Las casas judías se “marcan” en Europa, el resto está por llegar

24/Oct/2023

Ynet Español- por Ben-Dror Yemini 

Ynet Español- por Ben-Dror Yemini 

La batalla de Israel contra la Jihad es ante todo, contra un enemigo exterior. Los países europeos, sin embargo, están en una situación diferente: el enemigo islámico está dentro.

“Estoy aterrorizada”, confesó una mujer judía de Berlín después de que se marcaran casas con la estrella de David en la capital alemana.

Su preocupación tiene fundamento. Durante las protestas de apoyo a Hamás desde el inicio de la guerra, los participantes corearon consignas nazis, como “Muerte a los judíos”. Los nazis no desaparecieron. Y ahora, los islamo-nazis marchan por las calles de Berlín y de todas las grandes ciudades de Europa.

El problema no es sólo con los judíos.

Israel está luchando contra el eje del mal, la yihad suní y chií, en una guerra brutal. Pero se trata sobre sobre enemigos externos. Hezbolá desde el norte, Hamás desde el sur y, ocasionalmente, terroristas yihadistas que operan en territorios palestinos. Los países europeos enfrentan a una situación distinta.

El enemigo islamonazi está dentro. Decenas de millones de musulmanes que viven en Europa no apoyan necesariamente la Jihad Islámica. Pero nunca ha sido necesaria una mayoría. Decenas de miles de musulmanes salieron a la calle desde el 7 de octubre para identificarse con Hamás, parte integrante del terrorismo global. Mostraron su apoyo incluso cuando eran conscientes de los asesinatos en masa y sabían de la matanza de bebés.

En algunos países europeos se prohíben las manifestaciones que apoyen a Hamás, que está designada como organización terrorista. Sin embargo, la solución consiste en protestar, aparentemente, “por los palestinos”.

Pero cuando se oyen las voces y los mensajes, cuando se ven innumerables pancartas con lemas predominantes como “Del Jordán al mar, Palestina será libre”, no hay lugar para las ilusiones.

Son manifestaciones que abogan por la eliminación del Estado judío. A veces, también aparecen banderas del ISIS en estas protestas. Ni un solo busca y apoya la paz, la reconciliación o una solución de dos Estados.

Se ponen del lado de los autores de la masacre. Además, europeos que son conocidos en círculos antisemitas también participan en estas protestas, haciéndose pasar por progresistas e ilustrados.

Hasta ahora, hubo “sólo” tres víctimas en dos actos terroristas. Un profesor fue asesinado en Francia, y dos aficionados al fútbol suecos en Bruselas.

En señal de solidaridad con las víctimas judías de la masacre, manifestada en las protestas de Berlín, el embajador israelí en Alemania, Ron Prosor, habló de ellas como un “caballo de Troya en el corazón de Europa”. Es alarmante.

Se reforzó la seguridad en todas las instituciones judías de la mayoría de los países europeos. Ninguna institución musulmana necesitó de esta medida.

De vez en cuando, parecía que Europa despertaba. Por ejemplo, tras aquellos atentados terroristas de noviembre de 2015 en Francia, donde murieron 130 personas. Masas de musulmanes no salieron a la calle en apoyo de la Jihad, a diferencia de las dos últimas semanas. Muchos intelectuales condenaron el terror, aunque a menudo añadieron un “pero”.

Y este “pero” era una forma de decir: es por lo que Occidente hace en Irak y Afganistán, es por el capitalismo, se debe al sionismo, etc.

Europa no despertó realmente. Está adormecida. Y las manifestaciones, me dijo un periodista francés, son sólo la punta del iceberg. En el momento en que las FDI entren en la Franja, Europa se estremecerá hasta la médula.

A raíz de las protestas en Alemania, el periódico Der Spiegel entrevistó al canciller Olaf Scholz inmediatamente al regreso de su visita a Israel.

“Debemos deportar ampliamente a quienes no tienen derecho a permanecer en Alemania”, confesó el líder alemán. Se trata sin duda de una declaración sorprendente, que indica un cambio significativo con respecto a Merkel.

La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, dio un paso más al afirmar la semana pasada que los partidarios de Hamás deben ser expulsados del país.

Es dudoso que esto ocurra realmente. Pero significa que algunos en Alemania reconocen la gravedad del problema.

Al fin y al cabo, Alemania sabe que los gritos a favor de la muerte de los judíos y de los hogares marcados con la estrella de David en el primer acto acabarán con esos mismos hogares pogromeados en el tercero.

¿Otra Kristallnacht? Cuando ves el odio que emana de quienes se identifican con Hamás, todo es posible.

Estamos sólo al principio, antes de la ofensiva terrestre. No nos engañemos. No es que los miembros de la coalición verde-roja, de islamistas y antisemitas progresistas, estén conmovidos por el sufrimiento en la Franja de Gaza.

En África, sólo en África, los grupos islamistas mataron a 19.091 personas en 2022. Muchos miles más fueron asesinados en Afganistán, Pakistán y otros países.

¿Alguien ha visto u oído hablar de una protesta por ellos? ¿Por musulmanes? ¿Por defensores de los derechos humanos? No ha ocurrido. Porque no se trata de sensibilidad hacia la vida humana. Se trata de odio a los judíos.