El proceso de paz en Medio Oriente

07/Sep/2010

El proceso de paz en Medio Oriente

Editorial
El proceso de paz en Medio Oriente
Es ponderable que el primer ministro israelí haya expresado que es hora de “hacer concesiones mutuas y dolorosas”
Con la tenacidad que corresponde respecto de la crisis más compleja de las que conforman la agenda de paz y seguridad internacionales, los Estados Unidos están nuevamente impulsando las negociaciones de paz sobre Medio Oriente.
El presidente Barack Obama convocó a la mesa de negociaciones, en Washington, al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y al presidente palestino, Mahmoud Abbas. Ambos respondieron positivamente al llamado, reuniéndose por espacio de dos días y realimentando la esperanza de que el largo conflicto pueda entrar en una fase de solución de diferencias y consolidación de la paz.
La nueva etapa supone, después de unos dos años de pausa, volver a negociar activamente para encontrar en un plazo de un año la solución para un conflicto que lleva ya 62 años. Todos los temas aún pendientes estarán una vez más sobre la mesa: la formación del Estado palestino; la cuestión de los asentamientos; el futuro de Jerusalén; las colonias; los refugiados y sus pretensiones y derechos; la cuestión de Hamas y la situación en Gaza; la seguridad interior en Israel y la manera de sostener en el tiempo la paz que se procura alcanzar. Avanzar no será sencillo y deberán enfrentarse riesgos y peligros conocidos y quizás algunos nuevos. Entre ellos la violencia que el terrorismo fundamentalista ha vuelto a utilizar, asesinando a cuatro colonos cerca de Hebrón con el propósito evidente de sabotear las conversaciones de paz.
Ambas partes tienen interlocutores con debilidades evidentes. Netanyahu deberá sobreponerse a la intransigencia de algunos de los miembros de la coalición de gobierno que encabeza, que se niegan casi a cualquier concesión. Abbas, a quien Netanyahu acaba de describir como “su socio en la búsqueda de la paz”, hoy parece representar tan sólo a una parte del pueblo palestino. Hay otra que sigue a Hamas. Irán, que acaba de declarar que la nueva ronda de conversaciones “está destinada al fracaso”, hará seguramente todo lo posible para descarrilarla. Por todo esto, es ponderable que el primer ministro de Israel haya expresado que es hora de “hacer concesiones mutuas y dolorosas”, frase que utilizó en su momento el ex primer ministro Ariel Sharon
La opción del fracaso abriría una caja de Pandora. Los palestinos podrían verse empujados a declarar unilateralmente el Estado que procuran, haciendo todo más complejo. La violencia habría vuelto a triunfar, e Israel vería demorarse una vez más el sueño de poder vivir en paz con sus vecinos y crecer juntos. Por esto, para la comunidad internacional, la obligación es apoyar a quienes se empeñan en superar los enfrentamientos estériles y alcanzar una paz demorada. Las conversaciones, que proseguirán el 14 y el 15 de este mes en Egipto, merecen poder avanzar en un clima de tranquilidad y respeto recíproco.