La curiosa historia de la bandera de Israel

09/May/2022

Nuevo Mundo Israelita

Si una bandera blanca con franjas azules y una estrella de David colgara frente a una organización judía en Boston, no sería noticia. A menos que eso hubiera sucedido en 1891, casi 60 años antes de la fundación del Estado de Israel. Cuando llegó el momento de elegir una bandera para el recién establecido Estado de Israel en 1948, los sionistas rechazaron otras 164 propuestas. Hoy la bandera reconocida como representante de Israel en todo el mundo se parece mucho a la que colgaba fuera del edificio B’nai Zion de Boston en 1891. Fuente imagen: Brandeis University

La bandera fue creada ese año por el rabino Jacob Baruch Askowith, inmigrante lituano que se estableció en Boston, para que la utilizara una organización judía local, B’nai Zion. Tenía sorprendentes similitudes con la bandera israelí actual, excepto por el hecho de que la estrella de David en el medio contenía la palabra “Macabi” en letras hebreas, en referencia a la famosa familia de guerreros judíos que defendió a Judea contra los griegos en el siglo II antes de nuestra era.

Un año después, en 1892, la “bandera de Judea”, como se la llamaba entonces, desfiló por las calles de Boston en un evento para celebrar el 400 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América. La única diferencia fue que “Macabi” fue reemplazada por otra palabra hebrea, “Sión”. A partir de entonces, esta “bandera de Judea” comenzó a ganar fuerza.

El estandarte, sin las palabras hebreas en el medio, llegó al Segundo Congreso Sionista en Basilea, Suiza, en 1898. En el Tercer Congreso Sionista, un año después, se expuso una bandera diferente creada por Theodor Herzl, que presentaba un león y siete estrellas.

Pero la bandera de Askowith ya había captado la atención, y en 1904 ondeó junto con los pabellones del resto del mundo en la Feria Mundial de Saint Louis, consolidando su estatus entre los judíos estadounidenses como “emblema del pueblo judío unificado”.

Cuando llegó el momento de elegir una bandera para el recién establecido Estado de Israel en 1948, los sionistas rechazaron otras 164 propuestas. Al final se salieron con la suya, y hoy la bandera reconocida como representante de Israel en todo el mundo se parece mucho a la que colgaba fuera del edificio B’nai Zion de Boston en 1891.

La bandera cosida a mano

Una mujer, también llegada desde Estados Unidos, cosió, pintó a crayón e hizo flamear la primera bandera oficial de Israel en 1948 en Jerusalén.

Aunque había nacido en 1884 en Nesvizh, pequeña ciudad que actualmente pertenece a Bielorrusia, en 1890 Rebecca Affachiner se mudó junto a su familia a Nueva York, adonde su padre, Itzjak, había emigrado pocos años antes. Itzjak, quien provenía de una familia sefardí, tenía un negocio de sastrería que le permitió la estabilidad económica suficiente para enviar a sus hijas a la escuela pública y darles una buena educación.

A la pequeña Rebecca, llamada cariñosamente “Becky”, le encantaba la lectura y se compró, entre otros muchos libros, una antología en dos volúmenes de la obra de Emma Lazarus, poeta judía estadounidense que dejó una enorme marca en Nueva York, sobre todo por escribir las palabras que aparecen en la base de la Estatua de la Libertad.

Algo inusual para su época, Becky decidió formarse como trabajadora social profesional y luego se inscribió en el curso vespertino para maestros del Seminario Teológico Judío en diciembre de 1904. Mientras estudiaba allí se hizo muy amiga de Henrietta Szold, una de las grandes personalidades del movimiento sionista. En 1907, Affachiner fue la primera mujer en graduarse del STJ.

La fuerte amistad con Szold impulsó todavía más los ímpetus sionistas de Rebecca, quien comenzó a trabajar en numerosas actividades de propaganda y recaudación de fondos en favor de la creación del Estado judío. Por eso a nadie le sorprendió cuando en 1934, a sus 50 años de edad, abandonó una promisoria carrera en la comunidad judía de Norfolk, Virginia, y emigró a Jerusalén, en aquel entonces bajo el control del Mandato Británico.

Entre otras cosas, Becky ayudó a crear la asociación de asistencia para niños con discapacidad, y una organización de ayuda destinada a los inmigrantes llegados desde Rumania. De hecho, en 1939 viajó a ese país, donde ella misma organizó y cubrió los gastos para llevar a un grupo de 20 jóvenes rumanos a Éretz Israel, en uno de los últimos barcos que huían del viejo continente poco antes del estallido de la guerra.

“He esperado toda mi vida para ver el renacimiento de un Estado judío, y no tengo intenciones de perdérmelo”

En 1948, cuando la guerra estaba por estallar, esta vez entre judíos y árabes, Affachiner recibió en su casa la visita de un representante del consulado estadounidense. El diplomático había llegado con una advertencia: mejor salir de Jerusalén, porque en pocos días la violencia cubriría la ciudad. Affachiner le agradeció la molestia y, por supuesto, le dijo que no se iba a ninguna parte: “No puedo abandonar a mis hermanos y hermanas. He esperado toda mi vida para ver el renacimiento de un Estado judío, y no tengo intenciones de perdérmelo”.

Poco después de la visita del funcionario consular, el 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurión proclamó la creación de Israel. Y el gesto de Rebecca cuando se enteró de la declaración le ganó un lugar permanente en la historia del nuevo Estado. Apenas supo que Israel había comenzado a existir oficialmente, Affachiner tomó una sábana blanca y se las ingenió para coser una bandera nacional, con estrella de David y todo. Para las franjas azules y la estrella utilizó lo único que tenía a mano: crayones de ese color.

La bandera israelí todavía no había sido designada oficialmente, pero Becky eligió el modelo adoptado durante el Segundo Congreso Sionista, similar a la que luego se convirtió en la enseña nacional.

Para muchos historiadores, esa fue la primera bandera de Israel que flameó en el país después de la declaración de la independencia. Más adelante, Becky la colgaría en ña ventana de su casa de Jerusalén cada Yom Haatzmaut.

Rebecca falleció en 1966. Durante sus últimos años la cuidó un inmigrante también norteamericano, Ezra Gorodesky, a quien la familia de Affachiner le entregaría más adelante la bandera. En el 2018, Gorodesky la donó a la Universidad Ben Gurion del Néguev, que tiene su sede en Beersheva.

Durante el acto de entrega, una representante de la Asociación de Estudiantes y Profesores de la universidad resumió perfectamente su significado. Esa bandera, dijo Toni Young, “seguirá siendo un símbolo de la pasión creativa que dio existencia a Israel, y la pasión sostenida que ayuda a garantizar el futuro del país”.

Fuentes: The Times of Israel e Israeleconómico / Radio Jai.

Traducción y versión de Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.