Por Gabriela Fridmanas
El pasado viernes 21 de junio, en Bielorrusia, se inauguró la segunda edición de los Juegos Europeos, que anunciaba 15 disciplinas deportivas con la participación de 4.000 deportistas de 50 países.
Desde Israel llegaron 35 deportistas y Misha Zilberman, competidor en bádminton que participó en los últimos dos Juegos Olímpicos, fue el responsable de portar la bandera nacional en el desfile de apertura.
Las victorias deportivas no son el único motivo por el que se he hecho conocido Misha, si no, también porque ha sufrido en varias ocasiones, las consecuencias de introducir política en deporte. De hecho, en el año 2015, estuvo a punto de quedar afuera del Campeonato del Mundo en Indonesia (país musulmán que no tiene relaciones diplomáticas con Israel) porque las autoridades de dicho país rechazaban su solicitud de visa, generando acciones por parte de instituciones a nivel mundial para revertir tal situación.
Es de destacar especialmente, en la delegación israelí, a la gimnasta Linoy Ashram, quien ha obtenido en el torneo dos medallas de oro (rítmica con pelota y rítmica con clavas) y dos de plata (rítmica con cuerdas y en el total general de su actuación individual).
Otro atleta israelí galardonado con el oro fue Serguei Richter, en tiro y el yudoka Li Kochman consiguió una medalla de plata.
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