Jaime Yavitz: hombre de teatro, barrio, fútbol y fuerte identidad judía

04/Oct/2010

Por Giuliana Alpern y Martín Kalenberg

Jaime Yavitz: hombre de teatro, barrio, fútbol y fuerte identidad judía

Si uno escucha el nombre de Jaime Yavitz enseguida lo asocia al teatro. Y es que este hombre, de 73 años y oriundo de la populosa barriada de Goes, le dedicó casi toda su vida a la actuación (tan sólo en la Comedia Nacional estuvo 37 años). Ya de chico, recuerda con cariño, participaba en algunas obras organizadas por el Hanoar Hatzioni (Juventud Sionista), movimiento juvenil al que concurría.Cuando joven Jaime jugaba al fútbol en el barrio y también en la Liga Palermo. “En el barrio eras más hombre si dabas una patada”, recuerda. Hoy día prefiere no hablar de su club, Nacional, ya que no está pasando por su mejor momento.El fútbol y el teatro se entremezclaban. En varias oportunidades, especialmente cuando se disputaban los “clásicos”, intercambiaba conceptos sobre el deporte rey con el actor y director Alberto Candeau, hincha fanático de Peñarol, compañero de Jaime en la Comedia Nacional, e intérprete de la proclama por el retorno a la democracia, leída en noviembre de 1983 ante una multitud instalada en el Obelisco de Montevideo. Asimismo, en cierta ocasión en la que Candeau tenía que dirigir una obra con temática judía, Jaime se dedicó a explicarle ciertos aspectos de la vida religiosa, como ser el significado de la celebración de una Bar Mitzvá (ceremonia que realizan los varones judíos al cumplir los 13 años), y la razón por la cual los fieles mecían sus cuerpos durante la plegaria en la sinagoga.Rememora los sentimientos de emoción que le generaron los exámenes de entrada a la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD) y a la Comedia Nacional. La mesa evaluadora de la EMAD estaba integrada, entre otros, por su directora, Margarita Xirgu, quien le preguntó a Jaime si tenía experiencia en el área de la actuación; él contestó que no. Para su total sorpresa fue incluido en la lista de los 15 postulantes aceptados para ingresar a la EMAD, e incluso tomó conocimiento de que Xirgu había quedado impresionada con él. De sus décadas en la Comedia Nacional recuerda su actuación en la obra Procesado 1040 en la cual, representando a un agente policial, llevaba preso a quien era su profesor, Jorge Rosini.El judaísmo que se respiraba en la casa de Jaime era muy tradicional; es más, menciona con pena que en cierta ocasión tuvo que abandonar la mesa del Seder de Pésaj (cena pascual) para ir a actuar.Los cuentos jasídicos son su debilidad. Incluso, durante una tarde del Día del Perdón en el Instituto Yavne, trajo nuevamente  a la vida a aquellos maestros jasídicos que se desvivían por los demás más que por ellos mismos.Actualmente colabora con el desarrollo del futuro Espacio Cultural Federico García Lorca, con el objetivo de darle ímpetu a esta iniciativa española de erigir un centro cultural en Avenida Brasil y Benito Blanco, donde hace años funcionaba una sucursal del correo.Jaime sigue adelante con sus 73 años a pesar de que se percibe que extraña las tablas del teatro, el barrio, y jugar un picadito de fútbol.