Un gran revuelo tuvo lugar en Jordania, luego de que grupos anti-sionistas ojearan libros repartidos por el ministerio de Educación a las escuelas del país, y se percataran de que en los mapas de Oriente Medio se había restablecido al Estado de Israel. Como si fuera poco, al buscarse en globos terráqueos, los opositores entendieron que tanto Jordania como la Autoridad Palestina, habían sido excluidos de clases de geografía. El material de estudio repartido entre los alumnos jordanos en los grados 1° al 12°, tiene como objetivo enseñarlos en las aulas, pero en muchos casos se usan ilustraciones referentes a una clase de geografía, donde puede apreciarse con claridad la presencia de Israel, Siria, Líbano, Arabia Saudita e Irak, pero no la de Jordania. Sin embargo, las ciudades del reino hachemita, incluyendo Ammán, Irbid y Zarqa aparecen en el dibujo. Según declaró el banco West Asociación en un comunicado, «la exclusión de ambos nombres, anexa a la Autoridad Palestina a Jordania. Cualquiera que reconoce la entidad sionista, elimina Jordania y la Autoridad Palestina». Los libros son parte de una serie de publicaciones financiadas por la agencia de ayuda exterior estadounidense USAID, y advierten sobre el uso de tabaco y la alimentación saludable, lo cual, según la institución, engaña intencionalmente y de manera ofensiva a niños como forma de impartir conocimientos sobre salud». La Asociación Jordana contra el sionismo denunció que las exclusiones no se hicieron sin querer, e instó a todos los maestros a negarse a dar a conocer los libros, y advertir a los estudiantes sobre los peligros que contienen. Por su parte, grupos profesionales en Jordania se enfurecieron por la inclusión de Israel en el mapa, criticando los libros de perpetuar «nuevas condiciones a las cuales los jordanos se oponen». «Si no fuera por nuestros estudiantes y docentes de vigilancia, estos libros hubieran sido distribuidos contaminando a nuestros alumnos la sensibilidad por incluir a Israel – una entidad opresora – y excluir a Jordania del mapa», aseveraron. Muchas otras entidades se hicieron eco del asunto y alentaron el retiro de los libros. El presidente de la asociación de ingenieros agrónomos de Jordania, Mahmud Abu Ghanima, apoyó el retiro y sentenció a los distribuidores.Además, el presidente de la asociación de maestros, Mustafa Rawashdeh, pidió en una entrevista con el diario «Ad-Dustour», la acusación de los responsables de la desgracia. El ministerio de Educación, por su parte, declaró a la prensa que estableció un comité para investigar las acusaciones.
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