Gilad Shalit, hijo de un país entero

10/Feb/2011

La República, Ron Gerstenfeld, Embajada de Israel

Gilad Shalit, hijo de un país entero

Por Ron Gerstenfeld, Portavoz de la Embajada de Israel
10-2-2011
El día domingo 25 de junio de 2006 un grupo de terroristas del Hamas proveniente de la Franja de Gaza emboscó un tanque y un puesto militar israelí, localizados en territorio israelí. Este hecho tuvo lugar apenas meses después de que Israel se retirara de la totalidad de la Franja de Gaza, lo que significó el desmantelamiento de asentamientos existentes por décadas, despojar de sus hogares a centenares de familias y retirar de sus escuelas a cientos de niños. Todo ello con el objetivo de darle una oportunidad a la Autoridad Palestina para impulsar el proceso de paz deseado por Israel.
En aquel ataque fueron asesinados el comandante del tanque, Janán Barak, así como otro miembro de su tripulación, Pavel Slotsker; otros cuatro soldados fueron heridos; y un soldado, Gilad Shalit, fue secuestrado y trasladado a paradero desconocido dentro de la Franja de Gaza.
Gilad tiene hoy 24 años y hace casi cinco años que está en cautiverio en manos de la organización terrorista. Durante este período no pudo ser visitado por ningún organismo (ni siquiera por la Cruz Roja Internacional) como lo establece el Derecho Internacional. Un video difundido por Hamás, hace aproximadamente un año, reflejaba el notorio deterioro tanto físico como mental de Gilad. Hoy no se posee información sobre cómo continúa su estado de salud ni qué “tratamiento” recibe por parte de sus secuestradores.
Con el único anhelo de abrazar nuevamente a su “hijo pródigo”, el Estado de Israel, casi en solitario, se mostró dispuesto a liberar un importante número de terroristas presos como “precio” por la liberación de Shalit. A diferencia del joven soldado, los presos reciben: alimento, tratamientos médicos adecuados y visitas frecuentes de sus familiares, a pesar de haber asesinado a ciudadanos israelíes. Lamentablemente, Israel chocó con el rechazo obstinado de la organización terrorista Hamas a flexibilizar sus demandas, la que, por el contrario, incrementó sus “aspiraciones” con el paso del tiempo, pidiendo la liberación de más de 1.000 terroristas, entre los que se encuentran presos que cometieron atentados terroristas ocasionando decenas de víctimas. Lo que en todo momento primó fueron las consideraciones de carácter político por sobre las humanitarias, evitando que decenas de familias palestinas de la Franja de Gaza pudieran reencontrarse.
¿Y por qué apodé a Gilad como el “hijo pródigo”, cuando estamos constantemente expuestos al secuestro de soldados y civiles por los cuales no se inician negociaciones para su liberación, a lo que se agrega la realidad de Irak y Afganistán de los últimos años?
El servicio militar en Israel es obligatorio para todo joven (hombre o mujer) que alcance los 18 años de edad; tristemente, esta realidad deviene de la situación impuesta por las naciones que obran en su contra. Todos los padres jóvenes en Israel tienen el mismo anhelo, que cuando sus hijos lleguen a los 18 años no sea necesario que se enrolen en el ejército. Este anhelo refleja la fuerte voluntad de los ciudadanos israelíes por la paz.
Por esta razón, todo padre en Israel se ve reflejado al observar a Noam y Aviva Shalit, padres de Gilad. Existen en la tradición judía conceptos muy enraizados como el de Pikúaj Néfesh (“Salvataje de la Vida Humana”) y Pidión Shvuyim (“Redención de los Prisioneros”), preceptos cuyo cumplimiento es exigido desde el período bíblico, por mencionar solo algunos.
El Estado de Israel no escatimará en esfuerzos para liberar a Gilad por la vía de negociaciones.
Pedimos a los gobiernos del mundo ­entre ellos al gobierno de Uruguay­, a los ciudadanos de todas las naciones y a las organizaciones internacionales, comenzar de inmediato con un pequeño pero vigoroso paso con el fin de obrar por la liberación inmediata de Gilad, reclamando se le permita a la Cruz Roja visitarlo en el sitio donde se encuentra capturado.