Evocan horror de los campos de exterminio nazi y alertan por resurgir del antisemitismo

28/Ene/2021

El País

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanzó un llamamiento a la unidad de la comunidad internacional ante los signos evidentes del resurgir del antisemitismo y de la negación del Holocausto, un fenómeno que ha encontrado un caldo de cultivo favorable con la crisis del COVID-19.  Foto: Antonio Guterres (Reuters)

El secretario general de Naciones Unidas advirtió además por signos evidentes de la negación del Holocausto, fenómeno favorecido por la crisis del COVID-19.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanzó un llamamiento a la unidad de la comunidad internacional ante los signos evidentes del resurgir del antisemitismo y de la negación del Holocausto, un fenómeno que ha encontrado un caldo de cultivo favorable con la crisis del COVID-19.

“Los neonazis y sus ideas están ganando respetabilidad”, denunció Guterres en una ceremonia por el Día del Recuerdo del Holocausto, que conmemora la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau por las tropas soviéticas hoy hace 76 años, y que en esta ocasión tuvo lugar en línea a causa de la pandemia.

Lamentó que en algunos países sus ideas, como las de otros supremacistas, y la negación del asesinato de seis millones de judíos por el régimen nazi estén calando en ciertos partidos políticos. También que se den casos de infiltración de la policía y de los servicios de seguridad en algunos países.

“Juntos tenemos que unir urgentemente nuestros esfuerzos contra el peligro que plantean”, subrayó el político portugués, que dijo que hay que “coordinar la acción global” para luchar contra el supremacismo y sus estrategias de “propaganda” y “desinformación”.

Recordó que uno de los objetivos con la creación de la ONU al final de la Segunda Guerra Mundial y con la Firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, era poner fin a las discriminaciones y persecuciones que los judíos y sus comunidades habían sufrido a lo largo de la historia, algo que -reconoció- no se ha conseguido.

Por la equidad y contra las discriminaciones.

“No hay vacuna contra el antisemitismo y la xenofobia”, alertó, antes de garantizar que la organización que representa va a continuar su acción por la equidad y contra las discriminaciones.

La canciller Angela Merkel reiteró el compromiso de Alemania por mantener vivo el recuerdo de los crímenes perpetrados en nombre de su país por el régimen nazi y el homenaje a sus víctimas, cuyo símbolo más conocido es precisamente el campo de Auschwitz-Birkenau.

Agradeció a los supervivientes de esas persecuciones que sigan dando testimonio de lo que sufrieron porque pone en evidencia “cómo de vulnerable es la dignidad humana y con qué facilidad se pueden violentar los valores humanos”.

Precisamente, una de los que tomaron parte en la sesión conmemorativa en línea fue Irene Butter, una judía superviviente de los campos de la muerte nazis nacida en Berlín en 1930, que contó cómo su familia se refugió en Amsterdam en 1937 para huir de los nazis que habían tomado el poder en Alemania desde 1933. Sin embargo, con la invasión de Holanda por las tropas alemanas en 1940, la familia fue internada primero en su país de acogida y luego en el campo de Bergen-Belsen, en Alemania. A la muerte de su padre al final de la Segunda Guerra Mundial se sumó la separación que ella sufrió de su madre y su hermano, que tuvieron que ser hospitalizados, y con los que sólo pudo reencontrarse tras 19 meses en Nueva York.

Por su parte, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, anunció una iniciativa conjunta con el Congreso Mundial Judío (CMJ) y con Facebook para combatir el negacionismo del Holocausto en esa red social.

En concreto, Facebook dirige desde este miércoles a todos sus usuarios que hagan búsquedas asociadas al Holocausto, al negacionismo o a “la manipulación de la historia” hacia un sitio internet de información sobre esos hechos.

En Alemania, la presidenta de la Comunidad Israelita en Múnich, Charlotte Knobloch, afirmó ayer miércoles que luchar contra el antisemitismo es “luchar por la dignidad del ser humano, la democracia, la unidad, el derecho y la libertad” y advirtió en contra de la ultraderecha como la principal amenaza. En un discurso ante el Bundestag (Parlamento Federal) Knobloch, de 88 años y superviviente del Holocausto, subrayó que no se trata sólo de proteger a los judíos. “Ahí donde el antisemitismo encuentra su espacio, cualquier forma de odio puede extenderse”, el racismo, la homofobia, la misoginia, “el desprecio al ser humano de cualquier tipo”, dijo.

Agregó que las ideologías y discursos antisemitas “vuelven a tener aceptación, en las escuelas y en las manifestaciones contra las medidas para contener la pandemia del coronavirus” y aludió al peligro de internet como “incitador de odio y acoso de todo tipo”.

Consideró que la principal amenaza proviene de la ultraderecha, aunque también en la extrema izquierda el antisemitismo está “profundamente arraigado”, a lo que se suma el odio radical islamista hacia todo lo judío.

Marian Turski, 94 años, en la ceremonia virtual

Marian Turski, un superviviente de 94 años del campo de exterminio de Auschwitz, conmemoró de forma virtual el aniversario número 76 de la liberación del campo por las tropas soviéticas, consciente de que puede que no vuelva a pisarlo nunca más, debido a la pandemia de coronavirus.

Supervivientes y responsables del museo dijeron a Reuters que temen que el COVID acabe con la época en la que prisioneros de Auschwitz contaban sus historias a los visitantes en el mismo lugar en que sucedieron. En su mayoría, los supervivientes del campo de tienen entre 80 y 90 años.

“Incluso si no hubiera pandemia, habría menos supervivientes en cada aniversario”, dijo Turski a Reuters en una entrevista hecha a través de Zoom desde su casa en Varsovia. “Las personas de mi edad, que ya son de por sí vulnerables a muchas otras enfermedades, también están en la primera línea con este virus”.

El museo y memorial de Auschwitz-Birkenau conserva el campo de exterminio de Auschwitz levantado en suelo polaco por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Más de 1,1 millones de personas, en su mayoría judíos, perecieron en las cámaras de gas del campo o por inanición, frío y enfermedad.