como no la tuvo el organismo que precedió a esta Comisión de DDHH que fue desmantelado porque ya no se soportaba.
P: ¿No es adelantarse un poco a los hechos?  Tu haces un análisis histórico a mi criterio totalmente indiscutible.Pero la convocatoria de las Naciones Unidas a las reuniones de la Comisión en cuestión en Montevideo, habla de “la paz israelo palestina”.¿Es sólo un disfraz , en tu opinión, para otras intenciones?
R: Sí, totalmente. Los árabes son muy hábiles para hablar de paz y plantear otra cosa. La propuesta de paz árabe del 2002 es un ejemplo extraordinario de esa retórica de prevaricación, en la que en forma encubierta le ofrecen a los israelíes la paz si se convierten en súbditos: les piden la retirada, les exigen que dejen entrar a millones de descendientes de refugiados y luego tendrán la paz. Todo el discurso del príncipe Abdullah es un ejemplo de cinismo, dirigiéndose a los israelíes como si éstos hubieran comenzado el conflicto y los árabes fueran un ejemplo de pacifismo. Lo menciono porque esa propuesta es uno de los “pilares” en que se apoya hoy en día este Comité palestino. Hemos analizado los antecedentes y no tenemos ningún elemento para pensar que ocurrirá otra cosa en el evento de Montevideo.
P: ¿Qué responderías a quien alegue-y supongo que los habrá- que la colectividad e Israel deciden no participar porque no tienen cómo responder a las acusaciones que seguramente elementos pro palestinos harán allí contra Israel?
R: Nosotros podríamos discutir todos los temas relacionados con el conflicto con quien fuere. Tenemos mucho que decir como comunidad que vive en un país de larga tradición de paz y porque además tenemos la ventaja extraordinaria de ser neutrales desde el punto de vista partidario aquí o allá y no tenemos ninguna clase de compromisos con ningún gobierno de Israel. El asunto es el contexto. Tú sabes de mi experiencia en Durban, donde en un contexto brutalmente hostil, preparado para linchar a Israel no había con quien hablar.
P: Recuerdo claramente que me habías contado de las reacciones con las que te tuviste que lidiar ya al decir tu nombre…
R: Justamente…El contexto que genera este Comité de Naciones Unidas es parecido a ese. Los oradores invitados están cuidadosamente elegidos para eso, los oradores gubernamentales provienen de países hostiles al pueblo judío y a otros pueblos minoritarios de la zona (cristianos, sudaneses del sur y de Darfur, etc.). Consideramos que no hay chance para el diálogo.
P: La comisión que se reúne en Montevideo habla de “los derechos inalienables del pueblo palestino”. ¿Cómo explicarías que estar esa reunión no significa oponerse a derechos palestinos? De fondo, como bien sabemos, hay una problemática que presenta todo en términos de blanco y negro, acusa a Israel de todos los males y en gran medida, también olvida los derechos de Israel.
R: El Comité debería haberse constituido “para los derechos inalienables del pueblo palestino y los derechos inalienables del pueblo judío”. Entonces estaríamos hablando del mutuo reconocimiento del derecho de autodeterminación de ambos pueblos. El problema aquí es que quienes defienden los derechos del pueblo palestino no reconocen los del pueblo judío. Así las cosas, el conflicto no tiene fin.
P: ¿Qué es, a tu criterio, lo que refleja la lista de participantes en este evento?
R: La lista de participantes refleja precisamente la tendenciosidad de toda la movida. El objetivo no es la paz –aprovecho a aclararte que en los 2 primeros días en que transcurre la participación de gobiernos no hay ni atisbos del tema-. La parte gubernamental está estrictamente prevista para erosionar la imagen de Israel y pujar por su deslegitimación. El tema de la paz aparece como anzuelo para el tercer día en que participa la sociedad civil, pero la lista de oradores muestra cuáles son las verdaderas intenciones de los organizadores. Me refiero incluso a los oradores de origen judío invitados precisamente por postura antiisraelí.
