El rostro detrás de la revolución egipcia: un yuppie de Google

09/Feb/2011

El Observador

El rostro detrás de la revolución egipcia: un yuppie de Google

EL ACTIVISTA CREÓ EN FACEBOOK EL SITIO WEB QUE ORGANIZÓ LAS PROTESTAS; LUEGO ESTUVO DETENIDO POR 12 DÍAS El gobierno liberó ayer a Wael Ghonim, que lideró desde la web las protestas contra Mubarak. Ayer fue hasta la plaza Tahrir, donde miles de manifestantes lo nombraron su portavoz
9-2-2011
El hombre detrás de la revuelta egipcia no es ningún extremista islámico que quiera que Israel desaparezca de la faz de la tierra para imponer la sharia en el mayor aliado árabe de Estados Unidos la región: se trata de un ingeniero de sistemas de 30 años que trabaja en la oficina de Google en Qatar, como encargado de marketing para África y Medio Oriente. Con una computadora y ganas de escribir, lideró a un movimiento joven, multicultural, amigo de las nuevas tecnologías y conectado al mundo, que desde el 25 de enero pasó del mundo virtual a las calles de Egipto y dejó al alguna vez todopoderoso presidente Hosni Mubarak contra las cuerdas. Como para que, mientras el mundo discute y teoriza sobre cuál será el destino de la revolución y habla hasta por los codos de la Hermandad Musulmana, Egipto ofrezca señales de que la historia es mucho más difícil de etiquetar de lo que puede parecer.
Wael Ghonim descubrió ayer su identidad. Luego de ser liberado tras 12 días detenido por la policía egipcia, reconoció en una entrevista con la TV privada que había sido quien creó la página de Facebook “Todos somos Khaled Said” (http://www.facebook.com/elshaheeed.co.uk), en homenaje a un activista egipcio asesinado a golpes en abril por las fuerzas de seguridad, que multiplicó los reclamos contra el gobierno.
Desde allí, siempre sin revelar su identidad, comenzó a llamar a las protestas masivas el 25 de enero hasta desatar una ola nacional que, recién luego de varios días, tuvo el apoyo de los partidos políticos de oposición. Es más, ayer Ghonim nombró a la revuelta como “la revolución de la juventud de internet, y ahora la revolución de todos los egipcios”.
Ghonim no encabezó ningún movimiento corporativo de su empresa: muy por el contrario, se escabulló hacia su país natal el 27 de enero, para participar de la segunda jornada de protestas masivas, el viernes 28, cuando a esa altura el movimiento había ganado suficiente autonomía para copar las calles de El Cairo y convencer al mundo de que Mubarak podía caer.
Siguió escribiendo sin cesar y de forma anónima en su página de Facebook, pero la inteligencia de Mubarak lo descubrió y lo detuvo el 29, aumentando la indignación de los jóvenes manifestantes, que comenzaron a atar cabos y a suponer que ese directivo de Google era la pieza fundamental para que la protesta finalmente se activara.
Símbolo. Luego de su liberación, y la entrevista, Ghonim dio un paso más ayer, al trasladarse hasta la emblemática plaza Tahrir. Allí los manifestantes mantienen su posición e incluso ayer repitieron la presencia de los mejores días, con cerca de 150 mil personas. La presencia del “yuppie” de Google fue muy simbólica: en momentos en que la representatividad de la Ppaza es un problema (se niegan a ser representados por los partidos políticos), Ghonim fue recibido como un héroe.
“No soy un héroe, los mártires son los muertos”, dijo. A continuación repitió la consigna de las manifestaciones: “Mubarak, vete, vete, vete”. La multitud respondió con gritos, silbidos y un aplauso ensordecedor.
Sin embargo, muchos ya lo han proclamado como su portavoz. Fiel a los mecanismos invisibles del movimiento, más de 100 mil egipcios jóvenes se han sumado a un grupo de Facebook titulado: “Quiero que Wael Ghonim sea mi representante”.
En la entrevista del lunes, Ghonim se defendió de las acusaciones de traidor que le endilgó el gobierno: “Cualquiera con buenas intenciones es un traidor porque ser malo es lo normal. Si yo fuera un traidor, me hubiera quedado en mi villa en los Emiratos, hecho buen dinero y dicho como otros: ´que este país se vaya al infierno”, señaló.
Ghonim, que parecía exhausto, dijo que no había sido torturado, aunque sí tuvo los ojos vendados todo el tiempo, y que no pudo dormir por 48 horas. Ayer desde su cuenta en Twitter, aseguró: “Cuando no ves nada salvo la oscuridad por 12 días te mantienes rezando para que los que están afuera todavía te recuerden. Gracias a todos”.
Habrá que ver cuáles son los próximos pasos, si realmente Ghonim se ubica como el portavoz que el movimiento necesita, y si se sienta a una mesa a negociar junto a la oposición. Por lo pronto, ayer reiteró una y otra vez sus pedidos para no ser tratado como un ícono. “Mis amigos, por favor no creen logos con mis fotos personales. Especialmente si tienen el logo de Google”, escribió. De todos modos, seguramente le será difícil detener a un movimiento, el suyo, que ya lo proclamó como su referente.