Irán insta a revolución islamista en Egipto y los otros países árabes

07/Feb/2011

El País

Irán insta a revolución islamista en Egipto y los otros países árabes

Mubarak arrinconado. Irán también arremete contra el presidente egipcio | Habla del “despertar de los islamistas”, en referencia a las protestas en países árabes | EE.UU. condena a Teherán
5-2-2011
TEHERÁN | AP, AFP Y ANSA
El líder supremo de Irán agitó a los manifestantes egipcios a una revolución islámica que destruya a los regímenes autoritarios. En tanto, consideró que las actuales movilizaciones suponen un “terremoto” para la política de EE.UU. en la región.
Si faltaba alzarse una voz en contra del régimen del presidente egipcio, Hosni Mubarak (que lleva 30 años en el poder), ayer lo hizo.
Al presidente de Estados Unidos, Barack Obama y a la Unión Europea, ayer se sumó la del guía supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.
Quien ostenta ese cargo desde 1989 llamó a los egipcios a continuar la movilización contra el presidente Mubarak hasta que logren instaurar un régimen islámico, que podría inspirarse en el iraní.
“No retrocedan antes de haber instaurado un régimen popular basado en la religión” islámica, dijo Jamenei, dirigiéndose al pueblo egipcio y tomando la palabra en la oración de ayer en la Universidad de Teherán, por primera vez en los últimos siete meses.
Lo que está ocurriendo en Egipto y lo sucedido en Túnez constituyen una “señal del despertar islámico” en el mundo, afirmó.
Las declaraciones de Jamenei tuvieron lugar poco antes de que decenas de miles de personas empezaran a orar en la plaza Tahrir, de El Cairo, donde se concentran los manifestantes que se oponen a Mubarak, al iniciarse ayer una jornada que la oposición quiere transformar en “el Día de la Partida” del presidente egipcio.
Para Jamenei, en Egipto, “el clero debería participar en particular apoyando a la población cuando viene a las mezquitas coreando consignas” hostiles al poder, tal como ocurrió en Irán durante la Revolución Islámica de 1979, que derrocó al régimen del Sha Mohamad Reza Pahlavi, un aliado de Estados Unidos.
Los dirigentes iraníes, que en un comienzo se inquietaron por los acontecimientos en Túnez, con cuyo régimen tenían buenas relaciones, nunca ocultaron su interés por la caída del régimen egipcio, aliado de Estados Unidos e Israel, que Irán considera como sus enemigos principales.
Justamente, la Casa Blanca condenó estas declaraciones del líder iraní. “Es sorprendente que Irán haga semejante llamado”, dijo el portavoz presidencial, Robert Gibbs
En tanto, Jamenei acusó a Mubarak de ser un “sirviente de los sionistas (…) y los norteamericanos” y al ex presidente tunecino Zine El Abidine Ben Alí, quien huyó a Arabia Saudita el 14 de enero pasado tras 23 años en el poder, de estar “vinculado con la CIA”, la central de inteligencia de Estados Unidos.
También dijo esperar que las fuerzas armadas egipcias, cuyo “enemigo principal” es el “régimen sionista (y) no el pueblo”, se acerquen a quienes procuran luchar contra el régimen de Mubarak, que gobierna Egipto desde 1981.
Refiriéndose al Irán actual, estimó que “los demás pueblos nos están mirando y, para ellos, lo más importante es nuestra independencia política y nuestra resistencia frente a los enemigos”.
Esta resistencia está encarnada en particular por el rechazo iraní a renunciar a su programa nuclear a pesar de las severas sanciones internacionales, destacó el ayatolá Jamenei, calificando dichas sanciones de “errores de los enemigos de Irán”.
Para el ayatolá, su país es un “modelo” por su “adhesión a la democracia” y la “justicia social”, así como por su “lucha contra la opresión” de Estados Unidos en todo el mundo musulmán.
Irán rompió relaciones diplomáticas con El Cairo en 1980, un año después de la Revolución Islámica iraní y de los acuerdos de paz entre Egipto e Israel, y apoya la movilización contra Mubarak, exigiéndole a Estados Unidos que no “interfiera” en lo que considera un movimiento popular.
“TERREMOTO”. La movilización actual en los países árabes constituye un “verdadero terremoto”, capaz de hacer “fracasar irreversiblemente la política estadounidense en la región”, aseguró el ayatolá Jamenei.
Y es que la crisis en Túnez se expandió primero a Egipto y luego a varios países árabes, que también han sido centros de manifestaciones contra sus gobiernos.
Pese a que las autoridades de Jordania, Siria, Argelia y Marruecos optaron por evitar llegar a una crisis y tendieron la mano a los movimientos de oposición, igual la tensión va en aumento.
Unas mil personas se congregaron ayer en la capital de Jordania para pedir reformas políticas en este reino y expresar su apoyo a la movilización del pueblo egipcio contra su presidente, indicó la policía.
“Queremos reformas”, “queremos una ley electoral apropiada”, “queremos vivir en libertad”, “queremos un gobierno que no favorezca a los ricos, sino a los pobres”, “no a Bajit” (el nuevo primer ministro jordano), decían los enfurecidos manifestantes.
En Sudán, una protesta contra el aumento de los precios de los artículos de primera necesidad fue disuelta por la policía, que hizo uso de porras para dispersar a los aproximadamente 200 estudiantes que se habían reunido cerca de la Universidad de Sennar.
El jueves, en Yemen tres personas fueron heridas, una de gravedad, cuando la policía disparó balas reales y gases lacrimógenos para dispersar varias manifestaciones en el sudeste: algunas respondiendo al llamado del Movimiento Sudista para pedir la independencia del Sur y otras a la convocatoria de la oposición parlamentaria para exigir la partida del presidente Alí Abdalá Saleh.
También en Irak se registraron dos protestas contra la corrupción en las fuerzas de seguridad, el alto desempleo y la escasez de electricidad y agua.
Respuesta israelí. A diferencia de la Unión Europea y Estados Unidos, Israel brindó su respaldo a Mubarak e incluso respondió a los dichos de Jamenei.
Hay “dos visiones: la del mundo libre y la del mundo radical. ¿Cuál ganará en Egipto? La respuesta es crucial para su futuro, el de la región y el nuestro, en Israel”, subrayó el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en un discurso en el Parlamento.
“Miren lo que pasó en Irán”, donde la revolución en contra del Shah desencadenó en el régimen de los ayatolás, indicó el premier. “Miren lo que pasó en Gaza”, donde las elecciones de 2006 desembocaron en un gobierno palestino dirigido por los islamistas de Hamas, señaló, por su parte, el presidente Shimon Peres.
Según un sondeo publicado el jueves, el 59% de los judíos israelíes está convencido de que un “régimen islamista” va a suceder al actual presidente egipcio.
Jamenei a islamistas: “No retrocedan sin instaurar un régimen basado en la religión”.