Israel: una mirada a su éxito

16/May/2022

El País, Economía & Mercado- por Néstor Gandelman

El País, Economía & Mercado- por Néstor Gandelman

El 14 de mayo de 1948, 5 del mes de Iar de 5708 según el calendario judío, la voz firme de David Ben Gurión proclamó: “en virtud de nuestro derecho natural e histórico y basados en la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaramos el establecimiento de un estado judío en la tierra de Israel, el Estado de Israel”. Han pasado 74 años de esta declaración. Desde entonces, Israel ha enfrentado tales retos que solamente su historia milagrosa e inclaudicable puede recrear.

En su honor, y respetando lo esperado para un artículo en Economía & Mercado, esta nota esboza grajeas de su desarrollo económico con una guiñada a Uruguay.

La historia económica israelí tiene tres períodos bien definidos: crecimiento, estancamiento y crecimiento. Si bien los años iniciales estuvieron cargados de penurias, incluidas medidas de racionamiento de productos de primera necesidad, entre 1948 y 1970 la población se triplicó y el PIB per cápita casi que se cuadriplicó. Durante este período, un gobierno intervencionista marcó su huella en el desarrollo de un sector privado relativamente pequeño.

Entre mediados de los ´70 y los ´80 Israel tuvo su “década perdida”, con monopolio estatal del mercado de capitales, fondos de pensiones y bancos forzados a canalizar sus ahorros en bonos gubernamentales, tipos de cambio múltiples, ilegalización de la compra de dólares por fuera del sistema bancario y prohibición de tener cuentas bancarias fuera de Israel.

En 1979, la inflación fue de 111%. En 1984 llegó a 445%. La indexación de precios y salarios, en una aparente intención de proteger el poder adquisitivo de la población, fue combustible de la espiral inflacionaria.

El actual período de crecimiento está basado en la vitalidad avasallante de un empresariado innovador, acompañado por políticas públicas acordes. En los últimos 20 años, el PIB se duplicó y la población aumentó 45%. En 2021, 9.4 millones de habitantes tenían un PIB per cápita de US$ 53.000. Todo esto en un territorio menor a Tacuarembó.

Capital de riesgo

En 2021, empresas israelíes privadas recabaron financiamiento récord por US$ 25.6 billones. En el desarrollo del sector de capital de riesgo, el sector público ha jugado un papel importante donde se destaca la creación del programa de capital de riesgo Yozma en 1992, en el que luego de cuatro años, dejó de tener participación del gobierno. Para estimular la participación privada se proveyeron diversos beneficios impositivos.

La salida al mercado a través de ofertas públicas es la vía fundamental a través de la cual los inversionistas obtienen su rentabilidad, por lo cual un mercado de capitales desarrollado como el Tel Aviv Stock Exchange (TASE) ayuda a impulsar la industria de capital de riesgo.

Alta tecnología

Según el Banco de Israel, en 1995 las exportaciones industriales de baja intensidad tecnológica (alimentos, bebidas, tabaco, textiles, prendas de vestir y cuero, papel, imprenta y productos de madera) representaban un 20% del total de las exportaciones. Para 2021, representaron solamente un 8%. En cambio, las exportaciones industriales de alta intensidad tecnológica (equipamiento de oficina y computación, componentes electrónicos, aeronaves, equipos de comunicación electrónica, equipos de control y supervisión, productos farmacéuticos) llegaron al 40%.

Ante la escasez de recursos naturales, Israel apostó a la explotación intensiva de lo que parecería su ventaja comparativa: su capital humano alimentado por un permanente flujo inmigratorio. Según OCDE un 46% de la población entre 25 y 64 años posee estudios universitarios. El servicio militar obligatorio provee a una gran proporción de la población acceso a nuevas tecnologías, mientras que foguea liderazgos y la permanente búsqueda de soluciones innovadoras. La cultura predominante en Israel ha adoptado la toma de riesgo como un valor, lo que, unido al elevado nivel educativo con énfasis en las áreas tecnológicas más dinámicas, permite el constante fluir de emprendedores.

El gobierno participa activamente apoyando la Investigación y Desarrollo (I&D) mediante una variedad de programas y recursos fomentados desde la Oficina del Científico Jefe (Office of the Chief Scientist), especialmente mediante la red de incubadoras. En la actualidad, considerando tanto fuentes públicas como privadas, la inversión en I&D civil de Israel ronda el 5% del PIB.

El apoyo a la I&D del sector industrial se dirigió a quienes tuvieran destino fundamental en el sector externo. En un contexto regional hostil y con un mercado interno limitado, la estrategia exportadora fue más una necesidad que una opción.

Resumen

Central al crecimiento israelí se encuentra su ecosistema emprendedor, con industrias de alta tecnología y fondos de capital de riesgo. El desarrollo de una industria de capitales de riesgo tiene como condición necesaria la existencia de proyectos con potencial alta rentabilidad. Por otro lado, para llevar una idea innovadora a la etapa de proyecto, es necesario la existencia de fondos de inversión dispuestos a tomar fuertes riesgos. En este sentido la causalidad es bidireccional. La industria de capitales de riesgo ha reforzado el sector tecnológico mediante la provisión de fondos frescos mientras que el sector tecnológico ha reforzado la industria de capitales de riesgo a través de ideas con alto potencial comercial.

Siguiendo el dictado bíblico Israel es una luminaria entre las naciones. Con amor y orgullo, ¡Jag Atzmaut Sameaj! ¡Feliz día de la Independencia!