La incitación palestina: El verdadero escollo para la paz

18/Mar/2011

Marcos Israel, CCIU.

La incitación palestina: El verdadero escollo para la paz

La incitación al odio y la violencia constituye un arma de guerra política. No es elresultado de un malentendido, ni se produce al azar. Estados y movimientos insurgentesque están librando una guerra abierta o que participan en los conflictos de baja intensidad, como la guerra asimétrica, lo utilizan para promover sus fines.Como arma política de la guerra, la incitación pertenece a la misma categoría que la agitación y la propaganda.El uso de esta arma refleja los elementos básicos de la política estatal y proporciona unindicador confiable de los fines de un gobierno.Persistentes informes basados ​​principalmente en la información de Palestine Media Watch describen la extensión y la intensidad de la incitación palestina contra Israel.Estos actos incluyen el nombramiento de los edificios públicos, instalaciones deportivas, y las calles, con nombres de Terroristas palestinos que han asesinado a civiles israelíes.El discurso público, que abarca el sistema de enseñanza, materiales didácticos -como libros de texto y mapas-, la televisión, cartelería publicitaria y los medios de comunicación de la cultura popular (como los sitios web y crucigramas), transmite un mensaje de odio. Un mensaje que honra a los “mártires” muertos mientras perpetran ataques terroristas contra civiles israelíes y exhorta a los jóvenes a emular a esos “modelos ejemplares”.A pesar de que el gobierno de Israel ha deliberado sobre el asunto a nivel del gabinete, ha emitido numerosas protestas formales, y, recientemente, instaurado el programa”Educación para la Paz y el índice de la Incitación”,  sigue existiendo una ampliafalta de reconocimiento e incluso una negación de la plena significación de legitimidad de Israel por parte de los palestinos. Una de las razones puede ser que los efectos destructivos de la incitación no son evidentes de inmediato, ya que son acumulativos.Por otra parte, los negociadores durante años han eludido el problema de la incitación.Por ejemplo, Natan Sharansky describió su gran decepción por las negociaciones de Wye River en 1998, cuando la administración Clinton sistemáticamente eludiódiscutir el problema de la incitación palestina porque temían que hacerlo debilitaría a Yasir Arafat y pondría en peligro las negociaciones. En Wye, Sharanskyhabló directamente con el presidente Bill Clinton sobre el peligro de la incitación, perosin éxito.En su blog personal, el ex embajador de Israel en la ONU Dore Gold, citó al negociador estadounidense, Dennis Ross, que llegó a la conclusión retrospectiva que la incitación palestina había echado a perder el proceso de paz. Así, Gold afirma que Dennis Ross  criticó a los EE.UU. por ignorar la cuestión de la incitación, expresando: “la incitación sistemática de los palestinos en sus medios de comunicación, el odio de raza en su sistema educativo y la apología de la violencia, hizo sentir a los israelíes que su verdadero propósito no era la paz”.  Ross es muy abierto en la explicación de las razones por las que los EE.UU. no tomaron en cuenta la cuestión de la incitación. Washington siempre tenía miedo de detener el proceso de paz. No quisieron enfrentarse con Arafat y por error aceptó sus argumentos que eran demasiado débiles. Pero Ross advierte que no puede haber éxito de las negociaciones si hay un medio ambiente en la mesa de negociaciones y otro ambiente en las calles.El 10 de enero 2010, el Primer Ministro de Israel emitió un mensaje claro: “… la incitación continúa en los medios de comunicación palestinos y el sistema educativo, en sus medios de comunicación oficiales y en las escuelas bajo su supervisión. Estas acciones representan una violación grave de la más importante obligación de la Autoridad Nacional Palestina –según especifica la Hoja de Ruta-, de prevenir la incitación. Yo le digo al Presidente de la Autoridad Palestina: Detener la incitación, esto no es como la paz se hace. Paz se hace mediante la educación hacia la reconciliación, mediante el fomento de buenas relaciones de vecindad y por el desarrollo del respeto mutuo. Por lo tanto, el cese de la incitación palestinaes una condición necesaria, para que podamos avanzar de una manera que traiga una paz verdadera entre nuestros dos pueblos “.