Israel no puede repetir errores pasados con la CPI

23/Mar/2021

Ynet Español- por Ben-Dror Yemini

Ynet Español- por Ben-Dror Yemini

El anuncio de que la Corte Penal Internacional (CPI) está iniciando una investigación sobre los presuntos crímenes de guerra de Israel no es una sorpresa. Es simplemente el último paso en el proceso para pintar a Israel como una nación criminal, que comenzó en la Conferencia Mundial contra el Racismo de 2001 en Durban, Sudáfrica.

Mientras que en el pasado los judíos de todo el mundo eran perseguidos de esta manera, hoy es la nación judía la que está siendo perseguida. Y aunque no todos los involucrados lo hacen por razones antisemitas, el propósito sigue siendo claro: avergonzar y deslegitimar a Israel a los ojos del mundo.

La investigación en sí no fue una sorpresa. Lo que sorprende es el empeño de la fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, para garantizar que se lleve a cabo la indagación. La ex ministra de Justicia en Gambia dejará su cargo actual en junio. De hecho, su reemplazo ya fue designado. Sin embargo, continúa con la caza de brujas como si fuese el primer día.

Se han iniciado investigaciones sobre crímenes de guerra contra una gran cantidad de países, entre ellos Reino Unido, que el tribunal consideró responsable de varios crímenes cometidos en Irak entre 2003 y 2009. No obstante, la corte decidió no perseguir a Londres como lo hace ahora con Jerusalem.

¿Por qué? Porque la CPI elige no intervenir cuando el Estado en cuestión tiene un sistema judicial independiente y en funcionamiento. Aunque los tribunales británicos no han sido más que indulgentes con los soldados acusados de tales actos, para Bensouda fue suficiente concluir que no eran necesarios más procedimientos.

Se espera que la investigación de la CPI se centre en tres temas:

  1. La guerra de Gaza de 2014 y los acontecimientos que la provocaron, principalmente el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes unos días antes.
  1. Las protestas en la frontera de Gaza, que comenzaron el 30 de marzo de 2018, durante las cuales, según los palestinos, las FDI dispararon indiscriminadamente contra civiles pacíficos. Estas manifestaciones han sido instigadas por Hamás e Israel no tendrá ninguna dificultad en demostrar que la mayoría de los que murieron durante las protestas eran agentes terroristas.
  1. Los asentamientos de Israel en los territorios palestinos. Este es el punto en el que la defensa de Israel podría flaquear un poco. Si bien el país tiene una batería de expertos legales que pueden demostrar que no se hizo nada ilegal, los veredictos del Tribunal Superior de Justicia de Jerusalem podrían no ser suficientes para aplacar al tribunal de La Haya.

También hay varios elementos dentro de Israel que pueden resultar una molestia durante la investigación. Como la organización B’Tselem, que afirmó que “Hamás no es culpable y no puede ser considerado responsable por el daño que Israel causó a la población civil en la Franja de Gaza”.

Otra es Breaking the Silence, un grupo acusado por varios militares que participaron en la guerra de 2014 de difundir falsos testimonios sobre el conflicto. Algunos integrantes de la organización declararon que presenciaron un tiroteo ilícito contra un palestino inocente. Si bien estas afirmaciones han sido desacreditadas por las cámaras corporales de los soldados, de todas formas pueden obstaculizar la capacidad del Estado para defenderse.

A pesar de la existencias de estos grupos, de no reconocer la jurisdicción de la CPI y no ser signatario del Estatuto de Roma, da la sensación que Israel no tendría ningún problema en refutar las acusaciones sobre los presuntos crímenes de guerra. Sólo debe presentar las pruebas que tiene al alcance de la mano y no cometer errores que cometió cuando en 2009 las Naciones Unidas iniciaron la investigación sobre presuntos crímenes de guerra durante la guerra de Gaza de 2008-2009.