El Comité Central Israelita, entidad representativa de la comunidad judía del país, se adhiere con júbilo a la celebración del 66° aniversario de la Declaración de la Independencia del Estado de Israel.
Festejamos la concreción del anhelo del retorno a la tierra ancestral. Desde las cenizas del Holocausto emergió el pueblo de Israel y restableció la soberanía en su antigua patria, un sueño que había atesorado durante generaciones.
El inolvidable Enrique Rodríguez Fabregat, tuvo un rol protagónico en la Resolución 181 que propuso la creación de dos Estados uno árabe y otro judío.
Los judíos celebraron alborozados la decisión de las Naciones Unidas y llamaron a su Estado judío Israel. Uruguay fue el cuarto país del mundo que lo reconoció. Lamentablemente los árabes lo rechazaron y se lanzaron a una guerra de exterminio contra su diminuto territorio.
Debido a la permanente e intensa hostilidad, el país fue construido con una mano en el arado y la otra en la espada.
A pesar de las dificultades y teniendo como pilar sus ancestrales valores morales, Israel absorbió millones de nuevos inmigrantes y alcanzó logros extraordinarios.
El espíritu creativo, la energía y la resistencia de su multifacética sociedad han transformado al desierto en un país moderno, democrático y vibrante con un alto nivel de educación, seguridad social y desarrollo económico.
Israel cuenta con las mejores universidades y centros médicos del Medio Oriente y es líder mundial en alta tecnología, investigación científica, desarrollo de la medicina y la agricultura y tiene una vida cultural muy prolífica.
A pesar que ha conseguido el nivel de vida de los países más avanzados del mundo, no ha podido disfrutar de un solo día de paz. Si bien ha alcanzado importantes acuerdos de paz con Egipto y Jordania, aún persiste el conflicto con los palestinos y la beligerancia, el fanatismo y la intolerancia de regímenes totalitarios y grupos terroristas.
Su Declaración de Independencia expresa: “extendemos nuestra mano a todos los estados vecinos y a sus pueblos en una oferta de paz y buena voluntad, y estamos dispuestos a participar en un esfuerzo común para el progreso de todo el Medio Oriente”. Esa mano sigue extendida desde hace 66 años.
Sin embargo el curso de las negociaciones se ha detenido debido a la inclusión en el gobierno palestino de Hamás. Se trata de una organización terrorista que se niega a reconocer el derecho a existir de Israel y rehúsa respetar los compromisos internacionales. Además ejerce la violencia a diario disparando miles de misiles contra población civil israelí.
A pesar de todos los obstáculos y con el amor a la paz que caracteriza a los judíos en todas las generaciones, queremos expresar nuestro más profundo deseo de que se materialicen nuestras plegarias, que Israel pueda vivir en paz y seguridad, con progreso económico y justicia social, para beneficio de todos los pueblos de la región.
¡Feliz Día de la Independencia! ¡Jag Sameaj!
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