P: El problema de fondo , con el que por supuesto no lidiarán ahora por primera vez aunque quizás sí en forma muy concentrada, es cómo esclarecer ante la sociedad uruguaya ..Bien sabemos que Israel y los judíos del mundo que le apoyan, conocen de cerca la problemática .Pero afuera, en el mundo en general, todo lo que organiza la ONU se muestra con un halo de respetabilidad, como si fuera la voz del mundo la que habla…Y si por un lado está Israel y por otro “el mundo”…¿cómo se logra transmitir el mensaje de que esta reunión no está por la paz? Y no me refiero a “Semanario Hebreo”, que siempre tendrá las puertas abiertas, sino a los colegas, los medios nacionales…
R: Bueno…. estamos haciendo todo lo que podemos. Ahora el Portal web del CCIU es una plataforma en donde podemos volcar nuestra visión a diario. Desde ahí estamos tratando de que se conozca la verdad del conflicto, sin compromisos partidarios de ningún tipo, solamente persiguiendo el objetivo de ayudar a construir la paz. Este es un momento muy particular en que se está pudiendo observar la verdad de los regímenes árabes: el despotismo, el totalitarismo. Esos regímenes han creado una retórica maciza –cómo sólo se puede obtener bajo dictaduras- para sostener su pretensión de destruir a Israel. Esa retórica, asentada en un océano de petrodólares más el poder político que da el suministro del petróleo, han logrado imponer una realidad paralela a la verdadera. En Israel, por su parte, hay discursos contradictorios producto de una democracia muy partidizada. Esto nos implica un doble desafío a los judíos de la diáspora, que consiste en sacar a luz la verdad histórica –los hechos-, exenta de visiones partidarias e independiente de los gobiernos de turno.
P: Va a haber mucho trabajo más, sin duda, para esclarecer y explicar. Gracias Marcos por tu tiempo y tus conceptuosas declaraciones.
R: Gracias a vos Ana.
UNA DURA CRÍTICA A LA POLÍTICA DEL GOBIERNO
P: Aparte de lo ya conocido acerca de lo que sucede en la ONU respecto a Israel y la forma en que se defienden los derechos palestinos ¿hay algo en la previa, en los preparativos, en el marco nacional uruguayo, que ya indique claramente a tu criterio que mejor ni estar allí?
R: Sí, tenemos una gran preocupación al respecto. Entendemos que el gobierno ha hecho coincidir lo del reconocimiento con este evento y que está adoptando la retórica árabe como propia.
P: Esa es una acusación muy dura…
R: En un momento en que “el muro” del mundo árabe se está resquebrajando, el gobierno uruguayo se está abrazando al pasado del mundo árabe en lugar de apostar a su futuro, criticando a los líderes que eran proclives a occidente y defendiendo a los que eran proclives a la Unión Soviética, basados en un esquema geopolítico completamente superado. Digo esto porque el discurso y el posicionamiento que trae este Comité palestino es el de los autócratas árabes que rigieron esos países en los 90 años pasados. Si hay  alguna chance para la paz, ésta provendrá de una nueva dirigencia árabe capaz de poner la verdad de este conflicto arriba de la mesa y sacudirse la realidad paralela que crearon esos autócratas. La paz, sea la del Medio Oriente o la de cualquier otra parte, no se puede construir sobre una plataforma de mentiras. Digo que el gobierno uruguayo está adoptando la retórica árabe porque habrás notado Ana que la declaración de reconocimiento del gobierno uruguayo incluyó una mención a la resolución de NU de 1974 que pide el regreso de los refugiados, una condición clave para mantener el conflicto indefinidamente.
P: Esa resolución, además, no tiene en cuenta en absoluto que no habría habido refugiados si los árabes no hubiesen atacado a Israel, un tema muy de fondo por cierto. Pero además, siempre, en el tema de los refugiados, es importante recordar que debe ser el único caso del mundo en el que esa condición es heredada por siempre, por decisión de la ONU por cierto, por los descendientes..de modo que se hace imposible la solución. Y otro elemento que creo es importante mencionar: no inspira mucha confianza que al hablar de un Estado palestino, se exhorte a los palestinos en el exterior a irse a otro lado, no al Estado que quieren construir….parecería que el objetivo no es el Estado palestino sino terminar con la naturaleza judía de Israel…
R: Exactamente, es así. Es bueno recordar Ana que los árabes no tenían ninguna intención ni necesidad de que se formara otro Estado árabe en 1947. De hecho, los territorios para un Estado palestino, incluyendo la parte de Jerusalem que conquistaron en 1948, estuvieron en su poder 19 años y no se creó el Estado palestino. Su intención siempre fue evitar un Estado judío no crear otro Estado árabe.