La violación como crimen de guerra

16/Nov/2023

Ynet Español- por Nitzan Fux Shovaly*

Ynet Español- por Nitzan Fux Shovaly*

Navi Pillay es una jurista sudafricana que hoy preside la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre el Territorio Palestino Ocupado e Israel y en el pasado reciente integró el Tribunal Penal Internacional para Ruanda que declaró a la violación como un crimen de guerra grave. Se espera que las cientos de mujeres judías víctimas de Hamas obtengan el mismo reconocimiento. Crédito foto: AP

En la mañana del 7 de octubre de 2023, Israel despertó en un infierno, cuando los perpetradores del mal se apoderaron de la vida de miles de ciudadanos. Los inquietantes videos y testimonios siguen circulando e indican que los incidentes de violación que se produjeron fueron sistemáticos, generalizados e incesantes; no son incidentes aislados, sino una estrategia militar que Hamás adoptó contra los judíos israelíes, pero no sólo: entre las víctimas se encontraban estadounidenses, europeos, tailandeses, filipinos y árabes.

Las impactantes pruebas de la violación de mujeres y la profanación de sus cuerpos me recordaron la famosa cita de Navanethem “Navi” Pillay, jurista sudafricana: “Desde tiempos inmemoriales, la violación fue considerada un botín de guerra. Ahora será considerada un crimen de guerra. Queremos enviar un mensaje contundente de que la violación ya no es un trofeo de guerra.״

Pillay hizo esta declaración mientras servía en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), establecido por las Naciones Unidas en 1994. Cuatro años más tarde, el tribunal declaró la violación como un crimen de guerra de la naturaleza más grave. Hoy, Pillay preside la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre el Territorio Palestino Ocupado e Israel.

Violación sistemática de mujeres: el núcleo de la estrategia terrorista de Hamás

Históricamente, la violencia sexual ha sido un componente continuo de la guerra. Durante varias décadas, la violación no fue definida ni perseguida específicamente en el marco del derecho internacional. Con el establecimiento de la Corte Penal Internacional (CPI) en 1998, la comunidad internacional declaró la violación y otros tipos de violencia sexual como crímenes de guerra.

El genocidio ocurrido en Ruanda fue llevado a cabo por el gobierno hutu, que masacró, violó y abusó de la población tutsi. La violencia sexual a menudo se dirigía contra las mujeres tutsis, lo que las convertía en el principal objetivo de los extremistas hutus. La mutilación de sus genitales, la violación, los embarazos forzados, la propagación del SIDA y las enfermedades de transmisión sexual, la esclavitud sexual y la obstrucción de los nacimientos se convirtieron en los elementos principales de este genocidio. No sólo estaba destinado a la destrucción total de todo un grupo étnico, sino también a imponerles un dominio psicológico.

Basándonos en los horribles testimonios de los sobrevivientes del 7 de octubre en Israel, supimos que los terroristas violaron sistemáticamente a mujeres israelíes, profanaron sus cuerpos (especialmente sus órganos femeninos e íntimos) y mutilaron sus cuerpos mientras causaban terror, todo para quebrantar su espíritu. Se puede concluir que el objetivo de Hamás no era sólo ocupar las comunidades judías y sembrar el miedo y el terror, sino también intentar borrar el futuro del pueblo judío, tanto simbólica como físicamente.

Agresión sexual brutal: propaganda contra las mujeres judías

Las mujeres judías, al igual que las mujeres tutsis en Ruanda, fueron atacadas con un propósito atroz. La propaganda hutu se centró en incitar a un odio profundo hacia los tutsis y enfatizó la superioridad de los tutsis sobre los hutu.

Esta propaganda, que tenía un aspecto sexual brutal, se centró principalmente en demonizar la imagen de las mujeres de la tribu tutsi. Esto se basó en la percepción de que eran más avanzadas y modernas que las mujeres hutus. El resultado fue catastrófico: violaciones, torturas sexuales y humillaciones sexuales.

De manera similar, la propaganda de Hamás contra las mujeres judías enfatizó la supremacía del pueblo judío sobre el pueblo palestino, el deseo de extinguir su futuro y, por supuesto, su dignidad.

Querida Navi, si proteges los derechos de las mujeres, también debes proteger los derechos de las mujeres israelíes.

(*) Directora ejecutiva y fundadora de la startup israelí sPReader, una plataforma de inteligencia artificial para relaciones públicas y gestión de marcas.