La glorificación y banalización del nazismo es una preocupación creciente en América Latina

27/Jun/2022

Infobae- por Kenneth Jacobson

Infobae- por Kenneth Jacobson

Comparar todo tipo de cosas con el genocidio de judíos y otras minorías en la Segunda Guerra Mundial disminuye la importancia histórica del Holocausto. Incluso ha habido casos de alabanza abierta al nazismo. Crédito foto: REUTERS/Kacper Pempel

La preocupación por mantener viva la memoria del Holocausto es un problema constante, ya que el número de sobrevivientes vivos disminuye y las encuestas indican una preocupante falta de conciencia y conocimiento del Holocausto entre los jóvenes. Y, en parte como resultado de esa falta de educación, la comprensión de la singularidad del Holocausto se está deteriorando aún más por la trivialización.

Esto es especialmente cierto en Latinoamérica, donde el legado post-Holocausto es una mezcla de manifestaciones positivas y negativas. La mayoría de los países de la región abrieron sus puertas a los sobrevivientes del Holocausto, que se integraron en el tejido de los países en los que se asentaron, construyendo comunidades fuertes y contribuyendo al bienestar de sus países de adopción. Sin embargo, a medida que la población de sobrevivientes se extingue, también lo hacen sus relatos de primera mano como víctimas.

Además de los sobrevivientes, muchos nazis encontraron refugio en América Latina después de la guerra, entre ellos Adolf Eichmann en Argentina y Josef Mengele en Uruguay, Paraguay y Brasil.

Hoy, somos testigos de una ignorancia generalizada sobre el Holocausto en muchos países latinoamericanos, y de la voluntad de comparar todo tipo de cosas con el genocidio de judíos y otros en la Segunda Guerra Mundial, lo cual sirve para disminuir su importancia histórica. Todo esto exige una mayor atención a la educación dada a los jóvenes sobre el Holocausto y combatir su trivialización.

Global 100, la encuesta de la ADL de 2019 sobre las actitudes hacia los judíos, reveló porcentajes significativos de latinoamericanos que estaban de acuerdo con la afirmación “los judíos hablan demasiado sobre el Holocausto”, encabezados por Brasil, donde el 63% de los participantes en la encuesta estaba de acuerdo, y Argentina, donde el 60% por ciento estaba de acuerdo. En relación con estas preocupantes estadísticas, ha habido muchos casos de minimización del asesinato de seis millones de judíos e, incluso, de alabanza abierta al nazismo.

En toda la región ha habido ejemplos preocupantes. He aquí una selección:

-En Tlaxcala, México, una boda de temática nazi recreó la ceremonia de matrimonio de Hitler y Eva Braun.

-En Perú, el Primer Ministro Aníbal Torres se vio obligado a retractarse de sus elogios a Hitler y al programa de infraestructura de la Alemania nazi como modelo de progreso económico.

-Un periódico chileno publicó un homenaje a Hermann Göring en el 75º aniversario de su muerte. Göring fue uno de los oficiales nazis de más alto rango y ayudó a crear la Gestapo, la fuerza policial secreta.

-En Colombia, los cadetes de una academia de policía se vistieron con uniformes militares nazis con esvásticas durante un evento de intercambio cultural internacional que “honraba” a la sociedad alemana.

-Monark, un popular podcaster brasileño con más de 3,6 millones de seguidores en YouTube, suscitó indignación por defender la creación de un partido nazi brasileño con el argumento de la libertad de expresión, a pesar de que el partido nazi está prohibido en Brasil. Los fiscales abrieron una investigación y se le retiraron los patrocinios comerciales, lo que dio lugar a que el podcaster se disculpara y visitara el Museo del Holocausto en Curitiba.

Los incidentes en Chile, Perú, Brasil y Colombia suscitaron fuertes condenas de las embajadas locales de Alemania e Israel, así como de las comunidades judías de esos países. El presidente de Colombia también condenó el incidente de la academia de policía, lo cual brindó a la comunidad judía la oportunidad de desarrollar la educación sobre el Holocausto en las academias de policía de todo el país.

Todos estos acontecimientos son inquietantes manifestaciones de una generalización de la glorificación del nazismo y de los líderes nazis.

En relación con esto, la ADL también ha observado una proliferación de grupos extremistas neonazis. Según un informe de la antropóloga Adriana Dias, el número de grupos neonazis en Brasil se ha disparado en los últimos años, pasando de 75 en 2015 a 530 a finales de 2021. Mientras que en Argentina, la Policía Federal desbandó una célula neonazi que planeaba atacar una sinagoga en Tucumán en mayo de 2021.

Y no es de extrañar que los medios de comunicación estatales de Venezuela hayan publicado noticias que caracterizan al gobierno ucraniano como nazi, aparentemente inspirados en la campaña de desinformación rusa utilizada por el presidente Putin para justificar la invasión.

A la luz de estas inquietantes tendencias, se necesita una mayor acción gubernamental en los países latinoamericanos para educar a su público, especialmente a los más jóvenes, sobre el Holocausto como un evento histórico singularmente maligno.

Afortunadamente, existen ejemplos sólidos y repetibles de la educación sobre el Holocausto que se imparte en países con comunidades judías o museos dedicados a temas judíos o al Holocausto. De hecho, durante la pandemia, 19 instituciones que operan en la región formaron la RED LAES, una red de museos para compartir las mejores prácticas y colaborar en la educación sobre el Holocausto. Los museos judíos y del Holocausto de cada país se comprometen activamente con las escuelas y la sociedad en general para que los estudiantes conozcan los horrores del Holocausto y otros genocidios. En colaboración con el Museo Interactivo Judío de Chile, el plan de estudios de la ADL sobre la Pirámide del Odio ­–adaptado al público latinoamericano a través del programa “De los prejuicios al genocidio”– ayuda a educar a los estudiantes de Chile y de otros países de la región sobre cómo detener el odio antes de que se intensifique.

Aprender sobre el Holocausto no solamente es preservar el pasado, sino también mantener a raya a los extremistas de hoy. Enseñar sobre los seis millones de judíos y otros millones de personas que murieron a manos de los nazis y sus colaboradores, ayuda a las comunidades judías de Latinoamérica a sentirse más seguras y cómodas donde viven y sirve para concientizar al público sobre los peligros del autoritarismo y el resurgimiento del nazismo, cuyo antisemitismo, racismo y rechazo a la democracia amenazan a las sociedades de todo el continente sudamericano.

*Kenneth Jacobson es Vicedirector Nacional de la Liga Antidifamación (@ADL_es).