REDES SOCIALES Una charla con Federico Nathan, el violinista que tocó en la Sinfónica Youtube el domingo pasado
POR SEBASTIÁN AUYANET
24-3-2011
A sus 24 años, Federico Nathan consiguió, gracias a las redes sociales, algo a lo que pocos músicos uruguayos de su estilo podrían aspirar: tocar con casi 100 músicos de 33 países en la emblemática Opera House de Sydney; y todo gracias a Youtube. Mediante el llamado a aspirantes para la Youtube Symphony de este año, fue seleccionado entre 336 semifinalistas por algunos de los maestros más importantes del mundo y el público, para participar del concierto que 200 millones de personas vieron en todo el mundo, vía streaming, por internet.
¿Cómo fue que llegaste a tocar en este concierto?
Yo sabía que había una orquesta de Youtube que era muy famosa, y que se diferenciaba un poco de las demás, ya que la gente llegaba por internet. Cuando me enteré de los requerimientos, que eran básicamente tocar algunas partes específicas y subirlas a un video, lo hice. Yo acá en España toco en la Orquesta Nacional, y justo había venido gente de Google a grabarnos. Una vez que te preseleccionan comienza una votación en la que diferentes artistas del mundo y toda la gente que te está viendo, te vota. Finalmente, el director decide quiénes van a ser los 100 que integren la orquesta. Me enteré en enero, fue increíble saberlo, porque la experiencia claramente iba a ser fantástica.
¿Hay alguna diferencia entre una orquesta convencional y este proyecto de Youtube?
Yo toqué en varias orquestas juveniles, pero un intercambio así, con profesionales tan capaces y con una manera de moverlo y de generarlo tan global, ¡y de hacerlo funcionar! fue definitivamente otra cosa. Lo bonito para mí fue compartir tiempo con grandes solistas de violín del mundo y con Michael Wilson Thomas, el director de la orquesta este año. Y todo eso gratuito y solo dedicados a eso. Hicimos conciertos, incluso uno previo en el que fui solista, talleres, una master class& en definitiva, gente muy influyente a nivel artístico. Ensamblarnos era un desafío complejo.
¿Cómo fue vincularte a la gente que está detrás del proyecto?
Bueno, lo mejor fue ver que tenían una cabeza distinta para la producción del evento y la cantidad de recursos. Como nos recibieron los mismos capos que están en el armado, todo fue enriquecedor porque es algo que no se le da mucho a un artista de música clásica: estar en ese ambiente, ver cómo se trabaja con nuevas tecnologías. Nos movimos mucho por Sydney, y la cámara nos seguía todo el tiempo para generar videos con eso y subirlos a la web& era una generación de material constante. Me sentía un poco seguido de más, pero eso fue particular y divertido también.
¿Qué puede implicar esto a nivel de tu currículum?
Bueno, es ser parte de una selección mundial. A nivel mediático este proyecto, que tiene unos años ya, no tiene parangón. Hoy se usa internet para todo, y nosotros hemos estado destacados en el gran evento de uno de los proveedores más determinantes de internet en el mundo. Es algo definitivamente raro pero que ayuda mucho al género: la música clásica no es la más difundida. Esta es la audiencia más grande que jamás tuve en mi vida, ¡y que no sé si volveré a tener!
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