Irán restablece condenas a miembros de minoría bahaí acusados de espiar para Israel

01/Abr/2011

Aurora

Irán restablece condenas a miembros de minoría bahaí acusados de espiar para Israel

1-4-2011
El Gobierno estadounidense mostró su preocupación por la “continua persecución” por parte del Gobierno iraní de los bahaís y otras comunidades religiosas minoritarias en Irán, tras la reimposición de una condena de 20 años a siete de sus miembros.
“Estamos profundamente preocupados por los informes procedentes de Irán de que el fiscal jefe ha restablecido una condena de 20 años a siete líderes bahaís”, indicó el portavoz en funciones del Departamento de Estado, Mark Toner.
Los siete detenidos fueron acusados de espiar en favor de Israel, de difundir propaganda en contra de la República Islámica y de insultar a las santidades musulmanas, cargos que han negado los responsables de su comunidad.
Pero según indica Amnistía Internacional (AI) en un comunicado, la condena fue reducida el pasado septiembre a 10 años por un tribunal de apelación después de retirarles algunos cargos, incluido espionaje.
No obstante, nunca recibieron una copia escrita de ninguno de los veredictos, y los siete -dos mujeres y cinco hombres- permanecen recluidos en “duras condiciones” en la prisión de Karaj, cerca de Teherán.
“Condenamos este paso sin precedentes”, dijo Toner, que consideró el fallo como “una violación de las obligaciones de Irán en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.
La religión Bahaí, considerada una herejía por los musulmanes, fue fundada en el siglo XIX por un clérigo chií iraní, y en la actualidad la profesan cerca de seis millones de personas en más de 200 países, según cifras de la propia comunidad.
Los Bahaí son una confesión abierta, que considera que todas las religiones son caminos hacia Dios. Esta religión está prohibida por el régimen de Teherán desde el triunfo de la Revolución.
En Irán viven actualmente unos 300.000 Bahaí, que denuncian persecución religiosa, encarcelamiento y ejecuciones por parte del régimen, una acusación que niegan las autoridades. EFE