Humor Talmúdico 1

14/Ago/2010

Extraído de "Del Edén al diván. Humor Judío". Editorial Shalom.

Humor Talmúdico 1

En Roma, astutos idólatras interpelaron a rabí Simeón, hombre conocido como muy sabio:

– Si a vuestro Dios no le agradan los ídolos, ¿por qué, siendo Todopoderoso, no los destruyó?

Respondió rabí Simeón:

– Si los hombres sólo adorasen cosas inútiles, sin duda Dios hubiese destruido a los ídolos que las representan, pero ellos veneran el sol, la luz, los planetas. ¿Debería el Señor destruir el mundo a causa de los tontos?

– En este caso -insistió uno de los idólatras- ¿por qué no destruye Dios los objetos de culto inútiles preservando los necesarios?

– Porque -objetó el sabio-, Dios estaría entonces dando argumentos a los defensores de la idolatría que podrían decir: “Ved: el sol, la luz, los planetas, son los verdaderos dioses, ya que los falsos fueron destruidos”.