LOS IAMIM NORAIM Y NUESTRA CAPACIDAD DE ESCUCHAR

03/Sep/2010

Prof. Isabel Burstein

LOS IAMIM NORAIM Y NUESTRA CAPACIDAD DE ESCUCHAR

El judaísmo creó momentos claves, para que el hombre se detenga, se contemple, se interrogue y se juzgue.En ese sentido Rosh Hashaná y Iom Kipur constituyen un dique frente al incontrolable devenir temporal.Los Iamim Noraim nos abren un espacio y un momento  para examinarnos y esbozar un plan estratégico espiritual que nos permita actuar y sentirnos más humanos. Uno de los preceptos de estos días es la Tshuvá, que en su raíz hebrea, alude a un regreso, a un retornar, lashuv, y también a un responder, lehashiv.Retornar es rectificarse, es volver a ser, es recomenzar con una nueva actitud, retomar el camino del bien.Responder, y responderse a si mismo, es la búsqueda de lo auténtico, la búsqueda de lo verdaderamente importante en la vida, la búsqueda de nuestro ser.Todas estas reflexiones podrían sonar anacrónicas en este mundo tan tecnificado automatizado y materialista. Y sin embargo el hombre necesita seguir siendo hombre, necesita buscar y encontrarse con su espiritualidad, En estos días de reflexión hagamos el ejercicio de observarnos a nosotros mismos. Buceemos en nuestro interior. Coloquémonos como espectadores de nuestras acciones. Estamos viviendo en un mundo con una sobredosis de conectividad, donde lo virtual parece superar a lo real y en forma paradójica, en la era de las comunicaciones, nos alejamos más unos de otros. Contemos. ¿Cuántas horas nos sentamos frente a monitores, televisores y aparatos electrónicos y cuántas dedicamos a dialogar, escuchar, contactarnos a través de un abrazo, percibir las angustias, las alegrías y/o las incertidumbres que se reflejan en la voz o en el rostro de nuestros semejantes?¿Cuántas veces cuando nos hablan, o nos relatan cosas,”realmente” escuchamos?¿Cuán concientes somos de que escuchar es un excelente instrumento para curar? Como señalaba el reconocido filósofo, escritor y maestro, Jaime Barylko z¨l,“El hebreo se crea en el oído”.“Shmá Israel” “Escucha Israel” aparece en nuestras fuentes y en nuestras oraciones.A diferencia de otros pueblos, culturas y/o religiones, en las cuales  el acento está puesto en la imagen, nuestras fuentes priorizan el escuchar por sobre el ver.En el decálogo aparece claramente la prohibición de toda imagen de Dios.Lo importante es escuchar. Escuchar es más que oír. Escuchar es poner atención, es pensar y es también interpretar.Escuchar es romper con la indiferencia. Es sensibilizarnos con lo que  nos rodea y tratar de mejorarlo.Escuchar es dejar de ser neutral, y tomar posición frente a las injusticias.La indiferencia al mal puede resultar más peligrosa que el mal en sí.Sostenía Albert Einstein:“El mundo es un lugar demasiado peligroso para vivir, no por los que hacen mal, sino por aquellos que se sientan y dejan que suceda.” Todas las mañanas solemos utilizar un reloj despertador que nos llama a cumplir con nuestras tareas y obligaciones diarias.Del mismo modo el sonido del shofar es también un llamado.Maimónides lo describre así:…”Aunque tekiát shofar en Rosh Hashaná es un precepto bíblico, también es en parte un consejo, como si nos dijera: Despierten ustedes, los dormidos,….y examinen su comportamiento;…arrepiéntanse y recuerden a su Creador…” Si observamos la raíz de la palabra Shofar en hebreo es la misma que la del verbo Leshaper, que significa mejorar. ¿Qué debemos mejorar? ¿Cómo podemos mejorar? En una época en la que tendemos a no ver más allá de las necesidades individuales llevados por el consumismo desenfrenado, y a relegar los valores espirituales por los materiales, es bueno que realicemos una autocrítica honesta rompiendo con los egoísmos y conformismos, y teniendo presente los conceptos de Tzdaká y Jesed tan centrales y preciados dentro del judaísmo.Decía el rabino A. Yoshua Heschel: “…en una sociedad libre algunos son culpables, pero todos somos responsables.”  Ojalá logremos escuchar el llamado del Shofar.Que su sonido nos permita sentir a nuestro corazón. La puerta del corazón no tiene picaporte externo, dicen, se abre únicamente desde adentroQue el sonido del Shofar nos permita escuchar las señales de nuestro cuerpo, al cual debemos cuidar y respetar. Que nos permita escuchar los sonidos y señales que nos envía la naturaleza, señalando los atropellos que los seres humanos cometemos contra ella.Deberíamos poder desarrollar una conciencia ecológica con conductas responsables, que dejen el individualismo de lado y nos permita proyectarnos más allá de nosotros. Reflexionar acerca del futuro que estamos legando a las nuevas generaciones. Y por sobre todo, que el sonido del Shofar nos despierte para escuchar a nuestros semejantes.“Una persona debe preocuparse más por las cosas espirituales que por las materiales, pero el bienestar material del prójimo es una preocupación espiritual” señalaba el rabino Israel Salanter refiriéndose a la relación entre lo espiritual y la preocupación social.La vida del espíritu es, ante todo, un estado de presencia atenta al otro, es una responsabilidad. Cada nuevo año nos ofrece una hoja en blanco en la cual dibujar nuestros sueños y anhelos y nos brinda la posibilidad de transformarlos en una realidad.Que los sonidos del Shofar, potencien nuestra capacidad de escuchar y nos ayuden a  reencontrarnos  con nuestra condición humana.